Miles gloriosus

TEATRO PRINCIPAL DE ALICANTE

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De Plauto. Versión: Antonio Prieto

Dirección: Pep Antón Gómez

Vuelve el latino Plauto con una de esas comedias que generalmente son versiones libres de originales griegos. Personajes arquetípicos, enredos, confusiones e ingenua comicidad con trazos de brocha gorda como en «Miles gloriosus». Se evoca el instinto popular de la comedia del arte, nacida a mediados del siglo XVI en Italia, con el militar fanfarrón, que ha inspirado a capitanes o generales con sus autobombos de ridículos héroes invencibles.

El sirviente (Ángel Pardo), cínico y metomentodo, es el artífice de estas situaciones que estimulan la relación entre el auditorio y el escenario. Sobre todo si hay algún actor muy conocido. Famoso por su faceta televisiva, Carlos Sobera contribuye al desarrollo de los efectos cómicos y al juego que proponen los caricaturizados pasajes. Estas obras exigen cierta adaptación a nuestra realidad. Es la versión libre de Antonio Prieto, quien también interpreta a uno de los criados.

La escenografía de Alejandro Contreras tiene paneles en raíles. Y el militar raptó a una joven enamorada de un hombre. El otro sirviente convence al fanfarrón, con casco emplumado, de que una mujer está enamorada de él y de que debe dejar a la otra. Este es el juego de Plauto. Siguen vigentes la fatuidad y el abuso. El reparto asume las pautas de Pep Antón Gómez, según lo descrito, y lo completan Elisa Matilla, Elena Ballesteros, Juanjo Cucalón, David Tortosa y Arianna Aragón.

El protagonismo de Pardo sostiene equilibradamente su quehacer, y la popularidad de Sobera, procurando ser él mismo, logra el fervor de la mayoría. En tiempos de Plauto se intercalaban canciones. Aquí recordamos a la antigua revista musical española por las escenas de parodia y la música de Mariano Marín. Canta al principio Carlos Sobera. Todos lo hacen al finalizar, recordando el carácter de Lina Morgan, e invitan a cantar, a ser felices y a bailar, con la coreografía de Luis Santamaría, al numeroso público que asistió a la última función del 6º Festival de Teatro Clásico en el Principal de Alicante.