En 2022, la unidad antidroga de la Guardia Civil —OCON Sur— fue desmantelada por orden del Gobierno de Pedro Sánchez y su ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Se había creado en 2018 y cuando mayor eficacia demostraba la unidad fue cuando se decidió acabar con ella. La Guardia Civil no sólo había combatido con ella la entrada de la droga en España. También había llevado a cabo una profunda labor de investigación del origen de la droga y de su negocio procedente de Marruecos. La información que hoy aporta Libertad Digital no sólo extracta esta labor, sino que fue comunicada al ministro Marlaska antes de la disolución de OCON Sur. Pero, pese a ello, desmanteló el contingente antinarco de la Benemérita.
Los datos de la Guardia Civil explican que "en 2020, la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas aprobó eliminar el cannabis de la lista de drogas peligrosas gracias a la votación favorable de 27 países, entre ellos Marruecos". Que "esto le permitió a Marruecos sentar las bases para crear un marco legal que regulase la producción y uso en su territorio". Y, precisamente por ello, "en febrero de 2021, Marruecos aprobó la Ley 13/21 donde se legaliza el uso medicinal e industrial del cannabis". Es más, "en mayo de 2021 se aprueba la ley sobre los usos legales del cannabis y en octubre de 2022, las 10 primeras licencias fueron concedidas".
Descriminalización del cultivo
El resultado es descriptible. "Todo esto que ha supuesto una descriminalización del cultivo. Al no existir otros cultivos en la zona, además, el Gobierno ha permitido que los agricultores continúen sus pequeños negocios de producción". Y "la producción de cannabis se dedica tanto a la exportación a Europa, como para los turistas que visitan el Rif". La segunda consecuencia es previsible: "La creación de una forma constante de empleo e ingresos para los rifeños".
La Guardia Civil deja constancia de que "los costos de distribución y los precios varían según la ubicación y la proximidad a las grandes ciudades". Pero, en cualquier caso, "el aumento de la demanda de cannabis da como resultado dos cosas: el aumento considerable de la viabilidad del tráfico de drogas y un exitoso negocio en todos los puertos y fronteras de Marruecos".
"Esta información no es directa, se basa en distintos factores e indicadores", advierte la Guardia Civil. Pero eso en sí mismo llamativo: Se suponía que a raíz de los acuerdos de Pedro Sánchez y Mohamed VI -o eso afirmó el presidente español- surgía un "partenariado" entre España y Marruecos que permitía un trato leal: lo cierto es que de eso nada y España no tiene capacidad de cotejar la realidad del mercado del narco en Marruecos.
Permiso oficial o extraoficial de Rabat
La Guardia Civil da por hecho que en Marruecos nada pasa sin permiso oficial o extraoficial del Gobierno de Rabat. "El cultivo de cannabis en Marruecos emplea alrededor de un millón de personas entre cultivadores, transportistas y demás sectores implicados. La producción de cannabis se convirtió en el principal cultivo en la zona del Rif desde finales del siglo pasado. Según un estudio de la UNODC2 de 2003 se contabilizaron 135.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cannabis en Marruecos".
Y es que todo se ha acelerado últimamente: "Entre 2003 y 2010, el Gobierno de Rabat promovió oficialmente una política de erradicación a gran escala para eliminar por completo las plantaciones de cannabis". Pese a ello, la Benemérita considera que se trató de un mero lavado de cara ante el exterior. Y todo ello apunta a que Marruecos mantiene un claro interés sobre este mercado. Algo que justifica claramente una investigación de lo pactado con Marruecos por el Gobierno de Sánchez tras el espionaje del móvil del presidente y del ministro del Interior.