Ni la polémica por Doñana ni la sequía acuciante que afecta a toda España, especialmente en el sur de la península, le ha valido a Juan Manuel Moreno Bonilla para dar un paso atrás en su lucha por el agua. De hecho, ha dado un salto hacia delante. Ahora la Junta de Andalucía ha enviado una solicitud al Gobierno de Pedro Sánchez para que libere agua de los embalses para la celebración de la romería del Rocío. En concreto, el ejecutivo andaluz ha trasladado una petición a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que depende de la Administración central, para facilitar que haya suficiente agua en el río Guadiamar y que los rocieros puedan llevar a cabo el tradicional cruce del cauce. Todo mientras se juntan sendas protestas de los sanitarios contra el dirigente del PP por no retirar la orden de derivar pacientes a la sanidad privada.

Más agua para los rocieros

Según publica este jueves el diario El Mundo, el Gobierno andaluz ha enviado en las últimas horas una carta a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para solicitar el desembalse de agua del embalse del Agrio para que aumente el cauce del río Guadiamar de cara a la celebración de la romería del Rocío, prevista para finales de este mes de mayo. Y es que el paso de este río por el conocido como Vado del Quema -situado en el municipio sevillano de Aznalcázar- es una de las tradiciones más conocidas del camino que hacen los rocieros desde Sevilla hasta la aldea del Rocío ya que, además, es la localización elegida para llevar a cabo el llamado "bautismo" para los peregrinos que se inician en esta práctica.

La Consejería de Presidencia del Ejecutivo del Partido Popular de Moreno Bonilla justifica esta petición en la integridad de los caballos que acompañan el camino a los participantes de esta fiesta. Tal y como indican en el citado periódico, las fuentes aseguran que buscan "garantizar la seguridad y salubridad de los animales" así como que es importante mantener un mínimo de cantidad del agua en los cauces para mantener los ríos desde el punto de vista ecológico. Y es que la intensa sequía está haciendo peligrar esta tradición a la luz de la falta de lluvias y, por tanto, de cantidad de agua que baja. Así, los responsables del Plan Romero de la Junta -en manos del consejero de la Presidencia, Antonio Sanz- ha elevado sus peticiones a la CHG.

Ahora, la CHG -que depende del Ministerio para la Transición Ecológica- tendrá que estudiar en los próximos días esta demanda. Y parece que están dispuestos siempre y cuando "se pueda hacer coincidir con uno de los desembalses de los previstos en mayo para el riego agrícola", ha explicado un portavoz a El Mundo, en referencia a la suelta de agua que se suele hacer en estas fechas para garantizar los cultivos. Cabe destacar que el embalse del Agrio se encuentra actualmente al 75% de su capacidad mientras el año pasado el Guadiamar sí tenía suficiente agua. Entre tanto, el camino de ida hacia la aldea del Rocío está previsto que se celebre del 22 al 26 de mayo y la Romería será del 26 al 29 de mayo.

La sequía y Doñana

Esta iniciativa se ha producido en un momento tenso para el Gobierno del popular Moreno Bonilla, no solo a nivel sanitario. Y es que en las últimas semanas hay una sequía que está afectado a todo el territorio español, pero especialmente a la zona sur de la península debido a la falta de lluvias y las elevadas temperaturas. De hecho, el Guadiamar es uno de los más perjudicados hasta el punto de que se pueden ver tramos del lecho por la falta de agua, algo que se agrava teniendo en cuenta de que es el río que provee a Doñana, escenario de la mayor polémica del dirigente. Tanto el Gobierno de Pedro Sánchez como los grupos parlamentarios en el Congreso de los diputados se han manifestado en contra el plan de regadíos del Ejecutivo en el parque, que han tildado como "el Prestige de Bonilla".

Asimismo, la sequía ya ha puesto en jaque también el abastecimiento para el consumo humano. Esto ha llevado incluso a Moreno -que está impulsando estas iniciativas al mismo tiempo- a advertir este mismo miércoles en una visita en Córdoba de posibles limitaciones "si no lloviese" de aquí al mes de septiembre. "Habría que tomar la decisión de poner limitaciones en el uso del agua para el riego, el baldeo de calles, el llenado de piscinas y el riego de jardines", ha sostenido. La Administración regional es competente en este caso en las cuencas mediterráneas, que abarcan "el 27% del territorio andaluz", por lo que estaría en sus manos la puesta en marcha de estas medidas para ponerle coto.