Los técnicos trabajan a contrarreloj para evitar el desborde tras el descubrimiento de un hoyo en uno de sus desagües. El servicio metereológico prevé lluvias intensas e inundaciones
13 feb 2017 . Actualizado a las 22:39 h.Unas 200.000 personas han sido evacuadas en el norte de California por peligro de desbordamiento de la presa de Oroville, la más alta de todo el país. Los técnicos trabajan a contrarreloj para reparar la esclusa de emergencia, severamente dañada. Si el problema no se soluciona, podría terminar con una inundación de las zonas cercanas al pantano.
Los expertos intentan reparar la erosión utilizando sacos de piedras para taponar la fuga y evitar así una crecida descontrolada del río Feather, según informa el periódico Los Ángeles Times. Los operarios ya han logrado sacar agua de la esclusa dañada para rebajar la presión, en el marco de unos trabajos que estiman que costarán al menos 200 millones de dólares. La meteorología no ayudará. Las lluvias, que se prevén intensas a partir del miércoles, provocarán posiblemente una crecida en el lago Oroville.
La presa se encuentra en niveles muy altos tras las intensas precipitaciones y nevadas de las últimas semanas, tras cinco años de sequía. Las previsiones apuntan a que será uno de los inviernos más húmedos de la historia en el norte de California.
La población de la zona fue puesta bajo alerta el domingo por las fuerzas de seguridad, después de que un grupo de ingenieros detectaran una serie de daños estructurales en uno de los principales aliviadores de la presa. En vista de este riesgo, las autoridades ordenaron la evacuación de las localidades de Oroville, Palermo, Gridley, Thermalito, South Oroville, Oroville Dam, Oroville East y Wyandotte. Para facilitar el proceso, los Servicios de Rescate de California desplegaron cerca de 250 efectivos en la zona.
El citado diario explica que la causa concreta de la alerta fue un hoyo en el desagüe de la presa. «Una vez que la estructura está dañada, como en este caso, la situación se vuelve catastrófica», ha aseverado el director del Departamento de Recursos Hídricos de California, Bill Croyle, que ha añadido que el estado de la presa sigue siendo impredecible. Croyle ha aconsejado no desplazarse hacia el norte y ha indicado que, a pesar de que «la integridad estructural de la presa no se ha visto afectada, ordenar las evacuaciones ha sido una decisión sensata».