El Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni ha tenido que rectificar su impuesto a la banca tras el hundimiento bursátil del sector. Así, tras el anuncio el lunes de la creación de un tributo del 40% sobre los beneficios extraordinarios de las entidades, el Ministerio de Economía italiano matizaba a última hora del martes que el nuevo gravamen "prevé un tope máximo para la aportación que no puede superar el 0,1% del activo total". De esta manera, la recaudación prevista se reduce significativamente.

El Gobierno italiano ha dado marcha atrás después de que, tras el Consejo de Ministros del lunes -el último antes de las vacaciones-, el vicepresidente Matteo Salvini anunciara por sorpresa la aprobación de "una regla de equidad social" para gravar "las ganancias bancarias extra en 2023", lo que provocó el hundimiento de la cotización de los bancos italianos y fuertes caídas entre las entidades europeas.

"Es una medida congruente e irá a alimentar las rebajas fiscales y a apoyar las hipotecas" porque "no estamos hablando de unos puñados de millones, sino de miles de millones", defendió Salvini al anunciar la nueva tasa, incluida por sorpresa en el último decreto aprobado por el Ejecutivo de Meloni antes del parón estival, ya que no figuraba en el borrador publicado por los medios italianos en los días previos.

Según la matización del Ministerio Economía, la base imponible del nuevo impuesto se determinará sobre el valor mayor entre el importe del margen de interés del ejercicio 2022 que exceda en al menos un 5% del mismo margen del ejercicio 2021 y el importe del margen de intereses de la cuenta de resultados relativa al ejercicio 2023 que supere el mismo margen en al menos un 10% en el año 2021.

Además, el departamento asegura que los bancos que ya han ajustado la remuneración de los depósitos como recomendó el Banco de Italia en febrero no sufrirán impactos significativos.

"Se trata de una norma de igualdad social", defendía no obstante Salvini al anunciar la medida el lunes. El ministro dijo que "toda la recaudación se destinará a dos partidas: ayudas a las hipotecas de primera vivienda y rebajas fiscales", al explicar que "la subida de tipos del BCE ha provocado un aumento del coste del dinero para los hogares y las empresas. No ha habido una subida igual de diligente, rápida e importante para los consumidores".

"Así que en esta brecha habrá un gravamen del 40% sobre los multimillonarios beneficios extra de los bancos. No vamos a entrar en las cifras, pero basta con ver los beneficios del primer semestre de los bancos para 2023 para darse cuenta de que no estamos hablando de unos cuantos puñados de millones, sino que se pueden suponer unos cuantos miles de millones", añadió.