Seat y el litigio con Fiat por el Ronda: 40 años de una batalla histórica

Giovanni Agnelli en persona dio la orden. "No existen enemigos pequeños. Sabemos que Seat pueda hacernos mucho daño", dijo el patrón del Grupo Fiat.

En los años '50 Fiat había sido generosa licenciando sus coches a diversas marcas: Seat, Polski-Fiat, Lada, etc. Eran años en los que el proteccionismo de los estados estaba vigente y en muchos países, entre ellos España, la importación de vehículos estaba seriamente restringida.

La relación Seat-Fiat parecía ir viento en popa hasta finales de los '70. Seat había lanzado incluso algunos modelos propios, como el Seat 133 o el Seat Sport –más conocido como 'bocanegra'– aprovechando plataformas y motores Fiat. Pero Seat estaba en crisis.

El INI, accionista mayoritario y gestor de la marca española, negoció en 1979 para que Fiat se hiciera cargo de Seat. Los italianos debían pasar a tener el 80% de las acciones y se comprometían a una importante inversión en la marca española. Todo parecía ir sobre ruedas cuando Fiat, que ya tenía algunos problemas, 'descubrió' que Seat tenía deudas por valor de 20.000 millones de pesetas, cantidad descomunal entonces, y una plantilla sobredimensionada, más de 30.000 trabajadores.

Los italianos no lo dudaron: se retiraron de la operación. Vendieron su participación en Seat al INI por una peseta, permitieron a la marca continuar fabricando los modelos que tenía en catálogo, incluidos los motores, y dieron permiso para realizar el 'restyling' de los 127, Ritmo y 131. Eso sí, siempre que hubiera cambios signiticativos de la panelería externa para alejarse de la imagen Fiat. Por si fuera poco, también acordaron comprar 400.000 coches en cinco años con logo Fiat.

Todo cambió, sin embargo, cuando Seat comenzó sus movimientos para exportar el Ronda. En Fiat estimaron que el modelo no se diferenciaba lo suficiente del Ritmo e interpusieron la demanda de arbitraje. De hecho, el Ronda se parecía mucho a la segunda generación Ritmo, pero ésta se presentó después que el Ronda.

Seat, obviamente, se opuso. Ambas partes hicieron hablar a sus peritos. Fiat, a Giorgio Giugaro, el diseñador del Ritmo, modelo en el que se basaba el Ronda. Seat recibió ayuda de Porsche y Bill Mitchell, diseñador estrella de General Motors.

El meollo de la cuestión giró en torno a concepto 'restyling'. Giugiaro estimó que los cambios eran insuficientes porque no se había cambiado nada en los laterales. Seat, por el contrario, se basaba en que en los 'restyling' se cambiaba el frontal del coche y algo en la parte trasera, mientras se mantenían habitualmente los laterales sin retoque.

Los miembros de la corte visitaron Seat. Descartaron que hubiera habido trasvase de información. La marca española había preparado una serie de coches de diferentes marcas, todos blancos, para que se pudieran apreciar dónde radicaban los restyling. Reveló un dossier con las 600 piezas diferentes que tenía el Ronda frente al Ritmo.

Pero la traca final fue un Seat Ronda amarillo y negro. Las partes de la carrocería pintadas en negro correspondían a los paneles que se conservaban del Ritmo. Las amarillas, a las diseñadas específicamente para el Ronda.

Frontalmente sólo se veían partes amarillas: paragolpes, calandra, inicio de los pasos de rueda y capó, amén de las llantas. Detrás, básicamente el paragolpes y el panel posterior que servía de apoyo al portón. El resto, pequeños detalles: retrovisores, una moldura, tiradores de las puertas, etc. Y en el interior también se pintaron de amarillo los cambios: tablier, consola, bandejas en las puertas, manetas, volante, etc.

Un año más tarde, el 24 de noviembre de 1983, la Corte emitió su veredicto. El Seat Ronda era claramente diferente del Ritmo, respetaba el acuerdo de ruptura entre las dos marcas y por tanto Seat podía comercializarlo y exportarlo, incluso a Italia. Y Fiat debió hacer frente a las costas del arbitraje.

Hoy, el Seat Ronda 'Tribunal de París' se conserva en el Hangar A122 de lo que fueron las instalaciones de Seat de Zona Franca, donde está junto los demás automóviles de la colección histórica de la marca.