Magreb

La guardia costera argelina mata a dos turistas francomarroquíes en aguas fronterizas

El episodio eleva la tensión entre los dos vecinos del Magreb, que hace dos años rompieron relaciones diplomáticas

Un grupo de personas asiste al funeral de Bilal Kissi, asesinado por las fuerzas argelinas, en la ciudad de Saaidia, Marruecos
Un grupo de personas asiste al funeral de Bilal Kissi, asesinado por las fuerzas argelinas, en la ciudad de Saaidia, MarruecosAgencia AP

De la manera más inopinada, y en el ocaso del verano, la tortuosa relación entre Argelia y Marruecos está viviendo esta semana –acaban de cumplirse dos años desde que los dos vecinos magrebíes dejaron de tener relaciones diplomáticas- un nuevo episodio de alta tensión protagonizado por cinco turistas de origen marroquí residentes en Francia.

Aunque lo ocurrido sigue rodeado de interrogantes porque ninguno los gobiernos de los dos países han evitado ofrecer información pública al respecto, dos jóvenes franco-marroquíes que disfrutaban junto a otros dos turistas más de motos de agua en la costa de Saidía, un balneario situado en el extremo oriente de Marruecos, murieron por disparos de la guardia costera de Argelia cuando se adentraron involuntariamente en aguas de este país.

Uno de los fallecidos es Bilal Kiss, de nacionalidad francesa, nacido hace 29 años en la localidad francesa de Montfermeil, a las afueras de París. Su cadáver fue llevado por la corriente a aguas marroquíes, donde fue encontrado el miércoles y enterrado ayer. El otro fallecido es el marroquí y residente en Francia Abdelali Mechouar, de 38 años. Su cadáver se encuentra aún en territorio argelino, concretamente en una morgue de la localidad de Tremecén, según confirmaba su progenitor a la agencia EFE ayer. Por su parte, el franco-marroquí Ismail Snabé fue detenido por la guardia costera argelina y presentado el miércoles ante el fiscal, según el digital marroquí Le360.

Según el relato de uno de los supervivientes y hermano de uno de los fallecido, Mohamed Kissi, que pudo regresar a nado a aguas marroquíes y ser rescatado por la Gendarmería –al igual que otro turista más- antes de ser trasladado a Saidía, al caer la tarde el grupo comenzó a quedarse sin combustible en sus motos, lo que los llevó por error a aguas argelinas.

Al cierre de esta edición las autoridades argelinas seguían manteniendo silencio respecto a lo sucedido el martes pasado, y las marroquíes se han limitado, por medio de un portavoz gubernamental, a afirmar que el caso se encuentra en manos de la justicia. Según información de EFE, la Fiscalía de Marruecos ha abierto una investigación judicial para aclarar las circunstancias de lo sucedido.

En cambio, las francesas, a través del Ministerio de Exteriores, confirmaban ayer en un escueto comunicado la muerte de un ciudadano francés y el encarcelamiento de otro “en un incidente en el que se vieron implicados varios franceses”. Un incidente que ha dado lugar a contactos entre las autoridades francesas y las argelinas y marroquíes en un contexto de tensión en las relaciones entre los dos países del Magreb y la antigua potencia colonial.

Si la relación entre París y los dos principales países del norte de África no es especialmente fluida, entre las autoridades argelinas y marroquíes los puentes están a día de hoy prácticamente rotos. El pasado 24 de agosto se cumplieron dos años desde que las autoridades argelinas rompían relaciones diplomáticas con Marruecos esgrimiendo el supuesto apoyo de Rabat al independentismo bereber en el norte del país y espionaje a través del programa Pegasus. La ruptura diplomática ha desbaratado la posibilidad de la reapertura de fronteras entre los dos países, las cuales permanecen cerradas desde hace casi treinta años.