Así logró descartar la Policía Nacional un caso de sumisión química en Ferrol

Carmela López
Carmela López FERROL /LA VOZ

FERROL CIUDAD

Planta de burundanga, que provoca intoxicaciones
Planta de burundanga, que provoca intoxicaciones CÉSAR QUIAN

El visionado de las cámaras de una discoteca desmontó la denuncia de agresión sexual de una joven; los restos hallados en el cuerpo correspondían a un medicamento

11 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El visionado de muchas horas de grabaciones de varias cámaras de vigilancia, el interrogatorio de testigos y consultas al Sergas permitieron a la Policía Nacional dar con lo que había sucedido tras la denuncia de una joven de Ferrol que hace dos semanas dijo haber sido víctima de abusos sexuales por sumisión química. La posibilidad de que pudiese haber un depredador sexual de ese tipo en la zona puso en alerta al personal de la Comisaría de Ferrol-Narón, que se volcó de lleno en unas investigaciones que concluyeron hace un par de días, descartando por completo la existencia del denunciado caso de sumisión química.

La denunciante y una amiga habían relatado a la policía que no recordaban nada de lo ocurrido tras las primeras horas de fiesta en una discoteca de la ciudad hasta que una de ellas despertó al día siguiente con un joven en la cama en la casa de este. Acto seguido, y siempre según la versión de las dos jóvenes, se fue para la vivienda de su amiga y las dos se hicieron pruebas en un centro sanitario, en las que se detectó la presencia de benzodiazepina, un medicamento psicotrópico que actúa sobre el sistema nervioso central, con efectos sedantes, hipnóticos y ansiolíticos, por lo que la primera presentó la denuncia en la comisaría.

Al ser interrogadas sobre lo que podía haber ocurrido, manifestaron que seguían sin recordar parte de la noche, pero dirigieron las sospechas de que alguien les había echado algo en las bebidas a un cliente de la discoteca que estaba cerca de ellas. Solo recordaban que al salir se encontraron en la puerta con el joven con el que una de ellas apareció en la cama por la mañana.

El visionado de las grabaciones de las cámaras de vigilancia de la discoteca permitió a la policía comprobar que nadie había echado nada en las copas de las chicas y que las dos habían estado bailando cerca de dos horas con el joven que aseguraban haber visto por primera vez esa noche en la puerta, cuando ya se marchaban.

Respecto a la presencia de la benzodiazepina, las investigaciones policiales permitieron comprobar que dicho fármaco les había sido recetado a ambas a raíz de un accidente una semana antes, algo que ellas no habían apuntado en sus manifestaciones. Este medicamento potencia los efectos del alcohol pero no anula la voluntad y sus restos se eliminan de la sangre en un 50 % en siete días y el resto todavía tarda más.

Las pesquisas policiales se centraron también en el joven con el que amaneció la denunciante y en sus compañeros de piso. La versión de estos es que las chicas fueron primero a la casa de la amiga y después a la de ellos, en la que tuvieron una discusión entre ellas, al parecer porque la que se marchó le recriminaba a su amiga que tuviese intención de quedarse allí, porque tenía novio.

Una vez que la policía logró desbaratar la versión de la denunciante, esta sostuvo que no accedió a mantener relaciones sexuales, por lo que el asunto está ahora en manos de un juzgado de Ferrol. El joven con el que se despertó en la cama ya está citado para prestar declaración en sede judicial dentro de unos días, en calidad de investigado no detenido, por un supuesto delito de abusos sexuales.