Problemas para la NASA: no puede acceder a la mayor parte de los restos de Bennu

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El pasado mes de septiembre de 2023, la NASA completó con éxito la misión OSIRIS-REx con el aterrizaje en el desierto de Utah de un depósito que albergaba más de 250 gramos del asteroide Bennu. Unos restos que la sonda había conseguido extraer con éxito a finales de 2020 gracias al mecanismo de adquisición de muestras Touch-and-Go (TAGSAM) que había diseñado específicamente con este objetivo.

Poco tiempo después, la NASA comunicó los primeros hallazgos derivados del análisis de los escombros extraídos, los cuales se encontraban fuera del TAGSAM, pero dentro de la cápsula. En concreto, reveló que contenían los “componentes clave de la vida” (moléculas de carbono y agua, fundamentalmente). Sin embargo, esa muestra de rocas y polvo apenas estaba formada por solo 60 de los más de 250 gramos obtenidos.

Según ha podido saber el medio Gizmodo, la NASA todavía no ha podido abrir el depósito principal de muestras del TAGSAM. De hecho, informa de que ha recibido un mensaje de correo electrónico por parte de un portavoz de la agencia aeroespacial estadounidense en el que indica que “estamos trabajando en el diseño, desarrollo y prueba de nuevas herramientas para garantizar la recuperación segura de las muestras almacenadas en el TAGSAM”.

El medio también informa de que la NASA tiene cierta prisa en acceder al contenido para realizar más análisis, pero no a cualquier precio. La razón es que una posible contaminación de los escombros podría dar al traste con una inversión total superior a los 1.150 millones de dólares. En este sentido, el portavoz de la agencia prevé que “podremos efectuar la apertura del contenedor en algún momento del primer trimestre de 2024”.

¿Cuál es el problema?

Al parecer, la cápsula del TAGSAM que alberga la mayor parte de las muestras de Bennu está sellada mediante 35 elementos de fijación. El equipo encargado de su apertura pudo retirar de forma segura 33 de ellos, pero dos están dando problemas. Esto está obligando al diseño y desarrollo de nuevas herramientas que permitan quitarlos sin riesgo de que los escombros se contaminen.

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Conviene recordar que la NASA diseñó un protocolo especial para evitar la contaminación de los restos de Bennu. El equipo de investigadores debió utilizar un equipo exclusivo con esta finalidad mientras la cápsula se sometía a un flujo constante de nitrógeno. Todo esto está haciendo especialmente compleja la tarea de extraer el material para su posterior análisis.