La hipotética candidatura de Irene Montero como cabeza de cartel de Podemos en las elecciones europeas del próximo mes de junio concita división de opiniones entre quienes optaron, en las generales del 23-J, por la papeleta de Sumar, coalición en la que se integró el partido morado y de la que esta semana ha decidido desvincularse para pasar al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados.
El 40,2% de los votantes de la plataforma que lidera Yolanda Díaz cree que la ex ministra de Igualdad es la figura idónea para encabezar una lista para unos comicios cuyas alianzas son todavía una incógnita. Esa cifra es ligeramente superior al porcentaje de quienes consideran que el perfil de Montero no es acertado para ocupar el número uno (37,4%). Del total de los encuestados por Sigma Dos, las respuestas entre hombres y mujeres son prácticamente idénticas. Solo una cuarta parte ve con buenos ojos esa candidatura, mientras que la mitad se opone.
A exactamente seis meses para que se celebren las elecciones al Parlamento Europeo, resulta poco probable que Podemos reedite su entente con la agrupación de partidos de izquierda creada por la vicepresidenta segunda del Gobierno. Las opciones de concurrir en solitario o incluso de la mano de Esquerra Republicana, EH Bildu o el BNG parecen hoy más verosímiles después de que, tras varios meses con las costuras al descubierto, la crisis con Sumar haya derivado en la disgregación anunciada el martes.
Sin ministros
Una de las principales causas que ha precipitado la ruptura protagonizada por Podemos es su ausencia en el nuevo Gobierno de coalición liderado por el PSOE. Sumar conserva el mismo número de ministerios que tenía Unidas Podemos en la anterior legislatura (cinco), pero ningún miembro de la formación morada ocupa ya asiento en el actual Consejo de Ministros.
La mitad de los encuestados valora de forma positiva la decisión del presidente Pedro Sánchez de no asignar ninguna cartera a Podemos, que desde la campaña electoral de julio hizo bandera del innegociable mantenimiento de Montero al frente del departamento de Igualdad y rechazó la oferta de Díaz para que Nacho Álvarez fuese el titular de Derechos Sociales. La opinión general sobre el arrinconamiento de Podemos coincide con la de los votantes socialistas: la mitad de los interrogados lo apoya y el 26% lo rechaza.
Antes de que se consumase la fractura, el 24,3% de los electores de Sumar ya respondía que Podemos debía irse al Grupo Mixto. En el cómputo total, el 51,3% también pensaba así, frente a un 30,2% contrario al cisma. Esta última cifra es superior entre los votantes del PSOE (46,3%) y se eleva hasta el 66,6% en el caso de los de Sumar.