Si todo continúa como hasta ahora, Extremadura bajará del millón habitantes a partir del 2030, algo que no ocurría desde principios del siglo pasado. El primer dato por debajo del millón que aparece en los registros data de 1910, cuando se contabilizaron 991.000 habitantes en la comunidad. Así, Extremadura perderá casi 90.000 habitantes, cerca del 10% de su población, en el 2035, lo que supondría la desaparición de una ciudad como Cáceres en apenas tres lustros. Esta es la previsión que maneja el Instituto de Estadística de Extremadura (IEEx), que ayer hizo público su informe bianual de proyección de población para la comunidad en el periodo 2020-2035.

A diferencia del informe que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), este último trabajo ofrece información más detallada, ya que no solo analiza la población a nivel provincial, sino que divide la comunidad en 31 agrupaciones de municipios. Y aunque la tendencia será negativa en todas las zonas, no todas sufrirán el problema demográfico con la misma intensidad. Basándose en «hipótesis de partida» y en la población a 1 de enero del 2020, según sus cálculos la comunidad pasará del 1.061.768 habitantes del año pasado a los 973.364 en los próximos quince años. En concreto, es un 8,3% menos. Por provincias, en Cáceres se estima una pérdida poblacional del 11% frente al 6,7% que se prevé en la provincia pacense. Y será especialmente acusado en dos zonas concretas de Cáceres: en Villuercas-Ibores-Jara y en la zona de la Sierra de Montánchez.

En ambos casos se prevé una pérdida superior al 20%. El primer grupo de municipios, entre los que se incluyen Logrosán, Guadalupe, Aldeacentenera, Garvín, Villar de Pedroso, Cañamero, Carrascalejo, Alía, Berzocana... perderá, en concreto, el 22,9% de sus habitantes, pasando de los 12.510 que sumaban en 2020 a los 9.648 en el 2035. En el segundo grupo, Sierra de Montánchez, en el que se incluyen otra veintena de municipios (Alcuéscar, Almoharín, Casas de Don Antonio, Plasenzuela, Torreorgaz, Arroyomolinos...) perderá un 20% de sus habitantes: pasará de 17.047 vecinos a 13.629 en los próximos 15 años. Después de estas dos zonas, se situarían los pueblos de Trasierra-Tierras de Granadilla-Valle del Ambroz-Hurdes, que reducirán un 18,6% su población en 2035 (de 21.900 vecinos a 17.800) y los municipios de la Siberia (en Badajoz), que perderán el 16,2% de su población (de 18.972 habitantes a 15.900).

Entre las zonas que menos sufrirán la crisis demográfica que se avecina están Guadiana (formada por Cristina, Don Benito, Guareña, Manchita, Medellín, Mengabril, Santa Amalia y Valdetorres), que perderá poco más del 1% de su población en conjunto; los municipios del área de Tierra de Barros, con una caída cercana al 3%, y de Campo Arañuelo, que también perderán en torno al 5% de sus habitantes en los próximos quince años.

Detrás de estas pérdidas de población esperadas están los fenómenos demográficos habituales que convierten a Extremadura en una comunidad cada vez más envejecida. Si en la actualidad en torno al 20% de la población extremeña tiene más de 65 años, dentro de quince años serán el 29%. Eso significa que prácticamente uno de cada tres extremeños superará la edad tradicional de jubilación, que la sociedad será cada vez más envejecida y que habrá menos población joven.

NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES / Según el estudio del IEEx se prevé que los nacimientos desciendan más de un 11% en los próximos 15 años (más de un 30% solo en la ciudad de Cáceres). Nacerán unos 7.780 bebés al año en la comunidad frente a los 8.700 del 2020. Y el número de muertes será prácticamente el doble que el de nacimientos. Se prevén más de 11.500 fallecimientos en Extremadura en el 2034, una cifra ligeramente inferior a la de 2020 (11.900 muertes), más elevada que años atrás por la afección de la pandemia. Pero aún así, en ningún caso esa mortalidad podrá contrarrestar el descenso de nacimientos, que no dejarán de caer año tras año.

Con estos datos, según el informe del IEEx se espera una disminución del índice de juventud, mientras se incrementará tanto el índice de envejecimiento como la tasa de dependencia. «El envejecimiento de la población extremeña es un hecho», según el informe.