Las efímeras: vida fugaz

Las efímeras son un fascinante grupo de insectos que pertenecen al orden Ephemeroptera, derivado del griego «ephemeros«, que significa «de corta duración» o «pasajero«. Este nombre refleja esa característica de estos insectos: su breve período de vida adulta, que a menudo dura solo unas pocas horas o días. Sin embargo, a pesar de su efímera existencia como adultos, las efímeras juegan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos y terrestres, fascinando a científicos, entomólogos y amantes de la naturaleza durante siglos. Este concepto lo utiliza Jeff Lemire en su tebeo “Las Efimeras”(“Fishflies”) para llevarnos a esos mundos que también sabe manejar para dejarnos con el alma en vilo según avanzamos en las páginas. Pero comencemos con esta pequeña historia…

Una cálida tarde en el pequeño pueblo de Bell River, Ontario. Un grupo de niños sale a la tienda de barrio en busca de helados. Cuando llegan, descubren que el estacionamiento está cubierto de insectos. Solo uno de ellos tiene el valor de caminar a través de ellos para llegar a la tienda. Va a ser una masacre quitinosa en el camino hacia los anhelados dulces. Lo que el niño ve cuando llega allí será mucho peor que todos los insectos que acaba de aplastar. En las páginas siguientes, la historia sitúa el foco en un hombre que se despierta en un campo, siendo inmediatamente atacado por los bichos mientras huye. Recuerda la noche anterior cuando su intento de robo en la tienda salió mal. Logra refugiarse en un granero donde finalmente cae exhausto por los repetidos ataques de los insectos. A continuación la atención se centra en una joven llamada Francis, que descubre al ladrón en el granero de su padre, pero no se molesta por ello, y luego va a la escuela. Más tarde, regresa para ayudar al ladrón a encontrar un mejor lugar para esconderse y le informa que la policía está investigando el robo. Él se queja de los síntomas derivados de las picaduras repetidas de las efímeras. En casa, Francis interactúa con su distante padre mientras el ladrón sigue sufriendo los efectos secundarios de las picaduras. A la mañana siguiente, la joven visita al ladrón y descubre algo inesperado. Y eso lo cambiara su vida para siempre…

Jeff Lemire nos sumerge en un universo paralelo donde lo cotidiano se entrelaza con lo extraordinario. En esta nueva obra, Belle River se convierte en el escenario de una narrativa inquietante y enigmática, donde el crimen y la intriga se entrelazan con fenómenos sobrenaturales y la lucha por la supervivencia. La trama se desarrolla con maestría, manteniendo al lector en vilo a medida que los misterios del pueblo se despliegan ante sus ojos. La tensión aumenta con cada página, mientras los personajes luchan por encontrar respuestas en un mundo cada vez más caótico. En el centro de esta historia se encuentra la inesperada amistad entre Francis y el misterioso fugitivo, cuyo destino se entrelaza con el de la joven protagonista de formas que desafían toda explicación racional. A medida que su relación se desarrolla, ambos se ven obligados a enfrentar sus propios demonios internos y a descubrir la verdad oculta detrás de los oscuros secretos de esos peculiares insectos. Lemire nos muestra así un paisaje desolado y surrealista, donde la realidad se desdibuja y los límites entre lo humano y lo sobrenatural se difuminan. Por encima de todo, el autor hace un trabajo sorprendentemente bueno al transmitir la relación única y extraña entre la joven y el hombre moribundo. Su interacción existe principalmente en silencios y palabras no dichas. Con un profundo sentido de quietud sobre el horror hasta las últimas páginas.

En el aspecto gráfico, si has leído algún otro cómic de Jeff Lemire como autor completo, probablemente ya tengas una buena idea de cómo se ve este libro. Un dibujo con lápiz con un enfoque muy peculiar para las formas de las cabezas; con un sombreado intenso y opaco, y el uso de las acuarelas muy diluidas. No diría que los comics dibujados por Lemire son conocidos por ser muy poco coloridos, pero en comparación con esos tebeos, este en concreto está especialmente muy bien pensado con esos tonos tan apagados. No es en blanco y negro, es casi como si el pueblo y el paisaje en sí mismo hubieran perdido el color, con la sensación de las manchas que deja la pintura al intentar eliminarla.

La edición original viene de la editorial Image Comics, con un total de 7 tebeos con triples números cada uno. En España, gracias a Astiberri, se editará en dos recopilatorios en rustica con solapas como el primer tomo que es objeto de este artículo, que consta de 176 páginas a color traducidas por Santiago García. Al final del tebeo tenemos una galería de portadas realizadas por Peach Momoko, Kelly Jones, José Villarubia y Andrea Sorrentino. Un buen broche para esta primera parte de “Las Efímeras, donde Jeff Lemire nos deja con el corazón en un puño y el deseo voraz de querer saber más. No puede ser de otra manera en este relato donde el odio y el amor convergen de manera magistral. Donde somos testigos de los giros más oscuros del alma humana a través de la historia de Francis y su inusual compañero de viaje. Con maestría, Lemire ha tejido una trama que atrapa y perturba, dejándonos anhelando respuestas sobre el destino de estos personajes. enfrentándonos a la cruda realidad de un crimen atroz mientras un torbellino de emociones nos deja preguntándonos qué deparará el futuro para Francis.

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