La Mocro Maffia contrató al sicario 'lapidador' para matar a Alejo Vidal Quadras

La Mocro Maffia contrató al sicario 'lapidador' para matar a Alejo Vidal Quadras

ÁNGELES ESCRIVÁ

La orden vino de la Mocro Maffia; no el encargo, pero sí la orden. Uno de los jefes de esta organización que se ha hecho fuerte en Holanda, pero que también tiene extensiones en Francia, pensó que Mehrez Ayari, un francés de 27 años de origen tunecino con residencia en París, era el sicario adecuado para pegarle un tiro a Alejo Vidal-Quadras —el ex dirigente del PP catalán de 78 años y uno de los fundadores de Vox—porque ya había demostrado su crueldad y su destreza en estas lides, según fuentes conocedoras de la investigación. Ayari había asesinado unos meses antes a un confidente por haber traicionado los intereses de una de las estructuras dedicadas al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales más peligrosas de Europa, y en aquella ocasión lo había hecho de forma eficiente. Había acabando lapidando al traidor de un modo tan brutal que su cadáver resultó bastante irreconocible. Lo hizo así por dos motivos, según los expertos: para intentar dificultar la obtención de pruebas y, sobre todo, para mandar un mensaje a quien se atreviera a seguir sus pasos.

El historial de Ayari está repleto de delitos con y sin violencia, atracos, hurtos y palizas, desde que éste era prácticamente un niño, y tiene registros prácticamente por todo el mundo. Los tiene en Grecia, en Turquía y en Abu Dabi. «Es un asesino nato», aseguran las fuentes consultadas, que no están seguras de tener todo su perfil verdadero encima de la mesa. No están seguras de que la muerte del confidente y el intento de asesinato de Vidal-Quadras sean sus únicos crímenes de sangre. Arrastraba una orden de busca y captura desde Francia y ahora tiene activada otra desde España, desde donde logró escapar vía Portugal. En estos momentos es uno de los asesinos incluidos en el fichero rojo de Interpol, el de prófugos fugados, y puede ser detenido en 169 países. Si le localizan.

El intento de asesinato de Vidal-Quadras sería el primero de esta organización mafiosa en nuestro país no relacionado con ajustes de cuentas internos, y, desde luego, sería, que se sepa, el primero ordenado contra un ciudadano español, según fuentes consultadas por Crónica.

No ha trascendido por el momento quién realizó el encargo pero los investigadores, que siguen la pista de Irán, trabajan sobre la base de que el atentado se preparó en tres meses, poco tiempo para lo que suele ser habitual. Aproximadamente, en aquellos días, Vidal-Quadras le había preguntado a un eurodiputado compañero suyo, también comprometido contra el régimen iraní, cómo se sentía cuando salía a la calle, si miraba alrededor o se giraba cuando oía pisadas. Semanas después, recoge La Vanguardia, su amigo entendió el por qué de la pregunta y su gravedad.

La Mocro Maffia, una organización asociada a grupos criminales de origen magrebí que luchan por el control del tráfico de droga en el norte de Europa, es poco conocida en España aunque los especialistas vaticinan que en pocos años la potencia que demuestra en Holanda, donde ha convertido la sociedad en un infierno, podría trasladarse a España.

LA CONEXIÓN IRANÍ

Empezó a formarse en los años 80 del siglo pasado y fue reforzando sus posiciones con el cambio de milenio, cuando los barcos que operaban en Róterdam entraron en contacto con los cárteles de cocaína de Iberoamérica. La primera vez que concitó la atención internacional fue el 6 de julio de 2021, cuando fue tiroteado en Ámsterdam el periodista experto en investigación Peter R. de Vries, uno de los reporteros más reconocidos de los Países Bajos. Después de eso, se supo que decenas de jueces holandeses están amenazados y que el primer ministro del país, Mark Rutte, había tenido que dejar de desplazarse en bicicleta porque le tenían como objetivo; y trascendió que su descaro es tan espectacular que las amenazas de secuestro realizadas a la princesa Amalia de Holanda, la hija de los reyes Guillermo y Máxima, hicieron que la heredera quedara confinada en palacio.

En España, el primer muerto registrado causado por la Mocro Maffia, que se sepa, fue Ebraim Buzhm, un holandés de origen marroquí apodado El Carnicero por la profesión de su padre, cuyo cadáver apareció hace un par de años en Chiclana de la Frontera. Los ocupantes de un Kia Sportage de color rojo lanzaron su cuerpo a un camino apartado y se dieron a la fuga. Poco después trascendió que cinco personas procedentes de Holanda habían sido detenidas por cumplir el encargo de asesinarlo y se supo también que quien había puesto precio a la cabeza de El Carnicero — estuviera o no detrás de su asesinato— era Ridovan Taghi, el jefe de una de las familias de esta mafia en los Países Bajos, el mismo que había amenazado a Peter R. de Vries.

