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El yacimiento submarino Gaza Marine: El tesoro oculto de la costa de Gaza
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El yacimiento submarino Gaza Marine: El tesoro oculto de la costa de Gaza

miércoles 29 de noviembre de 2023, 08:00h
Israel reclama el yacimiento de gas Gaza Marine en la costa de Gaza. Netanyahu busca convertir a Israel en un centro energético y exportador de gas. El bloqueo impuesto en Gaza ha impedido acceder a los yacimientos, que representan miles de millones de dólares.

Israel reclamaba un gran yacimiento de gas en las costas de Gaza antes de la ocupación israelí de la Franja.

En la costa de Gaza se encuentra el yacimiento submarino Gaza Marine, que fue descubierto en 1999 como el primer campo de gas natural en esa área prominente. Fue explotado inicialmente en 2000 por British Gas y posteriormente por Gazpron.

Debido a la oposición del Gobierno de Israel, cuya Marina de Guerra controla las aguas costeras de la franja, las exploraciones en ninguno de los dos casos pudieron avanzar.

Desde hace años, Netanyahu gestiona la explotación de esta bolsa de gas, que Tel Aviv considera una prolongación sin más de los yacimientos israelíes de Leviatán y Tamar, al centro y al norte costero del territorio judío. La polémica envuelve a esta bolsa de gas desde entonces.

La actividad de extracción en Tamar, gestionada por Chevron, había sido paralizada por motivos de seguridad justo antes de la ocupación de la Franja por las tropas de Israel. Esto se hizo en previsión de que la Plataforma de Chevron pudiera ser objetivo de los cohetes de Hamas.

La fracción armada más beligerante de los enemigos de Israel, Hizbollah, ha amenazado la Plataforma de Leviatán, ubicada en el norte y cerca de la frontera con Líbano.

Bajo el argumento de que los royalties obtenidos servirán para financiar el terrorismo, el Gobierno israelí ha impedido que la Autoridad Palestina gestione Gaza Marine con tecnología británica y rusa, y con la mediación de Egipto.

Impedir la explotación de Gaza Marine ha sido siempre uno de los objetivos de las operaciones militares israelíes "Plomo Fundido", "Respuesta del Eco" y "Marco Protector". A pesar de haber transcurrido 25 años, Gaza Marine sigue sumergida y sin actividad.

Según la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en 2019, Palestina es un país rico, a pesar de que hoy en día no parece serlo. Los yacimientos de petróleo y gas natural de la Cuenca del Levante, también conocida como Mar Levantino en el Mediterráneo, tienen un valor neto de 453.000 millones de dólares.

"Los costos económicos de la ocupación israelí para el pueblo palestino: el potencial no aprovechado del petróleo y el gas natural" es un extenso informe publicado por esta agencia de la ONU. En dicho informe, se confirma que los recursos naturales tienen la capacidad de beneficiar tanto a la población gazatí como a Israel. Sin embargo, también señala que si las partes individuales explotan estos recursos sin considerar equitativamente a los demás, podrían convertirse en una fuente adicional de conflictos y violencia.

El escenario es el segundo, indicado por la campaña de exterminio lanzada por Israel el 7 de octubre. Según UNRWA, otra agencia de la ONU, ya han muerto 15.000 personas. El Gobierno de Benjamin Netanyahu ha apostado por un futuro económico basado en la explotación para consumo propio y la distribución con destino a los países de Europa del gas y el petróleo frente a las costas de Gaza, que son un objetivo estratégico.

El experto en relaciones internacionales israelí Guy Laron, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, aportaba un nuevo punto de vista sobre ese factor secundario de la invasión israelí. Señalaba un cambio de rumbo en la política económica del Gobierno del Likud, según Laron. Él afirmaba que Netanyahu siempre ha querido convertir a Israel en una economía de recursos y un centro energético.

El punto energético más importante del mundo es Oriente Medio, donde se encuentran casi la mitad de las reservas probadas mundiales de gas y petróleo. Si se produce la colonización completa de la Franja, la situación estratégica de Israel como punto de reparto puede ser definitiva y se pueden explotar las bolsas que quedan bajo el mar.

