La temporada de incendios forestales se adelanta este año más de lo previsto. La extensión de las llamas y las características del fuego iniciado en Villanueva de Viverhace que ya se le pueda considerar el primer gran incendio forestal de la temporada.

En total, las llamas superan las 500 hectáreas y se escapan a la capacidad de control. De hecho, es capaz de crear una meteorología interna con pirocúmulos que pueden generar algunas tormentas dentro del propio incendio y provocar que se abran nuevos focos.

Se trata de una situación insólita para el mes de marzo. Los grandes incendios forestales se suelen producir en verano, entre los meses de julio y agosto. Ya en 2022, el primer incendio de la temporada, el de la Sierra de la Culebra fue llamativo por su prontitud, si bien se produjo a mediados de junio.

Ahora, tres meses antes, es absolutamente excepcional. De hecho, este jueves se cumplió la 'regla del 30', que tal y como ha explicado Fernando Cacho, suele preocupar a los meteorólogos en verano. Es decir, se rozaron los 30ºC de temperatura, el viento alcanzaba los 30 kilómetros por hora y la humedad bajó por debajo del 30%.

Además, el viento de poniente está dificultando la situación, y se espera que la meteorología vuelva a ser desfavorable esta misma tarde, cuando las temperaturas seguirán siendo muy altas. El sábado mejoraría, pero el domingo el clima vuelve a ser extremo en casi todo el país.

El cóctel perfecto para los incendios forestales

Lo cierto es que la primavera del 2023 ha arrancado con hitos sorprendentes en el campo de la meteorología que han propiciado que este tipo de incendios se puedan producir. El invierno en el interior de Castellón y Teruel ha acabado siendo uno de los más secos de la última década y la primavera ha arrancado con temperaturas récord.

Además, España ha alcanzado otro récord insólito: este 2023 ha sido el año que se han alcanzado los 30ºC más temprano desde que existen registros, el pasado 11 de marzo, cuando lo normal suele ser el 24 de mayo.