La cúpula militar observa con recelo la carrera armamentística de Marruecos

Apoyados por Israel y EE.UU.

En plena tensión con Argelia, el reino alauí destinará un 9% del PIB a Defensa

A vehicle of the royal Moroccan armed forces is seen on the Moroccan side of border crossing point between Morocco and Mauritania in Guerguerat located in the Western Sahara, on November 25, 2020, after the intervention of Moroccan army in the area. - Morocco in early November accused the Polisario Front of blocking the key highway for trade with the rest of Africa, and launched a military operation to reopen it. (Photo by Fadel SENNA / AFP)

Un vehículo militar en una zona restringida de Marruecos

Fadel Senna / AFP

España vigila con recelo el rearme militar en el que está inmerso Marruecos con una tecnología muy avanzada gracias al apoyo de Estados Unidos e Israel. El reino alauita, que destinará el próximo año un 9% de su PIB al gasto en Defensa, se encuentra en plena carrera armamentística con Argelia, que también ha disparado su inversión militar. Y esto, entre la cúpula militar española está generando cierta preocupación. Por un lado, existe incertidumbre por los niveles de hostilidad que puede alcanzar el conflicto entre Rabat y Argel. Pero por otro, tal y como alertan fuentes de la órbita militar, el rearme marroquí puede significar –no a corto ni medio plazo– “un desafío para la integridad territorial de España”.

En un contexto marcado por la escalada de tensión con Argelia, Marruecos ha aumentado en un 4,1% la partida de los presupuestos de 2024 que está destinada “a adquirir y mantener equipos de las Fuerzas Armadas y apoyar el desarrollo de la industria de Defensa”, que alcanzará los 124.776 millones de dirhams (11.300 millones de euros), casi un 10% de su PIB. España destinó al gasto militar el 1,09% de su PIB durante 2022. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió ante la OTAN a elevarlo hasta el 2% antes de 2029.

Pese a estos datos, a día de hoy el músculo militar de España sigue siendo muy superior al del país vecino en la orilla sur. Pero el margen se estrechará en los próximos años, puesto que Marruecos se fija 2030 como fecha para convertirse en potencia militar. Los expertos tienen claro que el régimen alauí está haciendo los deberes. Ha apostado por actualizar su flota de cazas de combate F-16,además de adquirir misiles guiados AGM154C, con un alcance de objetivos a 130 kilómetros. También ha comprado sistemas de lanzamisiles Himars y más de un centenar de misiles tierra-tierra con hasta 305 kilómetros de alcance. Todo ello diversificando las compras: Estados Unidos, China, Reino Unido o Turquía.

Israel, ahora uno de los socios preferentes de Rabat, ayuda en el rearme en tecnología muy avanzada

Pero también Israel, socio estratégico del reino de Mohamed VI, a través de los acuerdos de Abrahán. Un binomio que también mantiene en alerta a la esfera diplomática en España. Las Fuerzas Armadas Reales (FAR) marroquíes recibirán próximamente una remesa de drones SPY-X, fabricados por la compañía israelí Bluebird Aero Systems. Son los llamados drones kamikazes, que fuentes del sector armamentístico los califican como “una de las última joya de la industria”. Además, la empresa Elbit Systems, el mayor fabricante israelí de sistemas de defensa, abrirá dos fábricas en Marruecos, según anunció en junio. Un mes más tarde Israel reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.

El Departamento de Seguridad Nacional no pierde detalle de cada zancada que da Marruecos en su carrera armamentística, en un momento en el que planea la sucesión –más o menos próxima– de Mohamed VI en favor de su primogénito, el príncipe Hassan. El heredero está recibiendo de manera gradual el mando militar y la maquinaria marcha a toda vela para reforzar su imagen ante el ejército marroquí.

El gran desafío militar de Marruecos se libra en el Sáhara Occidental. El escenario posterior es el que genera gran inquietud entre los mandos militares españoles. Tal y como recuerda el Instituto de Seguridad y Cultura –un think tank especializado en Defensa– “no debemos olvidar que una parte de la mentalidad y cultura estratégica marroquí tiene como ensoñación seguir una agenda de expansión territorial acorde con el viejo concepto del “Gran Marruecos”: entre otras derivaciones, ello implica controlar las plazas de Ceuta y Melilla”.

Marruecos se ha fijado como meta el 2030 como fecha para convertirse en potencia militar

Tras el giro que el Gobierno realizó en marzo de 2022 con respecto a la postura del Sáhara, las relaciones diplomáticas con Rabat no se han visto envueltas en grandes polémicas. Rabat sigue siendo, según fuentes ministeriales, “un socio fiable” con el que “España necesita tener buenas relaciones”.

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