Desarticulan en Oviedo una banda de rumanos que se dedicaban a la explotación sexual de mujeres

Los cuatro arrestados, tres hombres y una mujer, están en prisión

Las víctimas eran captadas por la táctica conocida como “lover boy”, que consiste en la captación de mujeres en sus países de origen, enamorándolas con el propósito de crear una dependencia hacia el proxeneta

A. F. V.

Golpe a la explotación sexual en Oviedo. Agentes de la Policía Nacional pertenecientes a la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Asturias detuvieron el pasado 13 de junio a cuatro personas, tres hombres y una mujer, como presuntos autores de delitos contra los derechos de los trabajadores, relativos a la prostitución, blanqueo de capitales y contra la salud pública por tener a tres jóvenes sudamericanas obligadas a jercer la prostitución en pisos de citas bajo amenazas si se negaban a hacerlo.

Las víctimas eran captadas por la táctica conocida como “lover boy”, que consiste en la captación de mujeres en sus países de origen, enamorándolas con el propósito de crear una dependencia hacia el proxeneta, seduciédolas mediante engaño, chantaje emocional y coacciones y aprovechandose de su situación de necesidad o vulnerabilidad. 

Los detenidos controlaban todas las actividades diarias de las mujeres, escoltándolas en su desplazamientos fuera de los pisos donde ejercian la prostitución y se encargaban de promocionar los servicios en páginas web especializadas de contactos en Internet.

Una parte de los beneficios obtenidos con la explotación sexual de las mujeres era enviado a Rumania, país de origen de los investigados, mediante empresas de transferencias de dinero.

Los cuatro detenidos, una vez finalizado el atestado por parte de la Policía Nacional, han sido puestos a disposición de la Autoridad Judicial, quien ha decretado su ingreso en prisión.

 Pisos de citas

El incremento de los “pisos de contactos” donde se ejerce la prostitución favorece que se puedan escapar al control legal sobre las actividades que se ejercen en las viviendas, siendo un caldo de cultivo para generar situaciones de explotación sexual y laboral. Las víctimas generalmente son jóvenes mujeres extranjeras, procedentes de bajos estratos sociales y que padecerían una situación de precariedad o necesidad económica, tanto de ellas como sus familiares en sus países de origen.