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Londres afirma que todos en la OTAN apoyan la rápida admisión de Ucrania
El jefe de la diplomacia británica, James Cleverly, aboga por exonerar a Kiev de un plan de acción para lograr la membresía en el bloque.
El secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, dice estar convencido de que toda la OTAN comparte su postura favorable a la admisión acelerada de Ucrania en esa alianza militar. El político compartió esa opinión en una reunión de patrocinadores occidentales de Kiev, llamada Conferencia de Recuperación de Ucrania y celebrada en Londres.
"Hemos visto a Ucrania evolucionar, y evolucionar rápidamente", sostuvo el jefe de la diplomacia británica. "La reforma de sus fuerzas armadas está sucediendo mientras están en conflicto", afirmó. Y por lo tanto, agregó, "la postura del Reino Unido sería muy, muy de apoyo" para que la alianza prescinda de su exigencia de cumplir con un "plan de acción para la membresía" antes de la admisión, y más teniendo en cuenta que no se requirió ninguno para acelerar la incorporación de Finlandia y Suecia.
Además, los ucranianos "han demostrado su compromiso con la reforma militar requerida para ser miembros de la OTAN, a través de sus acciones en el campo de batalla, y creo que todos los aliados de la OTAN lo reconocen", agregó.
Orígenes de la iniciativa
La idea de acelerar la adhesión al bloque político-militar proviene de la propia Kiev. Desde que su conflicto con Rusia se desencadenó en febrero pasado, Ucrania ha recibido decenas de miles de millones de dólares en armas y municiones de los países miembros de la alianza, cuyos oficiales entrenan a los efectivos de las Fuerzas Armadas de Kiev, les brindan datos de inteligencia y, presuntamente, ayudan a planificar sus ataques.
El ministro de Defensa de Ucrania, Alekséi Réznikov, declaró en una entrevista concedida a comienzos de este año que su país es "el escudo oriental de Europa y la OTAN". "Ya somos de facto un país de la OTAN, porque gran parte de nuestras municiones y armas provienen de países" de ese bloque, dijo.
En otra entrevista, Réznikov se quejó de que en 2008 la entonces canciller de Alemania, Angela Merkel, se opusiera a la "posibilidad muy factible de que Ucrania y Georgia se convirtieran en nuevos miembros" y persuadiera al resto de los líderes atlánticos, durante la cumbre de Bucarest, de "no provocar a Rusia".
Desacuerdos en la Alianza
Según dejan ver las declaraciones hechas en el mismo foro londinense y en los meses anteriores, otros líderes europeos son mucho más reservados o completamente opuestos a la iniciativa de una adhesión acelerada.
Así, la ministra de Asuntos Exteriores de Francia, Catherine Colonna, se limitó a una suposición al respecto: "Tal vez no exijamos el mecanismo del plan de acción para membresía (…), como se planeó en 2008", y eso es porque "estamos muy lejos de 2008, ha pasado el tiempo, la situación es bastante diferente".
Su homóloga de Alemania, Annalena Baerbock, declaró el 1 de junio que le resulta claro que "no podemos hablar sobre la nueva membresía en medio de una guerra", en referencia al conflicto armado en Europa del Este. Días antes, el jefe del Gobierno germano, Olaf Scholz, consideró que Ucrania no puede cumplir con "muchas de las condiciones" necesarias para adherirse al bloque.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, señaló en febrero pasado que aprecia la membresía de su país en la OTAN, pero la alianza, dijo, debe seguir siendo defensiva y no utilizarse para "atacar colectivamente a un tercer país". En ese sentido, afirmó que Budapest prefiere una "Ucrania soberana entre Hungría y Rusia".
Además, la admisión de Kiev no se hará factible sin el visto bueno de Washington. La semana pasada el presidente de EE.UU., Joe Biden, insistió en que el país eslavo cumpla con los mismos estándares que todos los demás y adelantó: "No vamos a hacerlo fácil".
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