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Opinión - Noticias que no interesan. Por Esther Palomera

La doctora suspendida por recetar lejía pide dinero a sus fieles para denunciar a Mediaset y al Colegio de Médicos

Imagen de la doctora Nadiya Popel en una manifestación grabada por IB3.

Nicolás Ribas

Eivissa —

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Nadiya Popel, la polémica médica que ejercía en el hospital público Mateu Orfila de Menorca, ha presentado una demanda contra el Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears (COMIB) y el conglomerado audiovisual Mediaset por “Tutela del Derecho al Honor” y por la difusión de “información que no es cierta, que ha sido manipulada (...) y difundida en varios programas”, según ha explicado la sanitaria en su canal de Telegram. La doctora trabajaba en el hospital público hasta su expulsión provisional el pasado 28 de septiembre por parte del órgano colegiado de medicina por “infringir de manera reiterada” el código deontológico de la profesión.

En un vídeo difundido en dicho canal, Popel ha pedido a sus seguidores “colaboración para poder sufragar los gastos” con el objetivo, ha indicado, de “buscar la verdad” que “todos quieren” y que no les “difamen simplemente por querer ayudar a la gente”. Entre los denunciados, según la polémica médica suspendida, consta la Junta de Gobierno del COMIB, cuyo presidente es Carles Recasens. Asimismo, Popel ha anunciado que también ha demandado a Bernardo Pax Bosch, gerente del hospital público Mateu Orfila y a Atanasio García Pineda, director general de prestaciones de Balears del IB-Salut -el servicio público de salud balear-.

Dióxido de cloro

El Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears incoó medidas provisionales previas al inicio del expediente de la doctora Nadiya Popel el 27 de septiembre de 2023 que implican dar de baja cautelarmente de colegiación a la doctora, según consta en el documento del COMIB al que accedió elDiario.es. Es una medida provisional antes de la incoación del procedimiento ante la supuesta comisión de 24 faltas muy graves que infringirían presuntamente el Código de Deontología Médica.

Entre estos hechos, el COMIB citó una noticia de Diari de Menorca que informaba el 1 de septiembre de 2023 que “una paciente ha iniciado los trámites para denunciar a la doctora Nadiya Popel por haberle prescrito dióxido de cloruro, un producto que la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) recomienda encarecidamente no consumir en ningún caso”. La prescripción pretendía curar un hongo vaginal. “Cuando fui a la farmacia y lo expliqué, la farmacéutica me dijo que ni en broma y es cuando me dirigí a mi ginecólogo particular”, explicaba la afectada por el tratamiento de Popel en el diario local.

El COMIB recogió en su escrito el contenido de hasta siete vídeos que la controvertida médica negacionista difunde a través de Telegram (tanto a través de su canal particular, como mediante el Movimiento Asistencia Integral del que forma parte). En estos vídeos propone como tratamiento, por ejemplo, inyectar dióxido de cloro en cáncer de mama (también para el coronavirus, la malaria o el autismo, entre otros) pese a los riesgos que tiene, según la AEMPS, para la salud.

El Colegio de Médicos pone como ejemplo que la doctora habría recetado dióxido de cloro contra un hongo, el cáncer de mama, el coronavirus, la malaria o el autismo

Debido a la presunta utilización de otros métodos a base de tratamientos no avalados por la ciencia, como lejía, agua oxigenada o disolvente industrial, el COMIB considera que la doctora Popel está poniendo en riesgo la salud de los pacientes. Cita, entre estas prácticas, la utilización de productos sin base científica, no autorizados; la vía de la administración (diferente a la admitida); la asepsia en los procedimientos y los establecimientos donde se llevan a cabo los tratamientos. Por este motivo, solicitó la suspensión cautelar.

La doctora se defiende

En un artículo de opinión publicado en Diari de Menorca, Popel defiende que los médicos del COMIB que tomaron esta decisión se han “tomado el derecho a decidir lo que es bueno o malo para mis pacientes, sin tener en cuenta su voluntad”. La polémica doctora considera que esta decisión olvida “unos cuantos Derechos Fundamentales de la Constitución Española” y también del Derecho Internacional. “Me ha parecido una experiencia penosa entre médicos y compañeros que demuestra que ni somos un gremio más inteligente, ni más humano, ni más compasivo, ni nada de nada”, concluyó Popel, que afirmaba que los médicos del COMIB que tomaron la decisión utilizaron su posición “privilegiada” para decidir “cuál médico puede ejercer y cuál no”.

Popel es el azote de lo que en la literatura conspiranoica llaman “el sistema sanitario gubernamental corrupto”. Después de que el COMIB acordara su expulsión provisional por “infringir de manera reiterada” el código deontológico, la médica inició una campaña a través de su canal de Telegram en el que acusó a los medios de comunicación de haber iniciado una “campaña de difamación contra ella”.

