La denuncia de una asturiana con cáncer terminal: «Me niegan el tratamiento por un recorte político»

ASTURIAS

N.P.P. sujeta la hoja con la que empezará a recoger firmas
N.P.P. sujeta la hoja con la que empezará a recoger firmas

N. P. P., de 57 años, padece síndrome de Sézary y empezará a recoger firmas tras quedarse sin su medicación: «Cada caja de 15 pastillas me cuesta 45 euros y tomo tres al día»

14 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

«Me niegan el tratamiento por un recorte político». Es la denuncia de N. P. P., una castrillonense de 57 años que desde hace cuatro años padece un cáncer denominado síndrome de Sézary. Según explica la afectada, quien hace tres meses recibió un trasplante de médula, la Seguridad Social ya no le cubre las pastillas (Ondansetrón) que tomaba para calmar las náuseas y los vómitos, síntomas derivados de la medicación que toma a causa de su enfermedad. «Un día llegué a la farmacia y me dijeron que eran 45 euros por la caja que tomaba, que trae 15 pastillas. Y tomo tres de esas pastillas al día», asegura la mujer, que ya ha empezado a recoger firmas «contra los recortes de medicamentos en tratamientos crónicos».

A la afectada le detectaron la enfermedad hace cuatro años y, por entonces, le dijeron que le daban cinco de vida. Ahora, tras tres tratamientos, haber pasado por cuatro meses de quimioterapia y por un trasplante de médula el pasado 9 de marzo, denuncia «recortes» en su tratamiento. A pesar de que el sistema sanitario sí le ofrece una alternativa, no termina por ser de su agrado: «Las mejores pastillas son las que tomaba antes, las de ahora producen diarrea y no calman los vómitos tan bien como las otras». Explica N. P. P. que le habrían quitado la cobertura del Ondansetrón por ser trasplantada y no paciente de quimioterapia.

«Desayuno con 16 pastillas y a lo largo del día me llego a tomar más de 28»

«La médica intentó hacerme una nueva receta y le salía denegada, ahora solo la ofrecen a los pacientes que estén sometidos a ciclos de quimioterapia. Pero esto es peor, porque con el trasplante es como si llevara la quimio dentro», denuncia la afectada, a la que le habría dejado de proporcionar la medicación hace tres semanas. Y es que la castrillonense vive con su marido, que es pensionista y también padece un cáncer, en su caso de próstata: «Vivimos con una pensión bastante baja y encima ahora nos recortan en medicación».

Recogida de firmas

Ante las negativas que recibe por parte de las inspecciones médicas del área sanitaria que le corresponde, la afectada ya prepara una denuncia que acompañará de todas aquellas firmas que pueda recoger en apoyo a su causa y a la de tantos otros pacientes oncológicos crónicos. «Voy a ponerme en el mercado de Piedras Blancas y pasaré por los comercios para poder recoger todas las que pueda», asegura N. P. P.

La esperanza de vida del síndrome de Sézary es aproximadamente de cinco años. A ella se lo detectaron hace cuatro. Lamenta que en su día a día esta situación la limite en sus quehaceres, sobre todo por la cantidad de medicación que tiene que tomar: «Desayuno con 16 pastillas y a lo largo del día me llego a tomar más de 28». Además, la afectada tiene que seguir una dieta muy estricta y todavía tiene que estar con la mascarilla de forma constante por tener las defensas bajas. A pesar de todo no pierde el humor. «¿Y sino qué nos queda».