Es noticia
El PSOE responsabiliza a Díaz de la crisis: "Pactamos con 31 diputados, no con 26"
  1. España
podemos al grupo mixto

El PSOE responsabiliza a Díaz de la crisis: "Pactamos con 31 diputados, no con 26"

Los socialistas recuperan la interlocución directa con Podemos, tras el fracaso de la vicepresidenta, y aseguran que, si de ellos hubiera dependido, habrían permanecido en el Gobierno

Foto: Díaz y Errejón en el Congreso. (EFE/Mariscal)
Díaz y Errejón en el Congreso. (EFE/Mariscal)

Al PSOE no le queda más remedio que asumir la marcha de Podemos al grupo mixto, aunque el cruento enfrentamiento entre Yolanda Díaz y Ione Belarra e Irene Montero les inquieta y les incomoda. No es nada nuevo. Nunca han entendido su escasa practicidad a la hora de afrontar los problemas, tan diferente a la visión de Pedro Sánchez que, tras perder apoyos en la repetición electoral de 2019, comprendió que no le quedaba más remedio que pactar con Pablo Iglesias y comenzó a moverse esa misma noche. Ahora, aunque saben que Podemos es un engorroso compañero de viaje, en las filas socialistas existe un reproche unánime: Díaz no ha sabido gestionar la situación.

Sin quitarle un ápice de culpa a los morados, siempre situados en una posición frentista, fuentes de la dirección responsabilizan a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo de la crisis. "Nosotros pactamos con 31 diputados, no con 26", recalcan, para poner de manifiesto que a Díaz le correspondía preservar la fuerza del Gobierno de coalición, mantener unido al grupo de Sumar y evitar la fuga de los cinco parlamentarios de Podemos. Una decisión que intuían que se iba a producir, aunque tanto la dirección de Sumar y la del PSOE se enteraron por la prensa.

Si forzaron unas nuevas elecciones hace cuatro años, cómo no iban a cumplir su amenaza de marcharse al mixto, reflexionan dirigentes de peso del PSOE. Pero esa convicción no resta para que haya supuesto una conmoción en el Congreso, en los grupos que sustentan al Ejecutivo común. Entre los parlamentarios socialistas se reproduce el mismo análisis: "No sé si Yolanda Díaz ha hecho todo lo necesario para impedir que se fueran".

Porque si hubiera dependido de PSOE todo habría sido muy distinto. Para empezar la puesta en marcha de Sumar no se habría dejado para tan tarde. El bloque socialista asistió atónito al cruce de reproches que durante meses se dedicaron Díaz e Iglesias, cuando ya no había dudas de la distancia sideral entre ambos y de la fractura del ala morada. La vicepresidenta, junto a Alberto Garzón y Joan Subirats, por un lado, Ione Belarra e Irene Montero, por otro. El núcleo duro del PSOE comenzó a decir en público lo que mantenían en privado. "Es muy bueno que las fuerzas políticas se unan y sean capaces de concurrir unidas a las convocatorias electorales".

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, junto a Pedro Sánchez, tras la votación de su investidura. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Era el otoño de 2022. Pero no hubo acuerdo para las elecciones autonómicas y municipales de mayo porque Díaz quiso preservar su marca y Sumar no se presentó. IU y Podemos llegaron a pactos, muchos con la vicepresidenta detrás, pero la izquierda a la izquierda del PSOE se hundió y se perdieron hasta cinco gobiernos progresistas. Díaz se pensó mucho si dejaba a los morados formar parte de Sumar en las generales y aunque en su entorno existían opiniones dispares, Pedro Sánchez fue una de las personas que más empujó para que se produjera esa alianza.

Las encuestas de Moncloa dejaban muy claro que para reeditar el Gobierno de coalición no podían ir en dos listas y así se lo dijo Sánchez a Díaz cuando le comunicó el adelanto electoral del 23-J: tenían que ir juntos para seguir en la Moncloa. El único veto del presidente fue a que Irene Montero repitiera como ministra de Igualdad. También impuso que el PSOE recuperara ese Ministerio. Pero, por los socialistas, Podemos podría haber permanecido en el Ejecutivo. Belarra, otra vez al frente de Derechos Sociales, por ejemplo.


El PSOE les quiso dar un Ministerio

"Ellos saben que el problema no es con nosotros", explican en el partido. Por mucho que digan que Sánchez y Díaz "han echado a Podemos del Gobierno. "El conflicto ha sido con ella". E insisten en que podían haber tenido un Ministerio si la líder de Sumar no lo hubiera impedido. Como dirigente de ese espacio era a Díaz a quien correspondía la decisión. Ahora, con el grupo roto y los cinco diputados de Podemos en el mixto, el PSOE recupera la interlocución directa con ellos para acordar todas las iniciativas y pactar los próximos presupuestos.

