El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha advertido de que Rusia está preparando un "golpe decisivo" en la ofensiva energética en la que ha suspendido sus envíos de gas a través del gasoducto Nord Stream 1.

"Rusia estos días intenta incrementar aún más la presión energética sobre Europa. El envío de gas a través del Nord Stream 1 se ha paralizado completamente", ha apuntado Zelenski en su mensaje de vídeo diario.

"Rusia quiere destruir la vida normal de todos los europeos, en todos los países de nuestro continente" con el objetivo de debilitar e intimidar a los países europeos, ha argumentado.

En lugar de carros de combate y misiles, Rusia utiliza la energía como un arma, ha aseverado, y prepara para este invierno un "golpe decisivo" en el sector energético.

Para Zelenski, solo una mayor cohesión podría combatir esta estrategia, coordinando mejor su respuesta y ayudándose más mutuamente. Además, ha argumentado, es necesario incrementar la presión sobre Rusia para reducir sus ingresos por petróleo y gas.

Además, Zelenski ha condenado el "inaceptable" incidente en el que han resultado heridos varios niños durante una feria de armamento en Chernigov y ha asegurado que la negligencia se castigará.

Rusia acusa a Ucrania

Por su parte, el Gobierno de Rusia ha asegurado que las fuerzas ucranianas han intentado recuperar por la fuerza en la madrugada del pasado sábado el control de la central nuclear de Zaporiyia, controlada por la tropa rusas desde principios de marzo. Habría 47 fallecidos, incluidos diez "mercenarios extranjeros", y 23 heridos, según Moscú.

El Ministerio de Defensa ruso ha denunciado un ataque anfibio sobre las instalaciones aunque un portavoz, Igor Konashenkov, ha explicado que dicho asalto fue repelido, según la agencia de noticia Interfax.

"El 2 de septiembre sobre las 23.00 horas, hora de Moscú, dos grupos de embarcaciones y lanchas a motor con un total de 42 unidades y una fuerza de desembarco de más de 250 personas de las fuerzas de operaciones especiales y mercenarios extranjeros intentaron desembarcar en la costa de la reserva de Kajovka, en las regiones de Energodar y Dneprorudni", ha explicado Konashenkov.

La respuesta la dieron "cuatro (cazabombarderos) Su-30 y dos helicópteros Ka-52 de las Fuerzas Aeroespaciales rusas" y "como consecuencia fueron destruidas 20 embarcaciones".

El resto de embarcaciones dieron media vuelta y volvieron en dirección a la costa ucraniana. "La artillería rusa con obuses Malka de alta potencia atacó la costa ucraniana en Vishetarasovka y Chervonodneprovka, donde llegaron los remanentes de la fuerza de desembarco", según Konashenkov, que ha responsabilizado al "régimen de Kiev" de esta intentona lanzada a pesar de la presencia de personal del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en la central.

Moscú y Kiev se cruzan constantes reproches por la presunta actividad de ambos bandos en las zonas aledañas a la central de Zaporiyia. El OIEA constató esta semana pruebas de ataques en las instalaciones.