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Política monetaria

Lagarde planta cara al Constitucional alemán y calma las tensiones en la deuda

La presidenta del BCE dice que la resolución "no disuade" a la institución en continuar con las compras de bonos

Adrian Petty/ECB/dpa
Álvaro Bayón

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, se ha pronunciado este jueves por primera vez tras la sentencia del Tribunal Constitucional alemán en la que limitaba la actuación del Bundesbank en los programas de compras de deuda. En una conferencia organizada por Bloomberg, Lagarde ha marcado perfil propio y remarcado la independencia del organismo que dirige, lo que ha sido interpretado por el mercado como un apoyo explícito a que mantendrá las compras de deuda como hasta ahora, si no las aumentará.

"No nos hace desfallecer", ha dicho Lagarde en relación al dictamen del Alto Tribunal germano, que había reclamado que el BCE diese cuentas en tres meses de los efectos económicos del programa de compras de deuda, si bien no lo consideraba ilegal. Una cortapisa que en principio solo afectaba al programa de compras de deuda pública que el antecesor de Lagarde, Mario Draghi, puso en marcha en 2015. Sin embargo, el mercado temía que esto pusiese en jaque el actual programa de compras de deuda para paliar los efectos económicos del covid-19, dotado con 750.000 millones. En definitiva una refutación de las palabras con las que Draghi calmó a los mercados en plena crisis de deuda de 2012: "Haré lo que sea necesario para salvar al euro. Y, créanme, será suficiente".

Un canto que ha entonado Lagarde en repetidas ocasiones en el último mes. Y lo ha vuelto a hacer este jueves: "Somos independientes. Continuaremos haciendo lo que sea necesario para cumplir nuestro mandato. Sin impedimentos". Y ha mencionado explíticitamente que utilizará todas las herramientas a su alcance para asegurarse de la "correcta transmisión de su política monetaria".

Además, Lagarde ha querido remarcar la independencia de la institución que preside. "El BCE es independiente y actúa guiado por su mandato", ha dicho. Y ha señalado que solo rinde cuentas al Parlamento Europeo.

La mera mención a las palabras mágicas de Draghi ha vuelto a calmar al mercado de deuda, inquieto desde que se conoció la sentencia, este martes. Las contundentes subastas de deuda pública que han llevado a cabo esta misma mañana Francia y España han provocado alzas en los bonos soberanos de todos los países de la Eurzona, especialmente los españoles e italianos. Sin embargo, estos han virado a la baja con las palabars de Lagarde.

El rendimiento del bono italiano a 10 años cae en ocho puntos básicos y se sitúa por debajo del 1,9%. El del bund alemán cede cinco puntos hasta el -0,55% y el del francés vuelve a terreno negativo. La rentabilidad de la deuda española cede hasta el 0,81% tras rozar el 0,92% al incio de la sesión, toda vez que la prima de riesgo  cotiza en los 136 puntos básicos.

Todo ello pese a que la banquera central ha dibujado un panorama económico casi apocalíptico. "Es la crisis económica más grave que hemos visto en tiempos de paz", ha asegurado y ha reconocido que teme las consecuencias de un segundo rebrote. Así ha justificado que ante una situación excepcional —que según sus plabras el mundo aún no alcanza a ver sus consecuencias tan devastadoras— el BCE utilice herramientas excepcionales.

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Sobre la firma

Álvaro Bayón
Redactor de la sección de empresas especializado en operaciones corporativas, banca de inversión y capital riesgo. Graduado en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Periodismo UAM-El País, ha desarrollado toda su carrera en Cinco Días, donde trabaja desde 2016.

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