El PSOE se une a los independentistas para intentar boicotear el informe de la UE sobre discriminación del castellano en Cataluña

El PSOE se ha aliado con los partidos independentistas para intentar bloquear el debate en la Eurocámara del informe sobre la inmersión lingüística que aboga por un trato igualitario del castellano y el catalán en los colegios de Cataluña y que este miércoles se presentaba oficialmente tras haber concluido la misión europea su investigación sobre el modelo monolingüe educativo de la Generalitat.

La socialista Cristina Maestre -que inicialmente formaba parte de la misión, pero que acabó ausentándose para tratar de boicotearla- ha capitaneado la emboscada de la mano de los secesionistas. Maestre ha alegado que recibieron el informe sobre la inmersión con menos de 24 horas de antelación -no se acabó de redactar hasta media tarde de ayer- y «no haber tenido tiempo de analizarlo» para solicitar el aplazamiento del debate.

Posteriormente, ya blandiendo las verdaderas razones de su maniobra, ha sostenido la socialista «no ver normal que una comisión con mayoría de la derecha liderada por el PP español diga a un Estado miembro qué tiene que hacer algo sobre una cuestión competencia exclusiva de los Estados miembros». Así ha calcado los argumentos esgrimidos por el independentismo catalán, que desde que se pusiera en marcha la misión, defendió que la inmersión es una cuestión doméstica para intentar evitar la fiscalización de la Unión Europea.

Tras la socialista ha llegado el turno de los partidos independentistas que sostienen el Gobierno del PSOE.

«Es una misión de la derecha y la extrema derecha española, no es la posición de la Comisión ni del Parlamento Europeo», ha incidido por su parte Diana Riba, de ERC. «Sin la inmersión, el retroceso de la lengua catalana irá a más porque ustedes, que aparentan defender el bilingüismo, en verdad lo que quieren es que la sociedad catalana sea monolingüe en castellano», ha completado por parte de Junts, Toni Comín.

Pero, pese a las agrias quejas de los socialistas y los secesionistas catalanes, el debate ha acabado realizándose. Dolors Montserrat, la presidenta de la Comisión de Peticiones -el organismo europeo que ha promovido la misión a Cataluña-, ha blandido el reglamento para abortar el intento de boicot. Ha recordado la popular que para variar el orden del día de una sesión debería haber sido avisada con 24 horas de antelación -algo que no ha ocurrido- y ha dejado la decisión de mantener el guión prefijado en los grupos que componen la comisión. La mayoría de populares, liberales y conservadores ha desarticulado la treta del PSOE, ERC y Junts, que pretendían aplazar sine die el debate para que la votación y aprobación definitiva del informe -prevista para el 19 de marzo- también se retrasara y no pudiera llevarse a cabo en la presente legislatura europea, que ya afronta su tramo final.

Una hora después de lo previsto, ha podido tomar la palabra la presidenta de la misión sobre la inmersión, Yana Toom, que ha advertido que Europa «mantendrá una posición muy firme en cuanto a cualquier discurso de odio» que se produzca contra las familias catalanas que reclamen más castellano para sus hijos con el objetivo de que «se puedan sentir seguras», tras haber conocido «situaciones de acoso» durante su estancia en Cataluña.

La eurodiputada estonia ha constatado que el «rechazo a modificar el modelo lingüístico» por parte de la Generalitat «va en contra de los derechos de los estudiantes» y ha subrayado que la sentencia del Tribunal Superior de Cataluña sobre el 25% de castellano «no ha sido aplicada» y que su ejecución sigue pendiente de la resolución del Tribunal Constitucional sobre la legalidad de las medidas legislativas aprobadas por la Generalitat para impedir la aplicación del fallo.

«Cuando el Tribunal Constitucional dé su sentencia definitiva, habrá que prever la reconciliación de ambas perspectivas», ha defendido Toom, para respaldar un bilingüismo real en las escuelas catalanas.

«El Parlamento Europeo da un histórico paso», ha celebrado el eurodiputado del PP, Antonio López-Istúriz. «La Cámara comunitaria vio en Cataluña una obsesión contra el español en la escuela», ha reafirmado la representante de Ciudadanos, Maite Pagaza, quien ha considerado que Europa «debe actuar cuando el Gobierno de un Estado miembro permite que los derechos fundamentales sean vulnerados».

Por su parte, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) -entidad que en 2017 denunció ante la Unión Europea la situación del castellano en los colegios de Cataluña dando lugar a la investigación que acabó teniendo lugar en diciembre del pasado año- ha pedido acabar con la «discriminación lingüística» en la escuela catalana tras la presentación del informe de la comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.