Condenado por abusar sexualmente de una niña de 11 años a la que abordó en el portal de su casa en Zaragoza
El padre de la menor, a la que había enviado a comprar un refresco, evitó que la agresión fuera a más porque bajó a buscarla ante su tardanza.
Hassan Kajoui ha sido condenado a tres años de cárcel por abusar sexualmente de una niña de 11. A pesar de que el tribunal no pudo escuchar la declaración de la menor por problemas técnicos ni a su padre, que sorprendió al autor de la agresión pero ahora ya no está en España, considera que las pruebas indiciarias e indirectas son más que suficientes para condenarlo.
El acusado, de 24 años, alegó en su defensa que no sabía que la niña tenía 11 y, además, que fue ella quien se le insinuó e incluso lo cogió de la mano y lo metió en el portal de su casa y ella misma se bajó el pantalón.
Pero nada de esto ha quedado probado. Todo lo contrario. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Zaragoza entiende que, el 22 de julio de 2022, Hassan Kajoui vio a la niña salir del portal de su casa de la calle de Inglaterra y la siguió hasta el supermercado cercano donde entró a comprar un refresco por encargo de sus padres.
La esperó en las inmediaciones y cuando llegó de nuevo al portal la abordó por detrás, le puso una mano en la boca y la arrinconó en un pequeño espacio junto a las escaleras del inmueble. Allí, le bajó los pantalones cortos que llevaba e intentó penetrarla sin conseguirlo no probablemente por su voluntad, sino porque el padre de la menor, preocupado por su tardanza, bajó a buscar a su hija.
El progenitor, tal y como luego declaró ante la policía, encontró a la niña desnuda de cintura para abajo y con un hombre detrás abusando sexualmente de ella. El hombre se lanzó encima del agresor y entre gritos de "desgraciado, ¡qué le has hecho a mi niña?" y la colaboración de vecinos que salieron en su ayuda lo retuvieron en el lugar hasta la llegada de la Policía.
Mientras, la niña se quedó paralizada, en shock, sin moverse ni reaccionar a nada, solo derramando lágrimas pegada a la pared, con el pantalón y la braga bajados, y así la llegaron a ver los agentes. En el examen médico que se le practicó muy poco después, los médicos forenses encontraron algunas lesiones en la zona genital de la niña y en el laboratorio se halló ADN del acusado.
Hassan Kajoui manifestó que la corpulencia de la niña le hizo creer que tenía 18 años. Tal exageración fue desmentida por los vecinos, los policías que se entrevistaron con ella y los forenses que la examinaron. Todos coincidieron en que, si bien era una niña "grande», se notaba "a la legua" que no tenía más de 13 o como mucho, 14; en todo caso, menos de 16, lo que le impide por ley otorgar su consentimiento a cualquier acto sexual. Los agentes se llevaron al agresor, que estuvo en prisión provisional por estos hechos hasta el pasado 7 de julio, cuando se celebró el juicio.
Para juzgar este caso el tribunal se encontró con la dificultad de no contar con el testimonio de la niña ni del padre porque, tres meses después de la agresión, la familia decidió regresar a Senegal, de donde es originaria. Sin embargo, tal y como se recoge en la sentencia, toda la prueba indiciaria ha sido "bastante" y "consistente" para condenar al acusado por un delito de agresión sexual.
La Fiscalía solicitaba inicialmente 7 años de cárcel pero, ante la ausencia de la declaración detallada de la niña, dejó la puerta abierta a que el tribunal valorara si concurrió violencia.
Al final, la Sala se inclina por considerarlo autor de un delito de abuso sexual como se recogía en el Código Penal vigente en el momento del hecho. En el actual, su conducta sería calificada como agresión aunque, en ambos casos, la pena es la misma: de dos a seis años de prisión. Su abogada, Trinidad Paño, ha recurrido el fallo.
