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De eucaliptos, musgo, bacterias... y TIC

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En esta última parte de artículos dedicados a las empresas de servicios dedicados al mundo IT, voy a hablar de algo diferente. Hemos usado MBTI para dar un marco razonable al ávido lector acerca de cómo se organizan los distintos roles, como medio para presentar un conjunto de relaciones y personas.

La cárnica IT se comporta como un ESTJ en su conjunto, pero lo más interesante es que es en parte una especie invasora en un ecosistema no preparado para ello, como un bosque de eucaliptos, o musgo invasor. El ente invasor crea condiciones para que nada crezca a su alrededor que le pueda perjudicar, ya sea acidificando el suelo o envenenandolo con sustancias que impidan la competencia a otras especies. Podría decirse que todos los perfiles que componen la cárnica buscan su "safe space" donde pulular con mínimo esfuerzo. Esto explica
· La alergia al cambio
· La expulsión del sistema de "los que no valen"
· La necesidad de sentirse mejor o superiores a los demás, de verse más "duros", "resistentes" o creerse con una capacidad de trabajo superior.
· La incapacidad de sus miembros de vivir fuera del sistema, porque no saben hacer otra cosa que vivir en Matrix.

En realidad básicamente es un ente parásito, que vive de impedir el correcto y normal funcionamiento del resto del ecosistema.

He hablado de la importancia de ser consecuente con uno mismo, de no aceptar la responsabilidad de las decisiones de segunda mano. Decía Enstein que había aprendido tanto de sus errores que estaba pensando en cometer unos cuantos más. Siguiendo el modelo de la cárnica IT, se está destinado a asumir la responsabilidad sobre las decisiones de un tercero, en las que no has participado, y que por supuesto no comprendes. Eso es inaceptable.

Una persona que acepta decisiones de segunda mano no sabe por qué ha acertado cuando acierta, y no sabe por qué la ha cagado cuando la caga, pero lo peor es que no puede hacer nada por arreglarlo. Ha de ser una autoexigencia evitar caer en ese perverso juego. Uno ha de esperar más de la vida ¿no os parece? Puedo verme a mi mismo sin mayor problema en el bosque, entre romero y genista, entre pinos y alcornoques, entre encinas del bosque mediterraneo. Puedo verme en el bosque entre robles y abedules, simplemente respirando, y no necesito saber si eso está bien o está mal. Nadie va a decirme qué necesito para ser feliz.

Puedo verme montando mi propio proyecto, haciendo las cosas con todo el gusto y el tiempo posible, conciliando mi derecho a disfrutar de la vida después del trabajo sin estar absorbido en cuerpo y alma por un parásito que controla la existencia dentro y fuera del horario laboral con tareas imposibles de cumplir y responsabilidades inadmisibles.

Un Eloi no va a respirar, no va a mirar a su alrededor y ver, y sentir, y ¿qué cojones es eso? No está en el manual del empleado, ni en el código de vestimenta, ni siquiera en lo que cuenta para las promociones. El Eloi esta destinado a sufrir cuadros de frustracion y depresión, y a cuadros de ansiedad por la incertidumbre de si su jefe lo quiere o no lo quiere. Al Eloi, lejos de preocuparle, presume de que otros piensen por él. El perfecto católico, el perfecto segundón, la perfecta medianía que queda bien porque sonríe y no da por culo al resto de eucaliptos, ni al musgo, ni al resto de bacterias que si bien no son autoconscientes son agresivas con cualquier agente externo a la colonia. Yo os condeno a vuestro infierno de certezas y procedimientos, yo os sentencio a vuestras grises y miserables vidas entre cubículos y reuniones absurdas. Yo os mataré con versos y con lirismo, con ideas y con algo tan vil y despreciable como una vida plena, llena de experiencias, donde no hayan mapas ni rutas, donde llueve y hace frío.

Soy un idealista. Quizá harto de ver en mi propia como la gente acepta no pensar. "Si aquí se vive mu bien", dicen los irreductibles. Entre vergüenza y asco tengo que resignarme a pasar página y aceptar que no va a cambiar nada, que hay gente que no cambiará su montón de mierda en la que revolcarse por un rato en el jardín botánico. Gente que tiene miedo a levantar la mirada y ver lo ancho que es el mundo y las posibilidades que tiene. Eso me hace sentir asco y pena por ellos, por el mundo de mierda que dejan con su actitud miserable y cortoplacista a los que vienen, y por el mundo de deshumanizado y destruido que heredarán los que vendrán.

comentarios (2)
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inconformistadesdeel67
Sencillamente colosal, explicar la irresponsabilidad de los que no se plantean el por qué de su forma de vida, e intentan cambiar aquello que no les deja respirar, de esta forma. Además es extrapolable a otros ámbitos de trabajo. Repito, colosal.
2    k 59
macarty
#1, gracias. Viendolo así he tenido un momento de inconsciente identificación con Momo, de Michael Ende
2    k 59
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