Curiosamente Taghi tiene vínculos con el régimen iraní. El diario Telegraaf publicó hace unos años que antes de ser encerrado en lo que ha sido bautizado como la Alcatraz holandesaTaghi habría ayudado a Irán a realizar «ejecuciones» en Europa.

Pero, aunque esto no es óbice ni cortapisa, no es él quien se ha estado moviendo personalmente por nuestro país. Quien fue detenido el 25 de enero en España fue el rival de Taghi, Karim Bouyakhrichan, el hombre más buscado en los Países Bajos, que dirigía desde Marbella un impresionante imperio de narcotráfico y de blanqueo de dinero, heredado de su hermano, que pagó con su vida, dicen, el error de haber perdido un cargamento de coca. El interés de la Mocro Maffia en España en los últimos tiempos es directamente proporcional a la posición geográfica de un país que está de camino hacia el norte en la ruta africana abierta para traer la droga, por ejemplo, desde Colombia.

La moto empleada para realizar el atentado que fue abandonada tras ser quemada en la calle Canario de un polígono de Fuenlabrada. De este vehículo salió la pista que llevó al grupo criminal. CRÓNICA

Sin embargo, no puede afirmarse a estas alturas de la investigación que alguno de esos dos criminales, tampoco el hasta ahora asentado en España, esté relacionado con el atentado contra Vidal Quadras. Las autoridades francesas, país de origen del sicario, también investigan si la orden pudo partir de su territorio. No se trata de organizaciones que mandan a grupos de sicarios, siempre los mismos, a ejecutar un delito, sino que suelen variar hasta el punto de montar una infraestructura mayor o menor para cada asunto. Por lo menos, así se habrían conducido en este caso.

CRONOLOGÍA CONOCIDA

En principio, el primer movimiento cronológico registrado públicamente en la preparación de este atentado es el de la compra de la moto que fue utilizada por Mehrez Ayari para perpetrarlo. Para adquirirla, el grupo contactó con Adrian Ruiz, un joven de 22 años natural de Mijas, que se desplazó a Madrid para obtener una BMW matrícula ES9073HZM con su DNI, aunque no consta que él supiera conducir. Le dieron 4.000 euros y una compensación personal de 500, y le pidieron que contratara un seguro de un mes, desde el 14 de octubre hasta el 19 de noviembre, para evitar problemas si se producía un accidente.

Adrián Ruiz se puso en un compromiso, no por comprar el vehículo exactamente, dado que el ha alegado que no sabía para qué lo querían, sino por dejar que algunos miembros del grupo utilizasen su documentación de manera fraudulenta y porque, tal como le ordenaron, puso una denuncia falsa alegando que el vehículo le había sido robado.

Fue el venezolano Greg Oliver Higuera, quien le pidió a Adrián Ruiz que localizase y comprase la moto. Se conocían ambos, que se sepa, de haber trabajado juntos como camareros en un chiringuito de la playa. Greg, que viajaba frecuentemente a su país y a Italia, tenía relación con el mundo de la droga y de eso conocía a Sami Bekal, alias Pacho. Bekal, a quien se ha atribuido hasta ahora el papel de cerebro del grupo, es considerado el organizador de la infraestructura en España. Es quien conoce a delincuentes de mayor o menor relevancia relacionados con el mundo de la droga en Ceuta, Melilla y en algunas localidades del sur de España, y es quien financió el atentado utilizando, para cubrir su huellas, cuentas que no son de su propiedad o procedimientos en los que utilizó intermediarios.

También Bekal tirará de Naiara Gómez, un delincuente malagueño, huérfano de una mujer checoslovaca que falleció al darle a luz y de un padre español al que apodaban el Sirio, que pasó los primeros años de su vida en la comuna Beneficio en las Alpujarras.

Tres semanas antes del atentado, Mehrez Ayari, Sami Bekal y Nayara Gómez se citaron en la localidad de Lanjaron para organizar los detalles del atentado. Bekal escogió el Hotel Balneario para alojarse mientras Naiara Gómez reservaba una habitación en un modestísimo establecimiento de la localidad (que ciertamente contradice los recursos económicos de los que dispone la Mocro Maffia) en la que se registraron él y Mehrez Ayari, que tuvo que aportar sus datos a pesar de resistirse inicialmente.