Convertir a Israel en un nodo clave para el suministro de combustible fósil es el objetivo principal. En primer lugar, se planea lograr esto mediante la construcción de gaseoductos que estarán conectados al continente. Estos gaseoductos serán utilizados para transportar el combustible desde los yacimientos de Tamar y Leviatán, los cuales fueron descubiertos en 2009 y 2010 respectivamente. Tamar cuenta con reservas de 200 billones de metros cúbicos (bcm), mientras que Leviatán tiene reservas de 600 bcm.

Para el próximo cuarto de siglo, tanto la demanda interna de Israel como la posibilidad de convertirse en un exportador a los países del norte del Mediterráneo podrían ser cubiertas por ambos campos. Netanyahu está negociando proyectos de gaseoductos que pasarían a través de Chipre y permitirían el transporte mediante buques.

Durante los últimos cuatro años, el tamaño de la cadena de valor del gas en Israel se ha duplicado, convirtiéndose en un importante productor y exportador, según resalta un informe del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford publicado este mes.

El 29 de octubre, se anunció que Israel había otorgado 12 licencias a seis empresas, entre ellas British Petroleum y la petrolera italiana Eni, para explorar y descubrir campos adicionales de gas natural en alta mar. Esto resulta en una extracción mayor que cualquier país europeo.

Aun no se ha descubierto todo el gas y petróleo del mar que comparten Gaza, Israel y otros países como Líbano, Egipto y Chipre, según el estudio de la UNCTAD. Además, destaca que hay una parte importante que aún no ha sido explotada.

Desde 2007, se ha impuesto un bloqueo en la Franja de Gaza que ha resultado en la imposibilidad de acceder a los yacimientos de gas, los cuales representan miles de millones de dólares. Los geólogos estiman que hay sedimentos que contienen billones de metros cúbicos de gas a profundidades que varían entre mil y seis mil metros.

Uno de los yacimientos de gas natural más importantes del mundo es la Cuenca del Levante, que baña distintas orillas. Sin embargo, aún no se ha establecido la soberanía sobre esas bolsas vírgenes.

El Gobierno de Israel tiene un gran interés en una parte del yacimiento conocido como Gaza Marine, que se encuentra a 17 millas de la costa gazatí y contiene 30 billones de metros cúbicos (bcm) de gas de calidad óptima. En 1999, BG Group (BGG), que ahora es propiedad de Shell desde 2015, firmó un contrato con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

La compañía fue prometida el 90% de los beneficios en ese acuerdo, mientras que el 10% iba destinado a la ANP. Con el tiempo, se suponía que el margen de explotación de los pozos perforados hasta ahora, Marine 1 y Marine 2, aumentaría a favor de la Autoridad Nacional Palestina. Sin embargo, esto no ha sucedido.

La UNCTAD informa que, a partir de la intervención militar de Israel en la Franja en 2008, los yacimientos fueron controlados por Israel, sin considerar el derecho internacional. Además, se destaca que las negociaciones entre BGG y funcionarios israelíes ya estaban en curso en octubre de 2008, dos o tres meses antes del inicio de la operación militar. En ese momento, BG Group acordó compartir las regalías con Tel Aviv.

Según los expertos israelíes, la falta de avance en la explotación se debe al tamaño relativamente pequeño de los campos.

El informe concluye que en 2018 se cumplieron 18 años desde los estudios de perforación de Marine 1 y Marine 2. "Dado que la ANP no ha podido explotar estos campos, las pérdidas acumuladas ascienden a miles de millones de dólares. Como resultado, durante todo este período, al pueblo palestino se le han negado los beneficios de utilizar este recurso natural para financiar el desarrollo socioeconómico y satisfacer sus necesidades de energía".

Antes de la ofensiva, el Gobierno israelí anunció la aprobación preliminar para la explotación de los campos Marine este verano, con la condición de preservar la seguridad y las necesidades diplomáticas del Estado de Israel.

"La autorización en ese momento fue interpretada por los expertos israelíes como un signo de mejora en las relaciones con Hamás, ya que les ayudaría a oponerse a los militantes de la Jihad Islámica durante la última ronda de violencia en Gaza en mayo de 2023".

La posibilidad de una conquista del territorio palestino amenaza con quedárselo todo, cinco meses después.

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