Marta Maroto y uno de los exconcejales tránsfugas de Podemos, Víctor Hernández, en La Guardia (Toledo).

Marta Maroto y uno de los exconcejales tránsfugas de Podemos, Víctor Hernández, en La Guardia (Toledo). Eusebio García EP

Reportajes

La España de los pactos imposibles: del PP con Podemos en Toledo al PSOE con Vox en León

Hay pueblos de España donde la vecindad vence a lo ideológico y las rencillas o las venganzas guardadas a la disciplina de partido.

18 junio, 2023 03:44
Ismael Monzón Ángel Ortiz

Hay movimientos sísmicos que escapan a todas las mediciones, que ni los pactómetros, ni las encuestas, ni las tripas de un partido, ni los miles de rótulos que utilizan las televisiones durante las noches electorales podrían controlar. Los pactos, desde que se agrietó el bipartidismo asimétrico, siempre los pactos. Los dos partidos mayoritarios llevan meses ahí enfrascados. Vox y Bildu, Bildu y Vox, nacionalistas, etarras, ultraderecha. Los perdigones arrojados en la campaña del 28-M no eran sino un aperitivo de lo que falta por llegar, insuflados los ánimos por las alianzas autonómicas, los pactos en los ayuntamientos y la proximidad electoral. 

Hasta que alguien llega en algún pueblo alejado de los focos de la política madrileña y decide alinearse con su némesis. 

Ha ocurrido en unos cuantos municipios de España, difuminadas las líneas rojas de la política nacional en pueblos a menudo pequeños, de esos donde cinco minutos después llega el brindis con cerveza en el Bar Paco, donde las fobias y las filias, las rencillas y las venganzas personales, forman parte de una relación de vecindad y no ideológica. También sobrevuela la sospecha de qué se habrán ofrecido. 

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El problema es, precisamente, cuando esas decisiones llegan a las ejecutivas de sus respectivas formaciones. En esos casos, o se expulsa a los implicados, o se traga con el sapo, a riesgo de ofrecer una imagen de incoherencia. Por mucho que mantengan prietas las filas, en política no todo queda siempre atado.

La Guardia (Toledo) 

Siempre ha gobernado la izquierda en este pueblo de unos 2.000 habitantes de la provincia de Toledo. Y sólo el Partido Comunista e Izquierda Unida lograron discutirle el poder al PSOE, que lleva ostentando el cargo desde 1995. Su último alcalde, Francisco Javier Pasamontes, acumulaba hasta este sábado 12 años al frente del consistorio. Pero en Podemos han decidido que no repita debido a una gestión "nefasta". Y a una sentencia sobre los derechos de los trabajadores de los planes de empleo. Suena a venganza. 

Podemos se comportó previsiblemente hace cuatro años, cuando con sus tres concejales declinó la balanza del lado de los socialistas. Tanto PSOE como PP obtuvieron entonces cuatro escaños. Nadie esperaba que los morados fuera a pactar con el PP. Pero el secretario de Organización del PSOE en Castilla La-Mancha, Sergio Gutiérrez, fue el encargado de destapar la alianza con un tuit. 

La popular Marta Maroto, quien se ha encontrado en el asiento casi por casualidad, ya es alcaldesa de su pueblo. El candidato de Podemos, Alejandro Hernández, reconoció en una entrevista en la Cadena Ser que llevaba advirtiendo toda la campaña de que no iba a pactar con los socialistas por las "tropelías" que han cometido y que pensaba gobernar. 

La secretaria de Organización del partido en Castilla La-Mancha, Teresa Navarro, avisó de que "quien pacta con el PP se sitúa automáticamente fuera" y afirmó que los concejales serían apartados de "forma inmediata". Hernández y sus compañeros ya han sido expulsados del partido. En la foto, tomada este mismo sábado, no se nota a Hernández excesivamente preocupado junto a la nueva alcaldesa.

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"Al igual que nuestro partido lo ha hecho, exigimos a Paco Núñez y Feijóo que hagan cumplir en La Guardia el pacto antitransfuguismo y su candidata en esta localidad anule el pacto con los tránsfugas", reclamó Podemos al PP regional y nacional hasta el último minuto.

Grafedes (León)

En este otro municipio de un millar de habitantes, cerca de León, ocurre justo lo contrario. El PP había perdido la mayoría absoluta y empatado a tres concejales con el PSOE. La papeleta —en este caso, la mano alzada— ha sido para David Sánchez Ferreras, el séptimo concejal en liza y el único de Vox.  

Pues bien, el hombre ha roto el desempate en favor del socialista Leónides Bayón, que ostentará la vara de mando del ayuntamiento los próximos cuatro años pese a la petición expresa de su partido de que ni se le ocurriera. Todavía no ha sido expulsado, aunque está en el cadalso. Tampoco ha levantado la mano más nervioso de lo habitual ni, a tenor de las imágenes, Leónides Bayón —ya alcalde socialista de la localidad— parecía incómodo con el favor de la ultraderecha.

Menos antinatural es lo ocurrido en Santa María de Ordás, también en la provincia de León. Allí Vox fue el partido más votado. Sin embargo, para evitar que la alcaldía quedara en manos de la formación de extrema derecha, PSOE y PP han sellado un acuerdo para que gobiernen los socialistas, que obtuvieron mayor representación que los populares. Un acuerdo a la antivalenciana.

Manilva (Málaga) 

En esta localidad malagueña la ecuación es más compleja, ya que el reparto del consistorio quedó muy fragmentado y durante las últimas semanas se han desarrollado varias negociaciones en paralelo. La formación independiente Compromiso Manilva, que obtuvo más papeletas que nadie, anunció primero un pacto con el PSOE para gobernar en minoría, de forma que se reeditaría la actual alianza de gobierno. 

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La única alternativa era que unieran sus fuerzas PP, Vox y Con Andalucía, una confluencia de fuerzas en la que están Podemos, IU o Los Verdes. De forma muy sorprendente, ésta fue la fórmula elegida, por lo que la vara de mando ha terminado en manos de Mario Jiménez, el candidato de IU. Vox y Con Andalucía dieron sus votos en la investidura para que el popular José Manuel Fernández se haya convertido en el pimer alcalde del PP de la historia del municipio, que gobernará en minoría. 

¿Cómo ha ocurrido esto? Con Andalucía, por una parte, justifica su decisión en los deseos de regeneración municipal y la lucha contra la corrupción. Jiménez está actualmente siendo juzgado por su presunta implicación en la concesión de contratos municipales al marido de la anterior regidora, Antonia Muñoz, condenada por una trama de enchufismo que ha detectado hasta 749 contrataciones ilegales. 

San Martín del Rey Aurelio (Asturias) 

También hay sorpresa en este municipio asturiano de 16.000 habitantes, un premio no menor, una localidad de un tamaño importante que ha caído del lado de Izquierda Unida gracias al apoyo del PP. Los populares aseguraron que mantenían las negociaciones abiertas tanto con IU como con el PSOE, pero ante "la incapacidad manifiesta de los últimos ejecutivos socialistas para gestionar el concejo de una manera adecuada" y las dificultades de la izquierda para alcanzar un pacto.

El PP propuso, además, ir más allá con el acuerdo y entrar en el reparto de concejales. El significativo tamaño de este municipio, y lo extraño del movimiento, ha tenido incluso repercusiones a nivel autonómico, ya que el PP estaba negociando un gobierno con Foro Asturias que ahora no se termina de fiar de sus socios. No es la primera vez en la historia que PP e IU pactan en Asturias, aunque esta atípica confluencia suele producirse en localidades más pequeñas.