La ciencia ya sabe por qué aprendemos más y mejor cuando somos niños
La emoción y la curiosidad junto a los neurotransmisores son los culpables de que aprendamos más y mejor durante la infancia, según los resultados de las últimas investigaciones que se han llevado a cabo recientemente.
Entre los dos y los diez años, un neurotransmisor fundamental en nuestro cerebro para desarrollar el aprendizaje está en su momento álgido, presenta las concentraciones más altas. Por eso es en esa franja de edad en la que aprendemos más y mejor pero hay otros dos aspectos fundamentales.
Para el catedrático de psicobiología de la Universidad Complutense de Madrid, Manuel Martín-Loeches, el aprendizaje se va a potenciar o no dependiendo de los estímulos a los que estemos expuestos, “la recompensa, los estímulos positivos, generan un tono emocional que facilita el aprendizaje y la memoria.”
Además, según señala este experto, nos empuja la novedad, nos gusta explorar y durante la infancia todo es nuevo para nuestro cerebro, él señala que cuando crecemos “ya no somos tan esponjas y la novedad es la clave”.
Si queremos aprender un nuevo idioma, resulta que a partir de los 10 años nos va a costar más conseguirlo por la pérdida de neuroplasticidad, según un estudio liderado por Steven Pinker, en la Universidad de Harvard.
La novedad y la emoción
Ya hemos visto por distintas investigaciones que la novedad es uno de los motores que nos empujan a aprender más y mejor, por eso nos es más fácil aprender durante la infancia pero no es el único.
Martín-Loeches también habla de la conexión neuronal que existe y que se pueden perder o desarrollar con el paso del tiempo, él señala que “a edades más tempranas hay más neuronas y más conexiones disponibles, pero luego se eliminan si no las usamos y si las utilizas, se consolidan.”
En definitiva, nos emociona lo nuevo y esto hace que nos estimule aprender, lo que nos resulta más sencillo cuando somos niños aunque después, en la vida adulta, seguir aprendiendo siempre nos ayuda a mantener activo nuestro cerebro manteniendo activas nuestras conexiones neuronales y provocando otras nuevas.
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