A Rawiri Waititi, un diputado maorí que ganó su curul en las pasadas elecciones de octubre, no le dejaron hacer preguntas en la Cámara de Representantes de Nueva Zelanda porque no llevaba corbata. El presidente de la Cámara, Trevor Mallard, le dijo que este era un requerimiento, pero Waititi se negaba a portar lo que ha calificado como una “soga colonial”.
“Esto es una violación a los derechos de los pueblos indígenas. Debemos tener la libertad de expresar nuestra identidad cultural en un espacio como este”, dijo Waititi. “Me quité la corbata colonial como señal de que seguía colonizando, asfixiando y reprimiendo (los derechos maoríes)”, escribió en una columna de opinión publicada el miércoles.
El código de vestimenta del Parlamento señala que los diputados hombres deben usar una chaqueta y una corbata en la cámara de debate. Waititi ya había incumplido con la norma anteriormente.
El incidente desencadenó un debate sobre el colonialismo y superó las fronteras del país. En Twitter se movió la etiqueta #no2tie en apoyo al legislador.
“Los maoríes no han recibido el mismo trato en su propio país y los pueblos indígenas de todo el mundo han sido objeto de discriminación debido a sistemas racistas que mantienen a nuestros pueblos en segundo lugar”, se quejó el diputado.
A pesar de que el Parlamento que se eligió en octubre es el más inclusivo de la historia del país -los maoríes representan el 21 % del Legislativo-, todavía hay racismo sistémico en Nueva Zelanda producto de la colonización. Los maoríes, como él, representan un 15 % de los cinco millones de habitantes de Nueva Zelanda, pero tienen una sobrerrepresentación en estadísticas de pobreza y encarcelamiento.
La primera ministra del país, Jacinda Ardern, dijo en un inicio que no tenía una opinión firme sobre el debate, pues había “temas muchos más importantes” para la nación.
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El miércoles por la tarde se llegó a una especie de tregua sobre el debate y se le permitió al diputado hablar sin usar una corbata.
“La mayoría del comité estaba a favor de eliminar el requisito. Como presidente, me guío por la discusión y la decisión del comité y, por lo tanto, las corbatas ya no se considerarán necesarias como parte de la ‘vestimenta adecuada’”, sentenció Mallard.
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