“La ideología ‘queer’ ha dejado sin palabras a todos los demás; es la ideología que niega que haya hombres y mujeres, y afirma que lo único que existe es el género y la identidad de género. Ese pensamiento ha ganado en la retórica, ha establecido una nueva ortodoxia y se está convirtiendo, en realidad, en la nueva religión laica que todos estamos obligados a profesar”.

Así de rotundos se manifestaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA José Errasti, profesor de Psicología de la Universidad de Oviedo, y Marino Pérez, catedrático de Psicología de la entidad, que consiguieron llenar el aforo del Club y mantener la máxima expectación del auditorio durante la presentación del libro “Nadie nace en un cuerpo equivocado” (Planeta), a la venta desde esta semana.

El acto fue presentado por la profesora y filósofa Amelia Valcárcel, prologuista del libro, que insistió en sus tesis sobre la relación directa entre las teorías “trans” y la llegada de un transhumanismo en el que las personas desdibujan su identidad, empezando por el sexo y siguiendo por otros aspectos vitales. Una legión de seguidores aplaudió cada vez que alguno de los ponentes expresaba su opinión sobre asuntos tan espinosos como el dilema que plantea un niño de corta edad que dice no sentirse bien con su identidad sexual. Amelia Valcárcel lamentó con vehemencia que la ideología “queer” centre sus esfuerzos en los niños y adolescentes. “A las criaturas no se las toca; no es de recibo llevar a un niño hacia situaciones irreversibles, con intervenciones quirúrgicas y medicación”, recalcó la pensadora asturiana.

Los tres, autores y prologuista, han sido acusados de odio “trans”, lo que ayer negaron y matizaron, asegurando que lo que precisamente defienden en su libro es el respeto hacia las personas que quieren cambiar su identidad, pero sin estar sujetos a ideologías políticas ni teorías manipuladoras e interesadas.

“Vemos constantemente que actores, presentadores y personajes públicos empiezan a defender ese derecho a que cada uno sea lo que uno quiera, y eso muy peligroso”, señaló José Errasti. “Hay que contar en la calle lo que venimos diciendo en la academia; la acusación de transfobia es un ruido de fondo que intenta desautorizar a la persona como simple debatiente ante algo que no admite discusión para sus defensores”, indicó el profesor.

Entre el público que abarrotó la sala se encontraban discípulos y seguidores de Errasti, Pérez y Valcárcel, además de personalidades públicas como la alcaldesa de Gijón, Ana González; el médico Martín Caicoya, el expresidente del Principado Juan Luis Rodríguez-Vigil o el economista José Feito. “El fenómeno de chicas que se sienten chicos, y viceversa, cada vez ocurre en edades más tempranas, hasta llegar a extremos como el hecho de que niños de 3, 5 o 7 años pidan cambiarse de sexo”, lamentó Marino Pérez, que también destacó el desconcierto que sienten padres y profesores.

Por la izquierda, José Errasti y Marino Pérez, firmando libros. | LNE

“Los padres se encuentran con un chantaje emocional, temen que si no respaldan los deseos de sus hijos éstos lleguen a suicidarse, y eso los lleva a convertirse en más progres que nadie”, manifestó el profesor. “En los centros de salud hay una política oficial que se traduce en el llamado enfoque afirmativo, que no es otra cosa que reafirmar lo que los niños han declarado, es decir, la autodeterminación de la identidad de género”, añadió.

Autores y prologuista declararon su defensa a ultranza de la justicia social, pero no de una opción que ocasiona problemas psicológicos y físicos. “Se han dado transiciones de sexo en niños y adolescentes demasiado precipitadas; cuando luego quieren volver atrás quedan expuestos como traidores”, aseguró Valcárcel.

“No estamos para nada negando que la experiencia de los niños no sea real, pero nos planteamos cómo ha llegado a ser real. Nadie nace en un cuerpo equivocado, si acaso en un mundo con discursos erróneos”, remarcó José Errasti. “El gran problema es la banalidad del buenismo que nos invade, en esta sociedad líquida. La idea de que la gente deba definirse por lo que siente es retrógrada; sabemos que decir todo esto nos hace acreedores de enemistades”, aseguró Marino Pérez. Para Amelia Valcárcel la clave del problema es la confusión sembrada en la distinción entre sexo y género. “Solo en una persona de cada 280.000 es difícil determinar el sexo; eso no significa que esa persona sea intersexual; existen malformaciones que presentan ciertas características”, afirmó la profesora, que también recordó que en España existen desde principios de este siglo leyes que avalan el derecho de una persona que no esté de acuerdo con su género a cambiarlo.

“Cuando el cáncer infantil llega a casa”, esta tarde


El Club se suma hoy, a las 19.00 horas, a la conmemoración del Día Mundial Contra el Cáncer, con un acto que analizará el comportamiento que debe asumir la familia cuando a un niño se le diagnostica la enfermedad. En el acto intervendrán Soledad González Muñiz, hematóloga-pediatra; Isabel Rodríguez Vallina, madre de una niña que ha padecido cáncer, y Carmen Pérez Quintana, psicóloga de la Asociación Galbán. Presentará Corsino Rey, catedrático de Pediatría y director de área de gestión de Pediatría del HUCA.