La Agencia Estatal de Fronteras /(Frontex) ha firmado un acuerdo in extremis con el Ministerio del Interior tras una semana intensa de tiranteces provocadas por el deseo del Gobierno, apuntan fuentes de la Agencia, de controlar la información sobre inmigración.
El acuerdo se ha producido esta tarde, casi una semana después de la fecha límite para firmar el acuerdo de la negociación para la firma del plan operativo propuesto por la agencia de inmigración de la UE para 2024. El retraso disparó todas las alarmas. El jueves trascendió que había tiranteces.
Ése día, Fernando Grande-Marlaska habló de que la solución llegaría en "horas, más que en días". Sin embargo, sus cálculos no fueron acertados y el acuerdo se ha cerrado hoy tras un limar posturas enfrentadas, explican fuentes de Frontex.
El control de los datos sobre inmigración es lo que hizo que Frontex entrara en conflicto con Interior. Actualmente es la agencia europea de fronteras quien maneja la base de datos -denominada Jora- en la que se vuelca la información de los migrantes en situación irregular.
Ahí se almacenan los apuntes que resultan de las entrevistas que se les hacen al llegar para intentar dar con las redes que les ayudan a alcanzar Europa: fotos, huellas, el número de NIE que se les asigna, el país del que vienen o cómo han llegado, entre otros aspectos.
El 85% de la información la vuelcan los agentes de Frontex. El Gobierno español puede consultarlo siempre que quiera. Ahora, tal como revelan fuentes de la agencia europea de fronteras, España «quería controlar esa base de datos y, por tanto, la información».
Finalmente, las diferencias -que no son nuevas- se han superado y se han firmado los planes operativos para las dos operaciones conjuntas que España y Frontex desarrollarán en España en 2024: una denominada Índalo, que cubre el Mediterráneo occidental y otra que afecta a Canarias.