El precio de la vivienda lleva mucho tiempo siendo un problema para los más jóvenes. Por eso son tan valiosos los ejemplos de éxito que tenemos aquí mismo, en nuestro país, pues sirven de referente. Así que, coincidiendo con los diez años de Podemos, hemos hablado con su fundador para que nos llene de optimismo y nos explique cómo pasó de una tienda de campaña en la calle a un chalet con piscina en Galapagar en solo una década.
Vayamos al grano: ¿Cómo consigues pasar de una tienda de campaña en la calle a un chalet con piscina?
Pues con mucho trabajo. Despertándome cada día a las cinco de la mañana, yendo al gimnasio dos horas y luego regresando a casa a las siete, preparándome un desayuno con huevos, avena y fruta y poniéndome a trabajar hasta las doce de la noche sin parar. Lo que no puedes pretender es tener un Lambo si te quedas en casa viendo la tele o vas de cervezas con los colegas, hay que sacrificarse y trabajar duro porque tu competencia está en el gym a las seis de la mañana. Por eso yo iba a las cinco de la mañana.
¿Están abiertos los gimnasios a las cinco de la mañana?
El mío abría a las 6:30, pero me pasaba hora y media haciendo abdominales y flexiones delante de la verja bajada. Luego entraba a ducharme.
¿De dónde sacaste el dinero para pagar la entrada del chalet?
Trabajando duro, creyéndomelo mucho, aún cuando la gente no creía en mí. Cuando les decía a mis amigos que en el anticapitalismo había mucho dinero se metían conmigo, pero en un par de años de anticapitalista ya tenía mi chalet con piscina.
¿Qué hiciste con la tienda de campaña?
Si nos ponemos estrictos y literales, se podría decir que yo lo que es acampar, acampar, tampoco lo hice nunca, pero estaba a tope con el movimiento social, eso sí. Nunca tuve tienda de campaña.
¿Te sorprendió que la política diese tanto dinero?
Totalmente. Cuando me metí en política jamás imaginé que se podría ganar dinero, poder o relevancia de ningún tipo, fue una enorme sorpresa.
¿Qué le dirías a los jóvenes que sueñan con tener una vivienda propia?
Que no duerman más de cuatro horas, que cuiden su cuerpo y su alimentación. Esta vida es una jungla y no hay presas para todos. Si quieres un chalet tienes que ir a por él. Hay que emprender, yo creé mi propio partido en una plaza. Si yo conseguí el sueño del chalet, la piscina y el Lambo, tú también puedes.
¿Tendrás algún día una segunda residencia?
Yo ya estoy pensando en mi tercera residencia porque así es cómo hay que pensar. Hay que ser ambicioso, hay que ser tiburón. Si sueñas con una residencia te comes una mierda, hay que soñar con diez residencias y entonces podrás tener cinco.
¿Volverás algún día a la política?
Ahora estoy dejando que España camine sola, cuando tropiece del todo y se caiga, volveré para levantarla.
