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Itziar Ituño, una activista en un anuncio de business class

La actriz, abandonada por sus anunciantes tras participar en una manifestación por el acercamiento de los presos de ETA, apela a su origen y a su formación para defender su protagonismo político

La actriz Itziar Ituño pierde su colaboración con Iberia y BMW tras apoyar el acercamiento de los presos de ETAEFE (Foto)
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Muchas de las entrevistas de Itziar Ituño (Bilbao, 1974) se parecen un poco y muchas son interesantes, están hiladas por una voz que se expresa bien. En todas las entrevistas hay un momento en el que se le pregunta a la actriz cómo le afecta la hostilidad de parte del público por su activismo político y, en todas , responde educadamente más o menos lo mismo. Responde que sí que le afecta un poco y que eso no le parece justo e insinúa que hay una razón estructural que explica estos momentos de furia. Pero evita entrar en materia, contar qué la lleva a manifestarse con asociaciones en defensa de los presos de ETA, que es el acto que, periódicamente, llega a la discusión pública. Ituño lo hizo el fin de semana pasado en su ciudad, en un acto convocado por la asociación Sare, y BMW e Iberia, dos firmas que empleaban su imagen como reclamo publicitario, cancelaron su colaboración con Ituño.

Si acaso, la actriz tiene la tentación de explicar quién es para legitimarse. "Vengo de una familia obrera, de un barrio, tengo mi conciencia social y voy a seguir con ella, me da igual dónde me lleve la vida. Tengo un sentir, una opinión, creo que tengo derecho a expresarme siempre que no haga daño a nadie y ahí voy a seguir. Soy quien soy y esto es lo que hay", dijo Ituño en una entrevista publicada por EL MUNDO en el estreno de la serie Intimidad (2022). "Estuve una vez en una fábrica, haciendo neveras, una fábrica que se acaba de cerrar en Basauri, y no era feliz; tenía un sueldo mensual, pero prefiero tener temporadas donde no sabes lo que va a ser de la vida y otras en las que trabajar disfrutando", explicó en las páginas de Noticias de Guipuzcoa en 2014.

Para saber más

La otra referencia aque aparece siempre en las entrevistas de Ituño es la universidad: la actriz estudió Sociología en la UPV y lo que queda implícito es que una licenciada en Sociología debe tener una actitud crítica ante la realidad.

"A nadie se le escapa que ningún medio de comunicación es inocuo: todos tienen una línea política. Para mí, la objetividad de la prensa muchas veces deja mucho que desear. Lo digo por lo que he vivido en mi propia persona. No me pilla de nuevas, porque estudié Sociología, pero pensaba que estábamos un poquito más adelante. ¿Todavía hay caza de brujas? Pues sí. Hubo algo bueno, que tuve oportunidad de conocer a Willy Toledo. Y me contó que, en teoría, esto es una democracia y hay libertad de expresión, pero no es cierto: te puedes quedar sin trabajo por decir lo que piensas. Y es tremendo que eso exista a día de hoy", dijo Ituño también en EL MUNDO, en 2018, después de ser criticada por participar en un vídeo que reclamaba el acercamiento al País Vasco de los presos de ETA.

Un breve relato cronológico: Ituño nació en una familia castellanohablante y aprendió el euskera en las aulas. Después de la carrera, se empleó en Fagor y frecuentó los circuitos de teatro amateur de su ciudad. Cuando cita sus referentes vitales y culturales aparecen muchos de los clásicos en su generación: la música punk de los gaztetxes, la canción protesta latinoamericana, los viajes por Perú y Bolivia, la inocencia del descubrimiento del mundo global... Lo curioso es que el modo de vida de Ituño parece fiel a esa memoria de una juventud noventera idealizada, mientras que su carrera profesional se ha movido, en gran parte, por canales nada alternativos. «Debo de ser demasiado políticamente incorrecta», dijo Ituño en EL MUNDO en 2018. Para hacer anuncios de BMW, quizá sí.

Cuando la actriz aún era una aficionada, la televisión pública vasca la reclutó para Goekane, "La calle de arriba" en español, la telenovela más longeva, exitosa y convencional de la EiTB. Nekane, el personaje de Ituño, llegaba a aquella especie de EastEnders vasco como una joven resabida y frágil y evolucionaba hasta convertirse en una mujer solitaria, una comisaria de la Ertzaintza endurecida por las decepciones de la vida y un poco confusa respecto a su sexualidad.

En paralelo, Ituño hizo trabajos de más riesgo. El más conocido fue el de Loreak, de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, quizá la primera de las películas independientes en euskera que llegaron al público castellanohablantes: el tipo de material íntimo, lírico y casi minimalista que se ha hecho habitual en el cine de autor de la última década. En esa época, Ituño decía que su carrera estaba en el País Vasco, que no se imaginaba en Madrid, que era muy consciente de tener un lugar en el mundo... La realidad nos cambia a todos los planes.

Priimero (2017) hubo un papel en Cuéntame cómo pasó, un papel de terrorista de ETA. Su personaje se llamaba Koro, se movía en cierta ambigüedad dramática, según el molde de la mujer atractiva que tomaba decisiones terribles. Y hacía de vasca de chiste. Cuando un personaje aparecía con una pierna enyesada, le decía: "Si no mejora dime, que tengo un serrucho por ahí". Y después, aplicaba un molde con forma de laburu a un pastel que había hecho y que seguramente estuviese muy bueno porque la época de Cuéntame era la de la nueva gastronomía vasca.

Después llegó La casa de papel, primero en Antena3, el papel de Raquel Murillo, la madonna sufriente en el asalto al Banco de España, que la puso en el circuito de Netflix y de la tele comercial cuando la serie se convirtió en el gran proyecto global de la industria audiovisual española. Que conste que no hay una mala crítica del trabajo de Ituño. Incluso en la parcialmente fallida Intimidad, la actriz fue halagada por ser capaz de crear un personaje imposible de simplificar. Allí, Ituño interpretaba a una alcaldesa de un partido que se parecía mucho al PNV, que no era la mujer más moral del País Vasco, y que estaba más a favor del sistema que en contra... Pero que se convertía en víctima de ese sistema cuando alguen la grababa mientras mantenía relaciones sexuales y después difundia el vídeo.

En la bronca de 2018, Ituño publicó un mensaje que parafraseaba a Martin Niemöller: "Primero se llevaron a los comunistas, pero a mi no me importó porque yo no lo era; enseguida se llevaron a unos obreros, pero a mí no me importó porque yo tampoco lo era, después detuvieron a los sindicalistas, pero a mí no me importó porque yo no soy sindicalista; luego apresaron a unos curas, pero como yo no soy religioso, tampoco me importó; ahora me llevan a mí, pero ya es demasiado tarde". Después salió en el Mask Singer de Francia en el papel de Lady Gaga.