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La moda nunca ha sido únicamente una cuestión estética. A través de la moda se ha reflejado la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, se han apreciado desde las crisis económicas hasta los momentos de esplendor y hasta una pandemia ha quedado tejida entre puntadas. Prendas y colecciones se convierten en uno de los mejores reflejos de los diferentes momentos sociales, algo que se evidencia aún más cuando, prestando atención a las semanas de la moda, comienzan a repetirse determinadas fórmulas sin cesar.
Sin ir más lejos, en la semana de la moda de París FW 23-24 ya se están percibiendo varias corrientes. Para empezar, las firmas de moda han rebajado la dosis de espectáculo y están volviendo a poner el foco en la moda puramente dicha, buceando en el archivo de las centenarias firmas o subrayando el valor del savoir faire que la sostiene.
Más allá de esto y entre todas las tendencias que pueden apreciarse sobre la pasarela parisina, hay otra especialmente llamativa y, es que, han sido muchos los desfiles donde la atención se ha centrado en el pecho femenino, algo que en la temporada pasada veíamos a través de pezoneras o apliques joya y que ahora se torna mucho más literal, bien sea a través de tejidos semitransparentes, como tules o rejillas, visto en firmas como Dundas, o dejando al descubierto el pecho a través de escotes imposibles, como ha sucedido en Germanier.
Pero si ha habido un desfile llamativo en esta materia, ese ha sido el de la firma Ann Demeulemeester, el primero con Ludovic de Saint Sernin a la cabeza. En el mismo, varias modelos aparecían de una elegante manera cubriéndose el pecho con las manos, algo que ha llamado la atención de la industria y que vuelve a poner el foco en el pecho femenino.
Los ejemplos no han dejado de llegar de la mano de firmas tan dispares como Off-White, Marcia, Victoria/Tomas o Kimhekim, donde una modelo aparecía casi desnuda sobre la pasarela para realizar una performance con las perlas que cubrían su cabeza.
Casualidad o no, este momento sobre las pasarelas coincide con el fin de la censura de los pezones femeninos en redes sociales como Instagram y Facebook, un tema que ha dado lugar a numerosos movimientos feministas en los últimos años, como el famoso Free The Nipple.
Asimismo, mientras esto sucede sobre las pasarelas, el street style también apuesta por las transparencias más extremas y el no bra, dejando a la vista el pecho femenino. Una tendencia que concuerda asimismo con el auge de la fiebre no pants que ha invadido la moda en los últimos meses o la preferencia por dejar la ropa interior a la vista que lleva imperando varias temporadas. Sin duda, una apuesta estilística arriesgada que tiene detrás muchas más razones y reivindicaciones de las que pueda parecer a simple vista.
