La cúpula del Partido Popular se reunión de urgencia luego del fracaso en la constitución de las Cortes que dejó a la socialista Francina Armengol en la presidencia del Congreso de los Diputados. 

Según publicó el sitio El Español, Alberto Nuñez Feijoó no sabía que Vox no iba a votar a "Cuca" Gamarra y eso generó mucho enfado entre los populares. A tal punto llegó el enojo que algunos barones del PP estarían pensando en la renuncia de Feijoó en los próximos días. 

Como adelantó LPO, en Génova reina el desconcierto y dan por hecho que Sánchez reunirá los votos necesarios para lograr una nueva Legislatura. Además, con Pedro Rollán en el Senado y Gamarra en Diputados, el PP podría haberse quedado con el control total de las Cortes, una acumulación de poder tentadora para formaciones como el PNV y disuasoria para otras como ERC o Junts. Los populares ven ahora imposible llegar a una investidura y calculan que Pedro Sánchez ya ha consumado un pacto con los partidos nacionalistas e independentistas, incluidos los posconvergentes de Carles Puigdemont.

Feijóo había llegado a suceder a Pablo Casado con la promesa de formar gobierno o marcharse de la conducción, por lo que en las próximas semanas se pondrá a prueba su palabra. Mientras algunos están a favor de darle oxígeno a su líder -después de todo, dicen, llevó al partido a acumular poder territorial y no hay un relevo claro-, otros van sondeando la disponibilidad de dirigentes partidarios capaces de confrontar con un Sánchez renovado.

Los nombres obvios que aparecen más cerca en el horizonte no convence a la liga de mandatarios autonómicos y presidentes de las federaciones. En el caso de Isabel Díaz Ayuso, los condicionamientos en la elección de socios para un gobierno del PP con Vox -excluir a los nacionalistas del PNV- generan resistencia interna. En cambio, Juanma Moreno es un perfil más digerible, aunque muchos se preguntan si Elías Bendodo está trabajando para su desembarco y malaconsejando a Feijóo.

El elenco de los populares con poder propio se ha renovado, pero la mayoría está aún verde y la idea de una sucesión no está planteada si quiera por la mayoría de los barones y menos todavía en la cúpula. Con todo, Feijóo apenas puede tener otro traspié en la primera parte de una legislatura que no presidirá. Otra vez, el líder de la oposición prometió a los suyos una victoria sin contestación y quedó viendo cómo Sánchez sigue avanzando en la adversidad.