La innovación, la gran revolución pendiente del sector de la construcción española

Análisis

El Informe BBConstrumat hace un rating de la situación del sector en cada comunidad autónoma

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BBConstrumat

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El Informe Barcelona Building Construmat, elaborado por el Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (ITeC) con motivo de la 20ª edición del Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona, concluye que, tras haber conseguido salir de la espiral más crítica del ciclo económico, es el momento de que el sector se enfrente a la revolución que tiene pendiente, la de la innovación.

Los autores, Josep Ramon Fontana y Ferran Bermejo, consideran que la innovación en tecnología, sistemas y gestión de procesos es la mejor salvaguarda para alejar el riesgo de futuras recaídas.

Ésta es una de las principales conclusiones del Informe BBConstrumat 2017, ‘Crecer para recuperar la normalidad. Innovar para conservarla’, que consta de dos apartados, el primero en el que se realiza un análisis de los niveles de actividad del sector en España y su posición respecto al resto de países europeos, y el segundo, en el que se estudia la relación entre innovación y construcción y donde se dan las pautas para que el sector pueda afrontar los retos de presente y de futuro con garantías.

En el primer capítulo, titulado ‘El mercado de la construcción 2017’, se ratifica como la tendencia del sector ha cambiado, pese a lo cual aún hay señales aparentemente contradictorias sobre la solidez de la recuperación.

La recuperación que empieza a vivir el sector tampoco es igual en todas las comunidades autónomas y mucho menos en los subsectores de la construcción

Es perfectamente comprensible que aún se alberguen dudas tras un periodo de crisis tan intenso que ha causado una caída media de la producción de un 75% en el periodo comprendido entre 2008 y 2015. Además, no todas las comunidades autónomas han sufrido el impacto con la misma intensidad.

Del mismo modo, la recuperación que empieza a vivir el sector tampoco es igual en todas las comunidades autónomas y mucho menos en los subsectores de la construcción.

El estudio realiza un rating por comunidades en las que se evalúa en paralelo la intensidad de la crisis y la intensidad de la recuperación. Así, las que han atravesado una crisis más liviana y disfrutan de una recuperación más intensa son Baleares, la Comunidad de Madrid y el País Vasco, mientras que la Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha se encuentran en la situación contraria. Catalunya, Navarra, Galicia, Aragón, Castilla y León, Asturias y Canarias se sitúan en la media española.

El director del estudio y jefe del Departamento de Mercados del ITeC, Josep Ramon Fontana, subraya que “el sector de la construcción en España no se recupera más rápido porque no todos sus componentes están en condiciones de propulsar la producción: la vivienda está en marcha, el no residencial y la rehabilitación aún no han acabado de despertar, y la ingeniería civil ha vuelto a retroceder”.

La vivienda, la primera en recuperarse

El estudio ha analizado los indicadores de trámite de proyectos del año 2016 para examinar la carga de trabajo en cada comunidad autónoma, desglosándolos por los diferentes mercados: vivienda, edificación no residencial, rehabilitación e ingeniería civil.

Pese a haber sido el primer mercado en recuperarse, y llevar dos años de crecimiento, las estadísticas de visados muestran que en España se están iniciando sólo 1,5 viviendas de nueva planta por 1.000 habitantes, menos de la mitad de la media europea. Sin embargo, el ritmo de promoción es muy diferente en cada comunidad.

Las zonas más activas son Madrid (2,6 viviendas por 1000 habitantes), Navarra (2,2) País Vasco (1,9) y La Rioja (1,8). Estas cuatro comunidades concentran el 35% de los nuevos proyectos en una zona en la que vive el 21% de la población española.

En el mercado de edificación no residencial, se constatan las dificultades que España aún tiene para despegar de la fase de estancamiento en la que quedó atrapada en 2012. En la actualidad, los nuevos proyectos no residenciales suponen menos de 90m2 por 1.000 habitantes, un ratio alarmantemente alejado de la media europea, que se sitúa algo por encima de los 300m2. Entre las comunidades más activas aparecen Madrid (121 m2 por 1000 habitantes) y La Rioja (155), además de Canarias (135) y Aragón (122).

La vivienda está en marcha, el no residencial y la rehabilitación aún no han acabado de despertar, y la ingeniería civil ha vuelto a retroceder

Observando el mercado de la rehabilitación desde la óptica de las licencias de obra mayor, se observa, cómo tras haber salido del bache de 2012-2014, cuesta aún remontar más allá del volumen registrado en 2015. La obra mayor de rehabilitación supone una inversión de algo menos de 45 euros por habitante.

La ratio de referencia europea es algo más esquiva de calcular, pero el estudio estima que puede situarse entre los 195 y los 260€ por cápita. La única comunidad que se aproxima a esas medias es Baleares (180€), seguida a bastante distancia de Asturias (94€), Rioja (65€) y Cataluña (61€).

Y en cuanto a ingeniería civil, a pesar de que los repuntes de la licitación durante 2013 y 2014 se interpretaron como un síntoma de que la crisis había quedado atrás, los datos de 2015 y 2016 ponen de manifiesto que la demanda pública de obra civil sigue en horas bajas.

Si repercutimos los datos de licitación sobre la población, resultan unos 110€ por cápita, en un momento que en Europa y pese a la ola general de austeridad se están moviendo unos 185€. Las comunidades con mejores ratios de inversión son Galicia y País Vasco (ambas 250€), además de Baleares (236€).

La revolución pendiente

El segundo capítulo del informe, titulado ‘Innovación y Construcción’, señala que el sector de la construcción es el que menos invierte en innovación, moviéndose en valores prácticamente simbólicos. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), recogidos por el Informe BBConstrumat, constatan que, en 2015, tan sólo el 1,1% del gasto en innovación que realizaron las empresas españolas procedían de la construcción, un sector que aportaba el 10,4% del PIB.

Los autores del estudio afirman que el sector tiene ante sí el reto de abandonar su zona tradicional de confort (el proyecto y la ejecución) y participar también durante la fase de explotación del edificio o de la infraestructura hasta el final de su vida útil.

En este ambicioso cambio de escala, el sector puede aportar su valioso “know-how” para mantener el valor del activo construido, pero para ello necesitará madurar tecnológicamente y poner al día todo su ecosistema digital.

El informe BBConstrumat señala la necesidad de integrar nuevas herramientas como la Gestión Integrada de Proyectos; la metodología LEAN, utilizada ya en otros sectores industriales o el Building Information Modelling (BIM), que pueden influir decisivamente a mejorar la eficiencia y los sobrecostes.

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Materiales sostenibles para la construcción

Petmal / Getty Images/iStockphoto

También apunta la importancia del desarrollo de nuevos materiales en un entorno de sensibilidad ambiental creciente. Para los autores, el sector tiene la necesidad de incorporar valores propios de la producción industrial para pasar del tradicional concepto de construcción al más actual de montaje, que permite asegurar el nivel de prestaciones preestablecido en el diseño de un proyecto.

De este modo, el estudio señala las 10 principales tecnologías digitales que pueden incidir en la transformación del sector en el futuro: el Big Data, la realidad virtual, los dispositivos móviles, el escaneado y la impresión 3D, los drones, el Internet de las Cosas (IoT), la realidad aumentada, el BIM, la conectividad y los sensores embebidos.

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