Como remate a una campaña veraniega con un alza general de precios por el efecto de la inflación, los conductores afrontan la ‘Operación Salida’ con los carburantes más caros en lo que va de año. El precio medio de los combustibles acumula siete semanas -todo el mes de julio y las transcurridas en agosto- de incrementos, lo que ha llevado a que la gasolina alcance estos días el baremo de los 1,7 euros y el gasóleo los 1,6 euros. Niveles, además, superiores a lo que marcaban antes del conflicto en Ucrania.

Respecto a hace una semana, la gasolina se ha encarecido un 1%, mientras que el gasóleo lo ha hecho en un 0,9%. La gasolina no estaba a un precio tan elevado desde el mes de noviembre, con el alivio que suponía el entonces vigente descuento de 20 céntimos por litro que lanzó el Gobierno central tras el estallido de la guerra en Ucrania por la invasión rusa. Por su parte, el gasóleo no marcaba precios tan altos desde el pasado mes de febrero, según los datos del Boletín Petrolero de la UE. Estos nuevos repuntes suponen, además, que los combustibles se sitúen en registros superiores a los que tenía en febrero de 2022 y que, en el caso del diésel, eran de 1,479 euros, y, para la gasolina, de 1,594 euros. No obstante, ambos carburantes se mantienen todavía lejos de los máximos que se produjeron en julio del año pasado: la gasolina alcanzó los 2,141 euros y el gasóleo los 2,1 euros. Con los precios actuales, el llenado de un depósito medio de 55 litros de gasolina asciende actualmente a unos 94 euros, frente a los 87,3 euros -unos 6,7 euros más- que costaba a estas alturas del pasado año, incluyendo el descuento de 20 céntimos por litro que estaba vigente hace un año.

La comparativa con la primera semana del presente año ilustra claramente el aumento de los precios de los carburantes. La gasolina ha subido cerca de un 23% y el gasóleo un 9%. Actualmente solo continúa en funcionamiento el descuento de 20 céntimos para los colectivos directamente vinculados al uso cotidiano de los combustibles, como transportistas y agricultores. 

El incremento de los carburantes en verano suele ser un episodio recurrente, pero en esta ocasión se suma a las subidas en todo lo relacionado con el sector turístico, como hoteles y hostelería. En cualquier caso, con estos niveles, el precio de la gasolina se mantiene en el Estado por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 1,817 euros el litro, y de la Eurozona, con un precio medio de 1,877 euros. En el caso del diésel, el precio en España también es inferior al de la media de la UE, que alcanza los 1,718 euros, y de la Eurozona, donde marca un precio de 1,756 euros. En Italia la subida de la gasolina se ha convertido en tema de debate político. Allí, con un precio que ha rebasado en agosto los 2 euros el litro, está operativa una norma por la cual las gasolineras deben mostrar claramente el precio al que se vende el carburante y el precio medio indicado por el Estado para facilitar la comparación y evitar la especulación de la que se ha acusado este año a los gestores de las estaciones de servicio. Eso sí, de momento la medida tampoco ha servido para que bajen los precios.

La OCU también se ha hecho eco del problema que implican estas “fuertes” subidas. En un comunicado, la organización recordó que los últimos aumentos se están dando en verano, “justo una de las épocas de mas demanda para los consumidores”. De continuar esta tendencia, OCU alertó de “las consecuencias en la economía de las familias y su impacto en el precio de otros productos y servicios”. Asimismo, la OCU denunció que, aunque el incremento del precio del petróleo explica “en parte” la subida, “la rapidez con la que se trasladan las subidas, en épocas de gran demanda, y la lentitud con las que se producen las bajadas, una situación que se ve favorecida por la falta crónica de competencia en el sector”.