16 consejos para alquilar una casa en el centro de tu ciudad (sin arruinarte en el intento)

Alquilar una vivienda en el centro de cualquier ciudad puede resultar un proceso costoso y complicado. En AD queremos que consigas tu vivienda soñada y hemos pedido ayuda a los expertos.
Vivir en el centro tiene un encanto especial y si encuentras uno donde lo antiguo y lo nuevo se dan la mano como este...
Vivir en el centro tiene un encanto especial, y si encuentras uno donde lo antiguo y lo nuevo se dan la mano como este proyecto del estudio de arquitectura Pulso, has triunfado seguro.© José Hevia

Cómo alquilar una casa en el centro de tu ciudad

Alquilar una casa en el centro es el sueño de mucha gente. Vivir el bullicio y estar donde todo sucede es lo que persiguen los que anhelan disfrutar de una gran ciudad. Pero por desgracia, tanto los precios como las condiciones, no siempre acompañan a la hora de enfrentar dicha tarea. Lo del bueno, bonito y barato es una máxima que a todos nos encantaría poder aplicar a la hora de hacernos con todo lo que nos gusta pero que por desgracia, no siempre es posible. Pero como en esta redacción somos confiADos por naturaleza, nos hemos propuesto ayudarte a conseguir tu pisito soñado, y para ello, hemos recurrido a los que de verdad saben, los agentes inmobiliarios, para que nos den, para ti, los mejores consejos que te llevarán a vivir justo donde quieres.

Nada de ilusiones truncadas

“Las zonas con una elevada demanda , especialmente si el precio de la misma se ajusta al mercado, suponen un cierto estrés para los futuros inquilinos, que no quieren perder la casa de sus sueños”, nos cuenta Francisco Alday, Asesor Inmobiliario, miembro del equipo Inmadrid, de RE/MAX GRUPO URBE. “La ilusión por la búsqueda de un nuevo hogar se puede ver truncada por la velocidad del mercado”. Para evitar que eso suceda, Francisco nos da 10 consejos que nos ayudarán” a conseguirlo con éxito”.

1. Tener las ideas claras sobre la vivienda deseada.

2. Disponer de la solvencia adecuada al perfil económico del inmueble.

3. Ponte en contacto con un asesor inmobiliario profesional de la zona y date de alta las alarmas de los diferentes portales inmobiliarios, para estar al tanto de las nuevas viviendas de la zona.

4. Una vez compruebes que se ajusta a tus necesidades, contacta con agilidad con el asesor inmobiliario correspondiente.

5. Cuando visites la vivienda, lleva una lista con preguntas o dudas que puedas tener, para que alquiles de una manera tranquila y segura.

Los expertos recomiendan hacerse con una casa que esté lista para entrar a vivir, mejor que una que puede necesitar reformas. Esta casa del centro histórico de Tarragona tiene una vida gracias a una rehabilitación de Nua Arquitectures y parece otra.© José Hevia

6. Tener lista la documentación que normalmente se solicita a la hora de alquilar, esto es, copia del DNI, últimas tres nóminas, declaración de la renta o toda la información posible para poder garantizar que se puede afrontar el pago de la renta y un breve resumen sobre ti o vosotros.

7. Si el inmueble os gusta y os parece que se ajusta a vuestras necesidades y vuestra economía, es muy posible que a alguien más se lo parezca, por lo que la toma de decisión ha de ser ágil, aunque es cierto, que a veces pueda dar miedo precipitarse.

8. En algunos casos, es posible negociar algo el precio de la renta, esto dependerá especialmente de la demanda del mercado, o bien condiciones como la fecha de entrada, que nos permita ahorrar unos euros.

9. Tener algo de flexibilidad siempre ayuda a conseguir un mejor acuerdo.

10. Y por supuesto, para lograr con éxito encontrar vuestro nuevo hogar, contrata los servicios de un asesor inmobiliario de la zona. Te guiará paso a paso, para que el proceso de alquiler sea seguro y profesional.


Con las ideas claras

Iván Barrondo, director general de John Taylor España y Andorra, comparte criterios y todos sus consejos tienen en común la claridad de ideas a la hora de afrontar esta búsqueda.

11. Lo primero de todo, si uno no quiere desesperarse o morir en el intento, lo que debe hacer es recurrir a un profesional para que le ayude en este tedioso proceso. La mayoría de la oferta publicada no cumple la expectativa, es cara o incluso podría no llegar a cumplir las condiciones mínimas de habitabilidad. A la larga ahorrará tiempo y dinero.

Una de las cosas buenas de vivir en el centro es que puede tener la suerte de encontrar un piso que mantenga elementos originales, como las molduras y el parqué de este apartamento de París del arquitecto Thibaut Picard.© Jérôme Galland

12. Superado ese primer gran paso, hay que definir muy bien dónde quiere uno vivir (o dónde le gustaría), cerca del trabajo para ahorrar tiempo y dinero en desplazamientos, cerca de la familia y/o amigos, a las afueras buscando tranquilidad, en este caso es en el centro.

13. Después, habrá que valorar qué uso se va a hacer de la vivienda. Si va a ser la vivienda habitual o el fin es turístico o temporal por traslado, en función de quienes vayan a ser sus moradores, si se va a combinar vida y teletrabajo, si se tienen animales de compañía o no, etc.

14. Con todo lo anterior, definiremos el tamaño de vivienda que necesitamos. No necesariamente una vivienda más pequeña tiene que ser más barata. Aquí entran en juego básicamente la variable ubicación. Por eso tenemos que tener muy claras nuestras prioridades.

15. A partir de aquí, siempre recomendaremos optar por viviendas reformadas y listas para entrar a vivir. Es una decisión fundamental con la que ganaremos calidad de vida, confort térmico y acústico, ahorro en consumos y evitaremos las temidas “averías” en instalaciones y/o electrodomésticos.

Si tenemos que priorizar, que sea la luz. Así lo demuestra este apartamento en el centro de San Sebastián, un proyecto de Ortega Diago.David Zarzoso

16. Y por último, buscaremos siempre el bien más escaso (en la mayoría de los casos), la luz. Desde la pandemia la mayoría de la gente ha empezado a “vivir sus casas”. El día a día te obliga a salir de casa a las 08.00h de la mañana y no regresar hasta las 20/21.00h, con lo que nunca nos habíamos dado cuenta de si era o no luminosa la vivienda, si había ruido de vecindario durante el día, si tenía algún espacio exterior para salir a mirar, a respirar, a vivir. Hoy, el teletrabajo pide un lugar en el que poder realizar una actividad ordenada, en concentración, con luz…. La luz nos da la vida, y su ausencia puede ser origen de muchas patologías, la mayoría invisibles como la desgana, la depresión o el pesimismo.

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