Luis Bru.
Jaime Peñafiel, adelantándose al libro de Jaime del Burgo «Y nada más que la verdad«, ha relevado en el programa alternativo de La reunión secreta, que Leonor y Sofía no serían hijas de Letizia, sino que serían de óvulos de Erika, la hermana menor Letizia, siendo Letizia un mero vientre de alquiler y las presuntas infantas serían fruto de inseminación artificial por «maternidad subrogada», siendo los óvulos de Erika.
El suicidio de Erika, que hasta ahora se ha movido en la nebulosa de los impenetrables misterios, habría sido causado por la total negativa de Letizia a dejar que su hermana pusiera el pie en Zarzuela, y así no poder visitar a sus hijas o medio hijas. Erika, de la que su primo David Rocasolano en su libro «Adiós, princesa«, narra las endémicas dificultades económicas que atravesaba, no pudo soportar la prohibición de ver a Leonor y Sofía. Esa responsabilidad en el suicidio de Erika también estuvo presente en la ruptura de David Rocasolano.
Jaime Peñafiel afirmó que Jaime del Burgo tiene pruebas escritas, gráficas y vídeos de esta cuestión y de otras que demuestran la infidelidad prolongada en el tiempo de Letizia a Felipe. Por ejemplo, habla de un viaje a Nueva York de varios días de Letizia con su amante, del que Felipe era consciente y aparentemente consintió.
Confirmó que la foto de la pashmina es de 2011 en la que Letizia cuenta los horas para reunirse con Jaime del Burgo y pide que la saque de allí, de Zarzuela. Un nuevo misterio es que en ese selfie Letizia aparece embarazada. ¿Qué fue de ese bebé? ¿Llegó a nacer?
Puestos al habla con nuestro editor Enrique de Diego, el primero que informo de una relación afectiva previa con Letizia de Jaime del Burgo a su matrimonio con Telma, y que ha indicado la necesidad de la prueba de ADN para saber de quién son hijas Leonor y Sofía afirma que «esa prueba es ahora absolutamente necesaria, dado que se sospecha que, al menos, en el caso de Sofía el espermatozoide es de Jaime del Burgo».
Fuente próximas a Zarzuela hablan de crisis en el matrimonio real y de una mala situación anímica de Letizia, que habría llevado a la prohibición de su madre a visitarla en Zarzuela, ante el interés de Paloma Rocasolano por estar en estos difíciles momentos con su hija.