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Dinero FIAT, mentiras y el fin de la trampa del neocapitalismo

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Hace unos cuantos ORANGETERAPY hablé de desarrollar algo tan poco tratado como el dinero FIAT, y de la trampa del modelo neocapitalista. No voy a hablar de los orígenes del capital, eso Marx lo trató en profundidad y mi opinión al respecto es que las implicaciones colaterales no las trató con suficiente rigurosidad. Dejemos eso a los doctores, que para eso los tiene empleados la Iglesia entre orgías, drogas y coches de lujo.
Simplificando groseramente el origen y la función del dinero, es un valor que es acumulable a futuro, que tiene un "valor" de referencia respecto a mercancías y servicios prestados, y se usa para que el prestador y el prestatario intercambien su producto con un marco de referencia arbitrario (creo que hasta aquí bien). Esto se hacía con piezas de oro, plata, cobre o bronce, y se llama dinero real, puesto que está respaldado por el valor de la pieza en el metal. Los problemas de acarrear mucha pasta, hicieron que se inventara un método por el cual un tercero garantizaba el pago de este valor. El dinero vino a ser algo como "por este trozo de papel, el Banco X pagará al portador la cantidad Y en (oro, plata o tripas de cerdo). Esto daba al dinero, un billete de banco, el "valor", y la tranquilidad al portador de no tener que acarrear onzas de oro. Esto es lo que se llama Dinero Fiduciario.

Pasa el tiempo y las formas de trampear al sistema comienzan: la banca inventó varios métodos para hacer negocio: préstamo con interés (incluyendo la usura), hipotecas, monte de piedad (para empeñar), y otros medios usados para exprimir a futuro al querido currante, que es y no olvidemos el que con su desempeño mantiene esta ficción porque se supone que un tiempo determinado devolverá X+Y al banco. El billete tenía que estar respaldado por una cantidad equivalente de oro en el banco, todo el mundo es feliz, menos los banqueros que para ganar más dinero comienzan a trampear al sistema y ven en el préstamo con interés y la inversión especulativa, un método que no puede generar más deuda a futuro partiendo de la misma masa monetaria. Hoy este concepto no existe, tras los acuerdos de Breton-Woods en el que se inventa el dinero FIAT.

Esto genera y aumenta la masa monetaria en circulación y permite a los bancos centrales dinero de la nada, lo que genera inflación y la devaluación relativa de la moneda, o la apreciación relativa por su escasez o conveniencia si se retira de la circulación. Una entidad (banco central) mantiene en una cuenta en la que se controla la "masa en circulación", por tanto ya solo existe una trampa mental basada en una inmensa mentira: el apunte contable.

Inflación como la de Alemania en la República de Bismark es poco probable hoy en día porque por una parte la circulación del dinero "real" cada vez está más restringida "por seguridad" (qué conveniente, neolengua y postverdad), y hay una deflación real de los salarios y servicios tras la última crisis de crédito durante la década del 2000.

Mientras tanto, las burbujas de derivados se van haciendo cada vez más grandes y en este tiempo parte de la soberanía fue subrogada a instancias superiores, como la UE. A nadie le asombra hoy que se diga que la política monetaria europea la controla en gran medida el Bundesbank, que vive aun mirando al pasado en ese sentido.

Este país ha vivido devaluando su economía durante los últimos siglos. A nadie se le escapa que invertir en bienes raíces ha sido el medio para evitar el efecto de las devaluaciones. La tormenta perfecta se gestó durante la década del 2000, España había desmantelado su industria, el Bundesbank autorizó tras el euro una política expansiva (creó dinero de la nada) y los españolitos se liaron a comprar el Porsche Cayenne y el unifamiliar por precios monstruosos y con todas las facilidades en vez de expandir la economía aumentando el tejido y la calidad de la producción industrial. El resto de dinero circulante (vía impuestos) fue invertido en el fondo de pensiones para garantizar el pago, y como buen gobierno populista, el salario de nuestros mayores fue aumentando para adecuarse a la inflación galopante y las subidas de precio tras la entrada del Euro. Y recordemos: todo ese dinero es FICTICIO. Un apunte contable.

Ni el actual presidente del gobierno, ni el anterior hubieran decidido aumentar la edad de jubilación (recordemos, se hizo hasta los 67 y a 10 años futuro) ni a reducir las pensiones a nuestros héroes, nuestros mayores, si no tuvieran ordenes estrictas. Hay que denunciar que la banca y los que controlan el Bundesbank tienen una estrategia deliberada para empobrecer a los que han vivido del trabajo por cuenta ajena y destruir lo poco que queda de la socialdemocracia en estos días. Sin una amenaza comunista, no tienen por qué fingir, y como el dinero es una ficción, poco a poco se va retirando de la circulación. Porque les gusta vernos sufrir, porque tienen mucho miedo, porque nos tienen acojonados. ¿Es hora de que el miedo cambie de bando? Ellos ya están preparados.

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