La ciudad fantasma de Shenyang (China) y otros complejos residenciales de lujo abandonados
Lo que en su día se proyectó como un complejo de superlujo al norte de Pekín, es hoy una ciudad fantasma de 260 megamansiones abandonadas a su suerte. Recientemente, el Wall Street Journal informaba de que el promotor responsable, el gigante chino Greenland Group, acababa de incumplir el pago de bonos internacionales de algo más de 386 millones de euros por el fiasco de State Guest Mansions. El resort, creado en plena burbuja inmobiliaria de 2010, quería anticiparse a las necesidades de las grandes fortunas, construyendo residencias grandiosas de estilo barroco, campos de golf e incluso un centro de convenciones. Desafortunadamente, los millonarios de la zona nunca se sintieron atraídos por semejante despliegue de opulencia en un entorno tan rural y, tal y como informaba en su momento AFP, en dos años, el proyecto se paralizó en seco. En la actualidad, las ruinosas fincas, rodeadas de áreas de cultivo, recuerdan más bien, a un escenario apocalíptico propio de The Last of Us. Y no es el único proyecto de estas dimensiones que ha acabado así. Recorremos estas urbes abandonadas y analizamos las razones que las han llevado a tan triste fin.
State Guest Mansions: arañas de cristal en pastos para el ganado
“Estas casas valían una millonada, pero no se ha vendido ni una”, explicaba a la AFP un granjero de Shenyang. Las razones exactas del fracaso de las State Guest Mansions nunca quedaron claras, aunque los lugareños tienen sus teorías. Guo, el entrevistado, cree que la culpa es de la corrupción y señala que es probable que la financiación del proyecto se redujera cuando el gobierno empezó a tomar medidas energéticas contra las urbanizaciones. Ahora, las imponentes edificaciones sirven de resguardo para vacas y las grandes lámparas de cristal, las columnas de estilo clásico y el panelado de madera, todavía pueden verse en el interior de la residencia que sirvió en su momento de oficina para la venta.
La pescadilla que se muerde la cola
Durante décadas, la economía de China ha estado impulsada por el sector inmobiliario, hasta el punto de que el gobierno fomentaba a menudo la construcción a gran escala. Pero el envejecimiento de la población y la pandemia, entre otros factores, provocaron un desequilibrio entre la oferta y la demanda y, por ende, tantas ciudades vacías. Tampoco ayudó que el gobierno pusiera en marcha medidas enérgicas contra los hábitos de endeudamiento de los promotores. Así, la quiebra de grandes firmas como Greenland Group, ha hecho que muchos ciudadanos de clase media pierdan la fe en este mercado. Bloomberg informaba recientemente que muchos han visto crecer su riqueza a través de los bienes inmuebles, con el 70% de los activos familiares invertidos en propiedades. “Cada caída del 5% en el precio de la vivienda acabará con 19 billones de yuanes (unos 2500 millones de euros) en riqueza inmobiliaria”. En la actualidad, se calcula que hay alrededor de 65 millones de viviendas en el país que permanecen completamente vacías.
Rascacielos esqueléticos y ciudades de vacaciones sin habitantes
Cerca de State Guest Mansions se encuentran varias docenas de edificios de unas 15 plantas que el Wall Street Journal también visitó. Con marcos de hormigón y ventanas inexistentes, las torres parecen enormes casas de muñecas brutalistas vacías, a la espera de que alguien venga a dar vida a sus interiores. Pero como un juguete abandonado, es poco probable que esta ciudad fantasma en China vea sus calles con vida. El complejo fue desarrollado por Evergrande Group, el mayor promotor inmobiliario residencial del país, declarado en quiebra en agosto de 2023. En enero, un tribunal de Hong Kong ordenó la liquidación de la empresa, incapaz de pagar los 277.000 millones de euros que debe a los inversores. Según el Wall Street Journal, unas 800.000 de 1.2 millones de unidades vendidas de la empresa, no están terminadas.
Country Garden, otro promotor chino, es responsable de Forest City, un megaproyecto de 92.000 millones de euros en el sur de Malasia que ahora está casi vacío. Aunque estaba previsto que albergara a 700.000 personas, solo unas 9.000 viven allí, de ahí que el Wall Street Journal lo considere una de sus ciudades fantasma. Lo que se suponía que iba a ser un lugar para que millonarios chinos compraran una segunda residencia o una propiedad de inversión cerca de Singapur, es ahora otra muestra de la crisis inmobiliaria. Según Al Jazeera, solo se ha completado un 10% del proyecto total.
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Artículo original publicado en AD USA.