Popel explica en su web que es médica de emergencias con más de 18 años de experiencia en el hospital Mateu Orfila de Menorca y que cuenta, entre sus especialidades, electrocardiología; ecosonografía; medicina familiar y medicina comunitaria. Se define, además, como ex paciente de cáncer, motivo por el que se hizo “experta conocedora de todas las alternativas convencionales y no convencionales” para el tratamiento de “enfermedades difíciles” y describe sus prácticas -al menos algunas de ellas censuradas por el COMIB por carecer de evidencia científica- como “la verdadera medicina saludable”.

Negacionista de la vacuna

La controvertida doctora se hizo famosa durante la pandemia de la COVID-19 porque en pleno auge de contagios en la isla colgó carteles contra la vacuna AstraZeneca en los paneles informativos del hospital. Las opiniones de Popel sobre esta vacuna fueron difundidas por Antena3, citando a un diario de tirada local. Popel, además, empezó a difundir información controvertida, a través de Telegram, lo que le valió una suspensión por parte de la Conselleria de Salud del Govern.

Un año después, asesorada por Luis Miguel Ortega, Popel fue readmitida en el sistema balear de salud, pese a que el COMIB interpuso un recurso -rechazado- para evitar que fuera readmitida. “La ‘nunca antes probada tecnología del ARN mensajero’ -según el director general de Pfizer, Albert Bourla-, ha generado graves efectos secundarios durante las pruebas de laboratorio antes de ser producidas masivamente”, es una de las supuestas “verdades incuestionables” que publica Popel en su web.

La médica negacionista -también se negaba a usar mascarilla durante la pandemia sanitaria- llegó a asegurar en un vídeo, que difundió en su canal de Telegram, que las vacunas contra el coronavirus producen muchos “cánceres de recto”. “Es una enfermedad frecuente como efecto secundario de las vacunas covid”, aseguró. En dicho canal ha difundido recientemente otras informaciones de dudosa veracidad que vinculan la muerte prematura de jóvenes menores de 24 años con la inoculación de las vacunas contra el coronavirus.

El mismo movimiento que Josep Pàmies

Tras ser readmitida en el hospital Mateu Orfila de Menorca, después de haber sido suspendida por el servicio público de salud balear, fundó el Movimiento de Asistencia Integral (MAI), del que también forma parte el polémico “curandero” Josep Pàmies. Según cuenta, se trata de “un movimiento social que agrupa terapeutas alternativos, médicos críticos, abogados y otros profesionales” que quieren “terminar con esta dictadura sanitaria que nos han impuesto”. “Hemos creado una serie de protocolos para quienes, por ejemplo, quieren acceder a determinados servicios de salud y son obligados a hacerse PCR”, afirmaba.

“También tenemos el Paquete Covid, un servicio de asesoramiento en salud para casos leves de COVID que curamos con vitaminas y ozonoterapia”, añadía la controvertida doctora. El tratamiento con esta pseudoterapia -que tampoco cuenta con aval científico- en la sanidad pública a pacientes de coronavirus había generado polémica en otras comunidades autónomas. Uno de los casos más conocidos se dio en Huesca, donde un hombre con neumonía grave por COVID-19 recibió un tratamiento con ozono en la UCI del Hospital Universitario San Jorge y falleció a finales de 2021. Un juez de la capital oscense había autorizado la aplicación de este gas a petición de la familia y en contra del criterio médico del propio centro sanitario, por lo que un equipo médico externo se encargó de administrar el tratamiento.

La gama de “servicios” que ofrece el autodenominado Movimiento de Asistencia Integral es variada y polémica. Fitoterapia, reiki, medicina holística, ozonoterapia, entre otras “disciplinas” sin ningún aval científico. A propósito de esta oferta, Popel destaca que se trata de “una mirada alternativa sobre la medicina”. “Se acerca mucha gente a nosotros que ha sido seriamente afectada en su salud por la vacunación”, aunque no aclara qué coste tienen estos servicios.

Una multa de 180.000 euros

La doctora negacionista, suspendida provisionalmente para ejercer la profesión médica, también fue entrevistada en Diario16, pese a que ya se había producido su suspensión provisional por parte del COMIB, donde promocionó un libro que acaba de publicar. “Decido escribir este libro cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios me pone una multa de 180.000 euros”, contestó en una de las preguntas, como recomendación de su abogado, Luis de Miguel Ortega, quien le dijo que, para defenderse en el juzgado, “es importante tener un libro publicado con las terapias compasivas”.

En este libro también habla sobre terapias que, supuestamente, fueron “descubiertas” hace 70 años, pero que no se utilizan en el sector público. “No se utilizan porque curan. Y el sector público no está interesado en curar”, responde Popel. Muchas de las prácticas que difunde en esa entrevista son consideradas pseudocientíficas, por tanto, no están avaladas por la ciencia.

elDiario.es se ha puesto en contacto con Popel y con Mediaset, sin que haya sido posible recoger todavía su versión. Por su parte, el Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears explica a este diario que la denuncia no ha llegado a los afectados. Fuentes de la Conselleria de Salud comentaron a este medio de comunicación que la doctora Popel está suspendida provisionalmente y que no puede ejercer como médica hasta que se resuelva el procedimiento iniciado por el COMIB.

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