EEUU

La jueza ordena al hijo de Joe Biden buscar trabajo, alejarse del alcohol y de las drogas

Joe Biden junto a su hijo Hunter
Joe Biden junto a su hijo Hunter

La jueza federal Maryellen Noreika -que este miércoles tumbó el acuerdo para que Hunter Biden, hijo del presidente de EEUU, evite la cárcel- dictaminó unas serias recomendaciones dirigidas al hijo de Joe Biden si quiere sortear la prisión mientras prosiguen las investigaciones criminales en su contra.

Noreika instruyó al hijo del presidente a buscar trabajo activamente, dejar el alcohol y las drogas, no comprar ni poseer un arma de fuego y someterse a pruebas de drogas aleatorias a cambio de no ser arrestado, según documentos judiciales que han trascendido en EEUU. De hecho, Biden cuenta con antecedentes por adicción a las drogas y ha sido acusado de poseer un arma de fuego mientras consumía estupefacientes.

Si Biden puede acatar las condiciones impuestas por la jueza, se le retirará el cargo de posesión de armas en su contra. Pero si no cumple con los términos judiciales, el cargo de delito grave por armas implicaría una sentencia de hasta 10 años de prisión.

El hijo de Joe Biden cuenta con una trayectoria profesional variada.  Después de graduarse de la Facultad de Derecho de Yale en 1996, se unió a un holding bancario, MBNA, en un momento en el que su padre como senador estaba ayudando a la industria de las tarjetas de crédito a obtener la aprobación de una ley que dificultaba que los consumidores solicitaran protección por bancarrota, un problema que levantó las alarmas en el equipo de campaña de Barack Obama cuando lo sondeó para el cargo de vicepresidente.

Y en 2008, poco antes de que su padre se convirtiera en vicepresidente, creó una empresa de consultoría, Seneca Global Advisors, que asesoraba a empresas que buscaban expandirse en el extranjero.

Este período está bajo un intenso escrutinio por parte de los republicanos que creen que se aprovechó del puesto de su padre dentro de la Casa Blanca. Se unió al consejo de administración de un fondo de capital privado con sede en China y al de la compañía energética ucraniana Burisma.

Al mismo tiempo, luchaba contra la adicción a la bebida y las drogas. Y los correos electrónicos recuperados de su ordenador portátil revelaron que tenía deudas crecientes e impuestos sin pagar.

En 2020, supuestamente recuperado de sus adicciones,  inició una nueva carrera, la de artista. Algunas de sus obras se han puesto a la venta por 520.000 euros, pero eso solo generó nuevas controversias, sobre todo por si los compradores adinerados podrían pensar que estaban comprando favores de la Casa Blanca.

Comparecencia ante la juez

El acuerdo de culpabilidad del mes pasado que la Casa Blanca y la izquierda tanto habían celebrado comenzó a resquebrajarse cuando un  fiscal admitió que la investigación sobre el primer hijo aún estaba en curso y que previsiblemente será acusado de nuevos delitos. Entre los casos potenciales por el que podría ser señalado está el hecho de no haberse registrado como agente extranjero según establece la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.

Biden compareció ante el tribunal en lo que se esperaba que fuera poco más que un formalismo después de que aceptó el acuerdo de culpabilidad el mes pasado para acabar con las acusaciones por delito fiscal y posesión de armas.

Cuando el Departamento de Justicia admitió que todavía se estaba llevando a cabo una investigación, la jueza Maryellen Noreika, a quien desde la izquierda política y mediática tratan de levantar sombras de sospecha por haber sido nombrada bajo la administración de Donald Trump, decretó que no podía conformar un acuerdo que podría invalidar las pesquisas que estaban activas.

Hunter inicialmente dijo «sí, señoría» cuando la jueza le preguntó si se declararía culpable de dos delitos fiscales menores y admitió que había estado en rehabilitación seis veces en 20 años por adicción al alcohol y las drogas.

Desde la izquierda se ha tratado de ofrecer el relato de que fue Hunter Biden quien decidió no firmar el acuerdo de culpabilidad y erigirse ahora como no culpable, pero la realidad es que no le quedaba otro camino dado que en ningún caso la jueza iba a aceptar las condiciones pactadas y convertía el pacto en puro papel mojado.

Los republicanos elogiaron el rechazo de Norieka al «acuerdo favorable» de Biden , que según los republicanos es demasiado indulgente, especialmente porque el ex presidente Donald Trump enfrenta múltiples acusaciones.

«La jueza de distrito Noreika hizo lo correcto al negarse a aprobar el acuerdo de culpabilidad de Hunter Biden», dijo el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, quien añadió «seamos claros: el acuerdo de culpabilidad de Hunter debe ir a la basura».

Se espera que el tribunal se vuelva a reunir en 30 días con un nuevo acuerdo y vuelva a examinar el caso.

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