El pipí más caro del mundo

Todo sucedió en las 4 Horas de Abu Dabi, el sábado, en la tercera y penúltima prueba de las Asian Le Mans Series, cuando se mostró bandera roja a causa del incendio del LMP3 del equipo G Drive —el coche en el que corría Xavi Lloveras, aunque era uno de sus compañeros quien estaba al volante en ese momento— y los tres pilotos al bajarse del coche sintieron la imperiosa necesidad de mingitar.

Los tres, para ir más rápido, buscaron un lugar teóricamente discreto en los bordes de la pista en lugar de correr a los lavabos… Como seguramente harían en muchos otros circuitos. 

Sólo que fueron descubiertos por un control, una mujer además, que rápidamente fue a contarlo a su jefe de puesto y este rápidamente informó a Dirección de Carrera.

En otra parte del mundo quizás no hubiera pasado nada o todo lo más una reprimenda. Pero la carrera era en Emiratos Árabes, donde estas conductas se consideran extremadamente ofensivas.

Los comisarios impusieron así esta severa multa: 10.000 euros pagaderas inmediatamente y otros 10.000 adicionales si no enviaban una carta de disculpa antes de la carrera del domingo a Emirates Motorsports Organization.

Multa ejemplar, sin duda. Pero en línea con los ‘códigos de conducta’ que algunos países —Arabia, sin ir más lejos— han impuesto en su Gran Premio o en el Dakar. Con tamaña sanción quizás hayan evitado a los ‘tres infractores’ consecuencias peores al haber quedado ‘todo en casa’.

Seguro que no sólo los sancionados, sino todo el paddock, habrán tomado buena nota que las costumbres locales, aunque nos choquen, deben ser respetadas en todo momento.