Las causas contra David S. O., más conocido como El Tuvi, por la violencia extrema que ejerce contra las mujeres -dos víctimas mortales y otra que estuvo a punto de morir es el balance criminal que se le atribuye- se le acumulan. El presunto asesino de Wafaa Sebah, la joven desaparecida en Carcaixent en noviembre de 2019, se ha sentado esta mañana ante un juzgado de Lo Penal de València para responder por los presuntos malos tratos y coacciones a los que sometió a una exnovia en 2020, cuando ya había cometido presuntamente sus dos crímenes -también está investigado por el asesinato de Isabell Raducanu, la mujer embarazada estrangulada en Xàtiva-, pero antes de que fuera localizado el cadáver de la joven de 19 años en un pozo de una finca rural de la Pobla Llarga.

El Tuvi tenía señalados para hoy dos juicios en el Juzgado de lo Penal número 17 de València, uno por maltratar de forma continuada a su expareja y por amenazarla de muerte, y el otro por intentar asfixiarla y por quebrantar la orden de alejamiento. El primero se ha celebrado y ha quedado visto para sentencia, mientras que el segundo ha tenido que suspenderse por una cuestión de competencias, dado que las penas que solicita la acusación particular, ocho años de prisión por tentativa de homicidio y un año por el quebrantamiento, deben de ser juzgadas por la Audiencia Provincial.

A estos nueve años de cárcel a los que se enfrenta se le suman las penas solicitadas en el primer juicio. La Fiscalía pide para el acusado tres años de prisión por dos delitos de malos tratos y otros dos de amenazas, todos ellos en el ámbito de la violencia contra la mujer. En el caso de la acusación particular las penas ascienden a once meses de cárcel por cada uno de estos cuatro delitos y otros nueve meses por un delito de coacciones.

El Tuvi se ha limitado a negar los hechos alegando que todas las denuncias son mentira y que era su ex la que le acosaba a él "porque era una celosa". No obstante, la víctima ha relatado en Sala dos episodios violentos que sufrió. El presunto asesino de Wafaa incluso llegó a manifestarle: "A la última que me vaciló aún la están buscando", según se recoge en el escrito de la acusación.

Uno de estos episodios violentos se produjo el 6 de agosto de 2020 cuando, tras una discusión, el acusado empezó a golpear puertas y paredes y le dio una patada. "Se ponía siempre muy agresivo y violento", relata la agredida. Tras ello, la víctima intentó marcharse de la casa del acusado pero éste le hizo una llave de lucha y se lo impidió. Ante el miedo que padecía, no opuso resistencia y esperó a la mañana siguiente a que él la llevara a su domicilio.

Posteriormente, el 19 de agosto tuvo lugar el segundo episodio violento. La víctima ha explicado ante el juez que su pareja se puso a dar puñetazos en el coche y le agredió en una pierna. Fue en ese momento cuando le confesó en lo que podría entenderse como una amenaza velada: "A la última que me vaciló aún la están buscando". En ese momento la joven no sospechaba que hacía unos meses había acabado presuntamente con la vida de otra persona, Wafaa, tras torturarla y que la había arrojado a un pozo. La joven decidió presentar una denuncia y puso fin a la relación, pero su ex siguió acosándola, como relató en su día a Levante-EMV.

Pese a la orden de alejamiento que dictó un juzgado de Alzira, el presunto asesino quebrantó la medida e intentó asfixiar a su expareja cogiéndola fuertemente del cuello, hasta de dejarla sin sentido. Huyó del lugar creyéndola muerta. Estos hechos que también tenían que haber sido juzgados hoy, deberán ser juzgados finalmente por la Audiencia Provincial de València ya que son constitutivos de un delito de tentativa de homicidio.