Por Ana Val
Llevo un tiempo observando extraños fenómenos o “posters gais” como yo les llamo, y viene a resultar que de un tiempo a esta parte veo una mengua constante y considerable de individuas de mi especie… LAS BOLLERAS.
Desde luego toda una sorpresa para mí, que, llegando a la mitad de siglo, con logros constatables en la lucha como el matrimonio igualitario, el poder ser madres y todo lo conseguido por las personas homosexuales que nos precedieron, todas las primas, compañeras, vecinas que eran en realidad pareja, que no se atrevían a nombrarse por miedo a ser “curadas” a base de electroshocks, violaciones correctivas, o casándose, obligadas pos la sociedad y por la heterosexualidad obligatoria, a casarse con el “menos malo”, pues como digo, a día de hoy, 2024 fliparían! Sí, las lesbianas estamos desapareciendo.
¡Ahora resulta que la joven que siente que le atrae una compañera y que le gusta vestir cómoda, con ropa ancha y estilo “masculino” o “poco femenino” no es en realidad lesbiana, es un chico trans!!!
Ahora resulta que lo que siempre nos han dicho los incels, normalmente fachosos, de “eres lesbiana porque no has probado una buena polla” (¡entiéndase que la suya, supongo!), viene un “personajo” con peluca, falda y tacón (¡todas sabemos de sobra que esto es lo que nos hace mujeres, por las diosas!), pues llega un individuo de esta guisa y nos dice… “si rechazas mi polla femenina, eres tránsfoba!”, sí, sí, como leéis! Y lo más chistoso es que todo esto nos lo dicen desde el “colectivo” que se supone que debe ampararnos y defendernos, y todo esto dicho desde “la isquierda posmodernota” que se autodefine progresista, porque de esto va el juego, ¿no? De autodefinirse sin serlo.
Me duelen los oídos y las entrañas cuando escucho a nenas, porque son niñas, querer hacerse dobles mastectomías, hormonarse y quedar estériles, sin entender si quiera el significado y la repercusión que van a tener estar palabras tan enormes en su desarrollo, porque les han hecho creer que su cuerpo ¡está mal!, que que te guste otra chica… ¡está mal! Chicas que ni han experimentado ni desarrollado su sexualidad, que a estas edades es confusa (lo sabemos, hemos estado ahí).
Me sangran los ojos y el hígado cuando leo en foros de crías lesbianas (estas sí escaparon del estereotipo sexista de ser “masculinas”) preguntar qué pueden hacer para que el “pene femenino” de una “chica trans” no les dé asco, y lo preguntan preocupadas pensando que son ellas las que tienen un problema.
La intención era ponerle un poco de guasa/ironía/sarcasmo a esta pequeña reflexión mía, pero no me sale, y no me sale porque duele, duele mucho, a estas chicas se las está haciendo terapias de conversión de homosexuales, a unas por hacerlas creer que pueden pasar de ser chicas lesbianas a “chico hetero”, a las otras por hacerles chantaje emocional de la forma más repugnante para tener relaciones con señores fetichistas, siendo mujeres homosexuales.
Y así acaba este cuento, o pesadilla mejor dicho, con el ataque bestial a las lesbianas desde dentro del colectivo (que cuantas más letras añade, más nos expulsa y ataca), esquivando a señores en locales y apps, con leyes en distintos países que prohíben, si habéis leído bien, que PROHÍBEN las reuniones exclusivas de mujeres, con lesbianas teniendo que volver a la clandestinidad para poder relacionarnos tranquilas y sin penes, con la comunidad T pidiendo la cabeza de la nueva directora del Instituto de la MUJER que es una activista lesbiana (no voy a entrar a juzgar recogidas de cable, pero es MUJER) , así que señoras, creo que podemos constatar que sí, que la especie LESBIANA, es una especie en peligro de extinción, no les quepa ninguna duda! Pasen ustedes un buen día!