Bekal llegó a Lanjarón el 15 de octubre, y Gómez y Ayari lo hicieron el 17. El sicario fue renovando su estancia durante al menos cuatro días más mientras, según ha publicado El Confidencial, todos utilizaban una planta baja alquilada por el antiguo hippie, que conocía la zona porque era allí donde vivía, para cerrar los detalles.

El 6 de noviembre, tres días antes del intento de asesinato, el financiador del operativo, Bekal, ingresó al sicario 250 euros en una cuenta de un banco español para que pudiera cubrir algunos gastos. A Nayara Gómez y a Mehrez Ayari, la Policía les tendría identificados en las grabaciones de los comercios de las calles del barrio de Salamanca realizando guardias. Y tendría probado que el sicario, el día antes de efectuar el disparo casi mortal, conducía la moto, perdido por el camino a la Zarzuela, donde preguntó cómo podía llegar al hotel donde tenía pensado quedarse. En esos momentos, el coordinador del atentado, Bekal, abandonaba España, probablemente tomando un barco que le llevaría a Marruecos.

A las 13.30 del 9 de noviembre, los testigos identificaron a un hombre joven de 1'75 metros de altura, vestido con vaqueros y con un jersey azul, como la persona que había apuntado con una nueve milímetros parabellum a la cabeza de Alejo Vidal-Quadras. Erró el tiro que iba a la parte superior porque el político realizó un gesto y la bala le atravesó las mejillas tocando poco hueso. «A ver si va a volver», les decía a los transeúntes que intentaron ayudarlo y que reclamaron las ambulancias. Carmen, su mujer, harta de llamarle sin respuesta, le reprochó que se llevara el teléfono a sus paseos diarios para no cogerlo, sin saber que quien estaba al otro lado del aparato era una de las sanitarias que se llevaba a su marido al hospital.

Apenas dos horas después, a las 15.39, la policía municipal avisó a la Policía Nacional de la existencia de una moto quemada y abandonada en la calle Canario de un polígono de Fuenlabrada, a media hora de donde se produjo el disparo. Quien la quemó no realizó un trabajo eficiente porque no destruyó el número de bastidor. Se ha publicado que ocho días después, Naiara Gómez mandó al coordinador un mensaje en el que decía «Misión cumplida». No está muy claro por qué tardó en efectuar esa comunicación, aunque sí se sabe que él o su pareja, una británica que no parece que supiera lo que ocurría, fueron quienes llevaron al sicario hasta la frontera portuguesa para que pudiera escapar. Después, quedarían registrados los mensajes amenazantes que Meherez Ayari envió a su contacto con la Mocro Maffia, por su resistencia a abonarle el trabajo, probablemente porque no había conseguido el objetivo.

No se ha sabido nada más de él ni de Bekal. El 21 de noviembre, Nayara Gómez y su pareja fueron detenidos. También lo fue Adrián Ruiz. El tiempo de saberlo fue el tiempo que tardó Greg Oliver Higuera en correr al aeropuerto de Barajas para coger un avión a Venezuela con un billete que pagó con dinero en efectivo. Nayara Gómez está desde entonces en prisión, donde tiene tratamiento de FIES, preso peligroso. A Oliver le pillaron el pasado 17 de enero intentando cruzar de manera ilegal la frontera con Colombia, país en el que la Mocro Maffia tiene amigos de conveniencia. Lo hizo a la altura de la localidad de Villa del Rosario y allí le esperaba el sobresalto de saber que pesaba sobre él, también, una alerta roja de Interpol por terrorismo.

La investigación, repleta de interrogantes, continúa. El principal: averiguar quién hizo el encargo y por qué. Fuentes de Seguridad Nacional alegaron desde el principio que «no se aprecian datos concluyentes que apunten a la participación de un gobierno extranjero en el atentado». Añadían que el gobierno iraní se empleaba en asesinar a otro tipo de personalidades y que, desde luego, no fallaba. Con este análisis, intentaban reconducir la tesis, expresada con toda rotundidad por Vidal-Quadras de que había sido el régimen iraní que se encontraba tras el intento de eliminarle, un gobierno que, además, seis días antes del tiro, le había señalado en su canal de televisión para españoles y que, en otras ocasiones, ha hecho tratos con al menos una de las familias más potentes de la Mocro Maffia para que ésta ejecute sus asesinatos. Los expertos policiales creen que ese pueda ser el caso y ahondan sobre esta y el resto de las opciones.

Fuente: https://amp.elmundo.es/cronica/2024/02/04/65bdf05be85ece5a5b8b45de.html


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