El director de 'Charlie Hebdo': "Tuvimos la sensación de que la izquierda nos traicionó"

Se cumplen ocho años del atentado islamista contra la revista satírica francesa. Laurent 'Riss' Sourisseau, superviviente del ataque, denuncia que el 'wokismo' abraza la censura.

El 7 de enero de 2015, dos terroristas islamistas llamados Saïd y Chérif Kouachi irrumpieron en la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo y comenzaron a disparar indiscriminadamente a los profesionales que se encontraban en el lugar en ese momento. El atentado, reivindicado días después por la organización terrorista Al Qaeda, se saldó con 12 personas asesinadas y 11 heridos. Ambos terroristas consiguieron huir y el gobierno francés decretó el máximo nivel de alerta terrorista en el país.

A los dos días, las fuerzas de seguridad de Francia localizaron a los terroristas y, tras un intenso tiroteo, fueron abatidos. Ocho años después, el director de Charlie Hebdo -en el cargo desde 2009- y superviviente del atentado, Laurent Riss Sourisseau, cuenta cómo fue el ataque en su libro Un minuto cuarenta y nueve segundos y critica la reacción que tuvo la izquierda con ellos -en aquel momento, el socialista François Hollande era el presidente de Francia- en una entrevista con el periódico español El Mundo.

"Tuvimos una sensación de traición"

Charlie Hebdo nunca negó que defienden una tendencia progresista, a la izquierda. Pero, tras el atentado, Riss aseguró que sintieron una "traición" por parte de aquellos que, políticamente, eran más cercanos a la línea editorial de la revista:

Es un concepto un poco fuerte, pero la verdad es que tuvimos una sensación de traición. Fuimos traicionados por personas que en teoría eran cercanas política e históricamente: en circunstancias difíciles nos soltaron, nos dejaron caer y nos hundieron la cabeza bajo el agua. Fue una paradoja, prácticamente nos apoyó más la gente que pertenecía a la derecha. Resultó que la derecha republicana, vinculada a los valores liberales del siglo XIX, los de la libertad que son los de toda democracia, fue la que mejor nos defendió.

Además, afirmó que la izquierda abandonó la defensa de la libertad de expresión:

Históricamente, la izquierda era el gran garante de la laicidad y la libertad de expresión pero ahora no las defiende, se ha distanciado de unos valores por los que había luchado. Este sentimiento de traición es increíble.

"El wokismo es restrictivo"

Riss señaló que el wokismo abraza la censura por propio complejo:

La gente que se entrega a este tipo de discursos consagra su imaginación política a prohibir más que a abrir nuevos horizontes. El wokismo es un movimiento restrictivo, como si ellos mismos tuvieran miedo de su propia libertad. Funciona un poco como una religión. Los religiosos fabrican dogmas en los dominios que no controlan: deseos, intimidad... Hoy en día se trata de jóvenes de 20 años que piensan como la gente de extrema derecha de hace tres décadas: su discurso es exactamente el mismo que tenían asociaciones familiares ultraconservadoras, católicas o de la derecha más integrista.

El director de Charlie Hebdo matizó que aquellos que siguen los dogmas de la dictadura woke son partidarios de ideas retrógradas:

Se creen de izquierdas pero son de un moralismo ultrareaccionario. El wokismo es realmente una reacción contra algo adquirido, eso es lo que significa reaccionario: retroceder, volver atrás.

El terrorismo islamista nunca estará totalmente controlado

En la última década, el terrorismo islamista perpetró varios atentados, como el de París en noviembre de 2015 o el de Niza en 2016. Estos ataques dejaron más de 230 personas asesinadas. Riss cree que la vigilancia a las células terroristas aumentó, pero nunca se podrá evitar aquellos atentados "impredecibles" como el ataque que sufrió Salman Rushdie en Nueva York en 2022:

No ha cambiado nada. Sí diría que se ha intensificado la vigilancia policial y hay menos células terroristas dispuestas a cometer actos violentos o poner bombas. La policía se ha dado cuenta de que no fue lo suficientemente eficaz en su vigilancia a los radicales. Aunque luego están los ataques impredecibles de tipos con un cuchillo o machete en plena calle... Nunca puedes estar completamente a salvo. No hace más que confirmar la prudencia que debemos tener siempre. Considero que no ha terminado... Toma nuevas formas, pero no ha terminado. Los islamistas luchan cada vez menos con las armas, lo hacen con los debates de ideas, al reivindicar que en las escuelas se puedan lucir símbolos religiosos, por ejemplo.