Santos Cerdán se reunirá el miércoles con Turull tras las diferencias sobre inmigración

"Muchas veces y sobre muchos temas, tenemos que hablar mucho". El Gobierno y el PSOE asumen que la legislatura será de "diálogo permanente", con Junts y con el resto de los grupos que conforman la mayoría parlamentaria. Pero, sobre todo, con la formación de Carles Puigdemont, sin cuyo concurso no se puede aprobar nada. Este miércoles, el número tres del PSOE, Santos Cerdán, se reunirá de nuevo con el secretario general de Junts, Jordi Turull, tras las diferencias de criterio de ambos partidos en el traspaso de las competencias de inmigración. El encuentro se celebrará en el Congreso, precisan fuentes socialistas, que tratan así de dar normalidad absoluta a estos contactos.

Y la verdad es que son constantes. Será la tercera reunión entre el secretario de Organización de Ferraz y Turull en las últimas tres semanas. El 4 de enero, Cerdán tuvo que viajar a Barcelona para intentar desbloquear el rechazo de Junts a los tres reales decretos que debía convalidar el Parlamento. Y cinco días después fue el dirigente independentista quien se trasladó a Madrid, en plena negociación con el PSOE. En esa cita, que se produjo en la Moncloa, también estuvieron María Jesús Montero, Félix Bolaños, Míriam Nogueras y Albert Batet.

Después de una agónica negociación, Junts aceptó no participar en la votación y facilitar así con su voto que dos decretos fueran aprobados. El tercero no salió adelante porque lo tumbó Podemos. Pero el partido del expresident exigió una serie de contrapartidas, entre ellas la delegación de las competencias de inmigración, a través de una ley orgánica.

Este asunto ha provocado un choque entre los dos partidos. Junts asegura que podrá influir sobre el reparto de inmigrantes en toda España, para que lleguen menos a Cataluña, y expulsar a los ilegales que sean reincidentes. Su discurso, que liga delincuencia e inmigración, ha generado el rechazo de las fuerzas progresistas que sujetan el Ejecutivo y del propio socio de coalición. ERC y Sumar están absolutamente en contra. Y, ante la interpretación que Junts está haciendo del pacto, el PSOE se ha visto obligado a aclarar los términos de esa cesión.

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En dos entrevistas consecutivas, este domingo en El País y hoy en RNE, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha subrayado que la política de control de fronteras y la expulsión de inmigrantes depende de la Administración General del Estado y no se puede delegar. Aun así, Junts reiteró este lunes su postura.

Turull insistió en TV3 que el propio acuerdo alude a la "gestión integral" de la inmigración. Aunque reconoció que no ha pactado con los socialistas el contenido de la ley orgánica para la cesión de esas competencias. "En dos minutos no pactas el contenido de una ley orgánica. Ahora negociaremos el contenido, con un objetivo: tener la gestión integral de las competencias".

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El problema para Junts es que necesita el apoyo de todos los grupos de la mayoría parlamentaria. También ERC, con quien mantiene una guerra perenne por el voto independentista. Han sido los republicanos quienes abiertamente los acusan de mezclar inmigración y seguridad para intentar frenar el avance de partidos separatistas xenófobos, como el de la alcaldesa de Ripoll. Turull se defendió esta mañana de estas valoraciones y señaló que piden buscar soluciones a la multirreincidencia "sea multirreincidente quien sea, da igual el que viene de ocho generaciones de aquí como el que lleva 15 días", en línea con la demanda de muchos de sus alcaldes.

Las discrepancias sobre inmigración han hecho emerger el primer gran conflicto ideológico entre los partidos que respaldan a Pedro Sánchez. En la mayoría cohabitan formaciones de derecha —PNV y Junts— con otras de izquierda —el propio Gobierno, PSOE y Sumar, además de ERC, Bildu, BNG y Podemos—. Los socialistas tratan de disimular esta discusión interna. El presidente defendió este lunes que "Cataluña es de las comunidades autónomas más solidarias". En el debate sobre la reubicación de migrantes llegados a las islas Canarias, recordó, la contestación se ha producido en las autonomías "gobernadas por el PP con Vox".