El Passetto di Borgo es una fascinante construcción histórica que conecta la Ciudad del Vaticano con el Castillo de Sant’Angelo en Roma. Con una extensión de aproximadamente 800 metros, este pasadizo fortificado ha sido testigo de innumerables eventos y acontecimientos a lo largo de los siglos, sirviendo como vía de escape para los papas, pues incluye en su interior un largo túnel de huida.

Su construcción se remonta al siglo XIII, durante el papado de Nicolás III. En ese entonces, Roma era una ciudad en constante conflicto y los papas necesitaban una forma segura de moverse entre el Vaticano y el Castillo de Sant’Angelo, una fortaleza construida originalmente en la Antigüedad como mausoleo para el emperador Adriano. Así nació la idea de construir un pasadizo elevado y fortificado que permitiera a los pontífices salir sin ser vistos y protegidos de los peligros de la ciudad.

La construcción del Passetto di Borgo comenzó en 1277 y fue completada en 1297. Construido en ladrillo y piedra, se eleva a una altura de siete metros sobre las calles de Roma y está conectado al Castillo de Sant’Angelo por un puente fortificado.

Comienza a la entrada del Vaticano, al norte del inicio de la plaza de San Pedro, en la Piazza della Citta Leonina. A lo largo de su recorrido el pasadizo cuenta con varias torres de vigilancia, permitiendo una vista panorámica de la ciudad y la posibilidad de defenderse en caso de ataque.

En la parte inferior se abrieron arcos a finales del siglo XVI para permitir la comunicación entre las dos partes del barrio del Borgo, que habían quedado separadas, y cada uno de ellos está decorado con el escudo de armas de Pío IV con las seis esferas de la familia Médici.

El origen de la muralla sobre la que se asiente el Passetto se remonta a mediados del siglo VI, cuando Totila, el rey de los ostrogodos, ordenó hacia el año 550 la construcción de un muro bajo junto al mausoleo de Adriano que enlazaba con las murallas construidas por Aureliano 300 años antes, convirtiendo la tumba en una fortaleza, el Castillo de Sant’Angelo, para defenderse de los ataques del general bizantino Belisario.

Más tarde, el papa León IV ordenó la construcción de las llamadas Murallas Leoninas, tras el saqueo de Roma por tropas sarracenas, en el año 852. Las murallas, que tienen un trazado en forma de U y fueron levantadas por prisioneros sarracenos, comienzan en el Castillo de Sant’Angelo y se dirigen hacia la colina Vaticana rodeando la basílica, antes de descender hacia el río.

Sería precisamente sobre un tramo de estas murallas que se añadió el paseo superior y el corredor que conforman el Passetto.

A lo largo de los siglos, el Passetto di Borgo ha desempeñado un papel crucial en la historia de Roma. Durante el Renacimiento fue testigo de enfrentamientos entre las facciones políticas que luchaban por el poder en la ciudad.

El papa Alejandro VI tuvo que utilizarlo en agosto de 1494 cuando Carlos VIII de Francia invadió la ciudad con treinta mil hombres.

Uno de los episodios más famosos relacionados con el pasadizo ocurrió el 6 de mayo de 1527, cuando el ejército del Sacro Imperio Romano Germánico, bajo el mando del emperador Carlos V, saqueó Roma. El Papa Clemente VII utilizó el Passetto para refugiarse en el Castillo de Sant’Angelo, donde permaneció durante un mes hasta la capitulación y el pago de un rescate de 400.000 ducados.

Clemente logró refugiarse mientras sus guardias cubrían la retirada con sus vidas. La última resistencia la ofrecieron en la parte izquierda de la basílica, cerca del Camposanto Teutónico: allí cayeron 147 de los 189 que lucharon, hasta el punto de que, al acabar aquel caos, la protección del Papa tuvo que correr a cargo de cuatro compañías de españoles y alemanes católicos. Una docena de suizos supervivientes se les sumó y el resto optó por volver a su país. La ceremonia de juramento de fidelidad que la Guardia Suiza hace actualmente cada 6 de mayo rememora estos hechos

El Passetto perdió su función cuando el Vaticano perdió la propiedad del Castillo de Sant’Angelo en 1870. La propia soberanía sobre el pasadizo quedó en el aire, ya que no fue mencionado en los Pactos de Letrán entre el Reino de Italia y el papado en 1929, y así permaneció cerrado y se fue deteriorando hasta que Juan Pablo II reconoció formalmente que pertenecía al estado italiano en mayo de 1991.

Hoy en día, el Vaticano controla los primeros 80 metros desde su territorio, como medida de seguridad y bajo pago de un alquiler simbólico. El resto del Passetto se abrió al público el 11 de noviembre de 1999, tras ser restaurado.

Además de su importancia histórica, el Passetto di Borgo también tiene un significado cultural y simbólico en la ciudad de Roma. Se ha convertido en un símbolo de la conexión entre el Vaticano y la historia secular de la ciudad.

Durante siglos, el pasadizo fue utilizado por los papas para realizar la tradicional procesión hacia el Castillo de Sant’Angelo en la festividad de la Ascensión, donde se bendice la ciudad y se realiza una oración por la paz.

En la actualidad, el Passetto di Borgo es un popular atractivo turístico en Roma. Los visitantes tienen la oportunidad de recorrer una sección del pasadizo y admirar las vistas panorámicas de la ciudad desde las torres de vigilancia.

Este lugar histórico también ha sido utilizado como escenario en películas y obras de ficción, agregando un toque de misterio y romanticismo a su aura.


Fuentes

The Passetto (Virtual Roma) | Passetto di Borgo (Ministero per i Beni e le Attività Culturali) | Passetto di Borgo (Museo Nazionale di Castel Sant’Angelo) | Wikipedia


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