Aunque el martes, cuando se consumó la deserción, Belarra habló con Félix Bolaños para transmitir un horizonte de estabilidad a la legislatura —sus cinco votos son absolutamente vitales—, los socialistas temen que en algún momento puedan dejar caer alguna iniciativa menor. Pero la mayor preocupación es la ruptura de la izquierda en las próximas elecciones. La inquietud por la dispersión del voto en Galicia, y después en Euskadi, es compartida en las filas de Sumar. Si las conversaciones con Podemos ya eran tensas, la voladura del grupo parlamentario ha achicado aún más los espacios para el entendimiento.

Foto: Ione Belarra. (EFE/Mariscal)

A la acusación de transfuguismo por parte de Sumar le ha seguido la exigencia de los Comunes y Más Madrid de que Lilith Verstrynge e Ione Belarra, que concurrieron por Cataluña y Madrid, entreguen sus escaños. Dirigentes y exdirigentes morados han visibilizado la fractura en redes, entre acusaciones y dardos por parte de figuras de partidos integrados en el espacio político de Sumar.

Oficialmente, sigue habiendo puentes y la pelota está en el tejado de los dirigentes territoriales de ambas partes. Los de Sumar prevén endurecer posiciones, y los de Podemos mantienen que no van a pactar si hay vetos y si las listas no son elegidas por primarias abiertas, convencidos de que su militancia está mucho más movilizada. En privado, hay figuras del núcleo de Díaz que asumen que los morados asumen la disgregación de la izquierda en ambos territorios.

Podemos se vuelca en las europeas

En Galicia, la tierra de Díaz, interpretan que la factura le tocará pagarla a la vicepresidenta. El espacio político que en teoría comparten es extraparlamentario desde 2021. Otra cosa es Euskadi, donde cuentan con 6 diputados; con el auge de EH Bildu en las encuestas, y la dispersión del voto, temen ser incapaces de revalidar siquiera estos escaños. Entienden que Podemos asume esta pérdida, y se centra en las europeas de junio.

Su estrategia pasa por visibilizar su aislamiento por parte de Díaz, por vender que se les excluye por ser una fuerza de izquierdas verdaderamente empeñada en ir más allá que el PSOE. El hecho de que las europeas se decidan por circunscripción única es un aliciente para priorizar esta cita con las urnas, que tiene además un componente ritual. Podemos nació hace casi 10 años con la vista puesta en las elecciones al Europarlamento, y hoy en la cúpula morada reconocen que la idea de concurrir en solitario, con Irene Montero como candidata, está entre los escenarios que contemplan.

"Los morados quieren escenificar que hay una auténtica izquierda parlamentaria más allá de Sumar"

En Sumar dan por hecho que será la exministra de Igualdad, convenientemente apartada de la primera línea mediática desde hace meses, quien lidere la previsible lista morada. Basta con que logren representación para recuperar foco y poder reivindicarse ante Díaz, a la que aspiran a arrebatar el liderazgo del espacio.

En esa estrategia, otra de las patas es estrechar lazos con ERC, Bildu y el BNG en el Congreso. Los morados quieren escenificar que hay una auténtica izquierda parlamentaria más allá de Sumar, liderar este bloque y encarecer el coste de sus apoyos al Gobierno y a Sumar. Lo reconocen en la cúpula de Belarra, desde donde venden, ante las cámaras, que han "pasado página" tras su portazo. Ahora van a cobrarse las facturas pendientes.

Al PSOE no le queda más remedio que asumir la marcha de Podemos al grupo mixto, aunque el cruento enfrentamiento entre Yolanda Díaz y Ione Belarra e Irene Montero les inquieta y les incomoda. No es nada nuevo. Nunca han entendido su escasa practicidad a la hora de afrontar los problemas, tan diferente a la visión de Pedro Sánchez que, tras perder apoyos en la repetición electoral de 2019, comprendió que no le quedaba más remedio que pactar con Pablo Iglesias y comenzó a moverse esa misma noche. Ahora, aunque saben que Podemos es un engorroso compañero de viaje, en las filas socialistas existe un reproche unánime: Díaz no ha sabido gestionar la situación.

PSOE Pedro Sánchez Yolanda Díaz Ione Belarra Irene Montero Unidas Podemos
El redactor recomienda