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Asia

EEUU fortalece su compromiso militar con Filipinas en caso de un enfrentamiento con China

Expertos del Sudeste Asiático alertan de que las tensiones se están acercando peligrosamente a un posible choque militar

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a su marcha de Filipinas.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, a su marcha de Filipinas.AFP
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Guardacostas chinos y filipinos llevan una buena racha de encontronazos por los arrecifes en disputa en el Mar del Sur de China, rico en recursos naturales y punto estratégico por el que pasa un tercio del comercio marítimo mundial. Por ahora, el enfrentamiento se reduce a peleas con cañones de agua, punteros láser y un par de colisiones con pocos heridos. Pero son muchas las voces de generales, políticos y analistas del Sudeste Asiático que alertan de que las tensiones se están acercando peligrosamente a un posible choque militar.

Cuando el presidente filipino Ferdinand Marcos Jr llegó al poder a mediados de 2022, dejó claro que no iba a tener la tolerancia de su antecesor, el polémico Rodrigo Duterte, con las asertivas maniobras de los barcos chinos cerca de las islas controladas por Manila.

Marcos elevó el tono contra Pekín, rompiendo las cordiales relaciones que habían mantenido ambos países, y se echó a los brazos de Estados Unidos. En Washington estaban encantados por apuntarse dos importantes tantos: recuperaban las estrechas relaciones militares con un viejo aliado, lo que sabían que provocaría una airosa reacción del régimen chino.

El ejercito de Xi Jinping comenzó a enviar más barcos de la guardia costera y de las milicias marítimas para entorpecer las misiones de abastecimiento del Sierra Madre, un viejo buque de guerra que sirve a Filipinas como base militar flotante y que lleva casi 25 años encallado en el Second Thomas Shoal, el atolón en disputa.

En medio de todos estos crecientes altercados, la figura de Washington como protector de Manila se hace cada vez más grande. Esta semana, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha estado de viaje en la capital filipina como demostración del "compromiso férreo" de la administración Biden a la hora de ayudar a defender Filipinas en caso de un ataque armado contra sus fuerzas.

"Apoyamos a Filipinas y cumplimos con nuestros férreos compromisos de defensa, incluso en virtud del Tratado de Defensa Mutua", dijo Blinken el martes tras reunirse con el presidente Marcos y con su homólogo Enrique Manalo.

"Tenemos una preocupación compartida por las acciones de la República Popular China que amenazan nuestra visión común de un Indo-Pacífico libre y abierto", continuó el estadounidense, recordando que su país, en virtud de un Tratado de Defensa Mutua de 1951, está obligado a defender a Filipinas si las fuerzas del país asiático son objeto un ataque en cualquier parte del Mar del Sur de China.

Maniobras conjuntas

Manila y Washington además son signatarios del Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada (EDCA) de 2014, que permite el entrenamiento conjunto, el posicionamiento previo de equipos y la construcción de instalaciones como pistas de aterrizaje, almacenamiento de combustible y viviendas militares.

Hace un año, Filipinas decidió abrir las puertas de cuatro bases más a los militares estadounidenses, que ya pueden operar en un total de nueve bases del país, algo que facilita una mayor vigilancia de los movimientos de Pekín en las aguas en disputa, sobre todo alrededor de Taiwan. Manila, a cambio de dejar a los soldados estadounidenses moverse por sus bases, pidió a Washington más fondos para modernizar sus fuerzas armadas.

El paseo de Blinken por Manila también dejó dos noticias. La primera es que fuerzas estadounidenses y filipinas realizarán en abril sus mayores ejercicios de combate anuales cerca de Taiwan. La otra se trata de una cumbre trilateral, también en abril, entre el presidente Biden, el líder filipino Marcos y el primer ministro japonés, Fumio Kishida.

Antes de su paso por Manila, Blinken estuvo en Seúl para participar en la Cumbre por la Democracia, una conferencia internacional convocada por primera vez por Biden en 2021. Unas horas antes de que comenzara la reunión, Corea del Norte, en su última demostración de fuerza aprovechando la visita a la península del secretario de Estado estadounidense, disparó varios misiles balísticos de corto alcance.

En la cumbre participaron cerca de una treintena de países, con China excluida, pero con la invitación a Taiwan. "El mundo no necesita hoy más divisiones en nombre de la democracia"; criticó esta semana un portavoz del Ministerio de Exteriores chino. "Esta cumbre es un instrumento para dar un altavoz a las fuerzas independentistas de Taiwan".