domingo, 17 de marzo de 2024

La mujer que desafió a los musulmanes y cambió la historia de España

En los anales de la historia medieval de España, se encuentra una figura que ha perdurado a lo largo de los siglos como un símbolo de valentía y astucia: Ximena Blázquez, también conocida como Jimena Blázquez. Su legado se entrelaza con los tiempos tumultuosos de la Reconquista, cuando los reinos cristianos luchaban incansablemente por recuperar las tierras ocupadas por los musulmanes en la península ibérica.


Corría el siglo XII, y la ciudad de Ávila se encontraba en una posición estratégica. Sus murallas, construidas sobre antiguos muros romanos, eran vitales para protegerla de las amenazas musulmanas. Sin embargo, en un fatídico momento, los soldados abulenses abandonaron la ciudad para enfrentarse a los musulmanes en el Puerto de Menga (1108-1109). Esta partida dejó a Ávila desprotegida y sin guarniciones, y los batidores informaron a los musulmanes sobre esta indefensión.

En ausencia de su esposo, el alcalde de Ávila, Fernán López Trillo, Ximena asumió el papel de gobernadora. Reunió a los pocos hombres que quedaban en la ciudad, junto con niños, ancianos y mujeres. Pero no se detuvo ahí. Ximena ideó un plan audaz que pasaría a la historia:

El Disfraz Femenino: Vistió a todas las mujeres con las indumentarias, espadas y escudos de sus esposos. Además, ocultaron sus atributos bajo holgadas cotas y armaduras, y sus largos cabellos bajo yelmos y cascos de metal.

La Simulación de un Gran Ejército: Las mujeres ocuparon las murallas de la ciudad, encendiendo hogueras, teas y antorchas. La intención era aparentar ser un gran número de soldados defendiendo la plaza.

El Engaño a los Musulmanes

Los moros, dirigidos por Abdalla Alhazen, se aproximaron a Ávila. Pero al ver las murallas iluminadas y la aparente presencia de un ejército numeroso, dudaron. ¿Era prudente asediar una ciudad tan bien guarnecida? Abdalla Alhazen decidió no atacar, creyendo que enfrentaría una feroz resistencia.

La astucia de Ximena Blázquez logró que los musulmanes no se atrevieran a derramar sangre en un asedio. Ávila se mantuvo a salvo gracias a esta estratagema femenina. La historia de Ximena ha perdurado como una fábula popular, recordándonos la valentía y el ingenio de las mujeres en tiempos de guerra.

Ximena Blázquez, la gobernadora que desafió las expectativas y salvó su ciudad sin derramamiento de sangre, sigue siendo un faro de inspiración. Su legado nos recuerda que la inteligencia y la valentía no conocen género ni época. Que su nombre siga resonando en los corazones de aquellos que aprecian la audacia y la determinación en la lucha por la libertad y la justicia.


Nota: Aunque no existen fuentes rigurosas que documenten este asedio, la leyenda de Ximena Blázquez ha trascendido el tiempo y se ha convertido en parte de nuestra rica tradición histórica.


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